Desde el fondo del pozo... en positivo

... con el agua al cuello (con el petróleo, digo -o, tal vez, el excremento-) y ya pocas fuerzas para mantenernos a flote, envueltos en negrura que parece querer augurar mortaja, cuando ya la última esperanza parecía querer abandonar nuestra maltratada esperanza y maltrecha voluntad, alguien aun con vida, allá arriba, tal vez necesitado del maldito líquido vital que aquí abajo está contenido en torno nuestro y nos ahoga, alguien sorpresivamente levanta la tapa y nos permite vislumbrar alguna luz de nueva esperanza. Allá arriba podemos otra vez ver un pequeño disco del techo celeste que, si bien de nubarrones plomizos cargados de tormenta, le permiten una vez más a nuestro optimismo impenitente de casi ahogados, abrigar un nuevo hilo de ilusión esperanzada.

Lo que nos empujó aquí abajo fueron -doble discordancia sintáctica que en nuestro rico idioma es recurso -pese al "alfabeto" corrector de "Word"-, (y siguen siendo las que quiere hundirnos del todo), dos necias pretensiones en conflicto irresoluble: una que lo quiere todo para sí y, por decreto, llegó hasta a romper la democrática baraja..., y otra que, no sabiendo buscar caminos de justicia humana ni retener a amigos que hablan claro y saben "como se bate el cobre", dice querer (pero no quiere) "desfacer el entuerto" socioeconómico mediante insultos, macumbas, oraciones y limosnas..., más ahora (traición de traiciones... aclarada) rendirnos incondicionalmente al Imperio con el neo-"paquetico" (paquetazo) "Pérez-Nóbrega".

Pero, el "Mesías Resucitado" (al segundo día) que "no sabe de economía pero escucha" (aunque más simule a loro que a lechuza), parece que, en el fondo (de este rico pozo) es bien intencionado (o al menos, no quiere hundirse en el pozo de la historia ignominiosamente) y, discretamente, ha estado sondeando las profundidades de su atribulada conciencia (ya era hora..., después de tanto coñazo como le ha llovido) y escuchando a sus viejos compañeros de armas y aventura redentora... ¡Norabuena!

Deduzco esto (aunque a veces algunos dilectos lectores me acusen de ello, NO soy brujo) en base a un alentador artículo (siempre lo son los suyos) de William E. Izarra publicado el pasado domingo, en el que anuncia el nacimiento de la UPV (Unidad Popular Venezolana), a la que aporta (además de su reconocida rectitud -privada y pública-) un valioso (y sencillo) corpus filosófico-ideológico inspirado en las más modernas corrientes del pensamiento humanista, por definición libertario, solidario, democrático, responsable, subsidiario, etc., enfático en la persona, (y sus sociedades naturales) lo local y lo directo.

Es muy interesante el notar que, en su citado artículo, el sólido Izarra (amigo de mi entrañable amigo y Maestro Pruden Arocena - enorme baluarte de los valores más sólidos de la Nación de Euzkadi -) indica su propósito de recuperar para obra de construcción positiva los malignamente satanizados Círculos Bolivarianos y devolverles la esencia de promoción y apoyo a la gestión social con que fueron originalmente concebidos, lo que seguramente alegrará a otro entrañable amigo, el ecuménicamente religioso y universalmente catalán (de origen -como yo lo soy gallego-) Juan Vives Suriá, cuyo nombre es anatema ante los "poderes que son" de la alta Iglesia.

Todo parece indicar que la "Trinidad" responsable del origen de este complejo proceso está reconvergiendo. No tengo "Cicerones" ni "Gargantas Profundas" en mi bagaje de fuentes; simplemente me lo dice el sentido común aplicado al análisis de contenidos. Las claves están en los nombres...: "Unión", "Unidad..." más la mención de la intención de regreso al origen genuinamente bolivariano y popular del "proceso"... Falta que el otro pié del trípode se manifieste. (Si no lo hizo ya cuando esto esté impreso, creo que lo hará pronto).

Se hace necesario aquí decir algo de ese tercer pié del trípode; de la tercera persona de la trinidad bolivariana que nos metió en este ilusionante, fatigoso y complejo lío, el "Comandante Pancho", Francisco Arias Cárdenas, de quién se teme, por los caminos que ando, que pueda ser otro agente más de los muchos (y con tantos disfraces) que la ubícua "Obra de Dios" (Opus Dei) nos tiene asignados... Desafortunadamente, tenemos que arar (en la tierra, que no en el mar -aunque como dejara dicho Miguel Otero Silva: "Nunca es vano el arar..., ni en la mar..."-) con la yunta (tríada para nuestro caso) que tenemos... Porque, si por temor a la posible tormenta no sembramos, "lévanos o demo" quién ya hoy, nos es entidad sobradamente conocida.

Conocí al "Comandante Pancho" en Perijá del Zulia profundo que intermitente y persistentemente ilumina el Catatumbo, como un administrador sensato y jefe firme (a la vez que dúctil y dialogante) en ocasión en que me tocó (con el entrañable Decano de nuestra veterinaria, el gigante y chiquitín Nelson Márquez Quivera) dedicarle atención a nuestro problema de Fiebre Aftosa, en difícil alocución a nuestra compleja comunidad ganadera.

Le dí Summa Cum Laudae; me impresionó como persona sensata y educada, a la vez que humanamente sensible. Lo catalogué dentro del "Humanismo Cristiano" que orienta mi admirado Cintio Vitier desde su cubano Centro de Estudios Martianos, pese al tan cacareado cubano-comunismo cotidianamente demonizado por nuestros libérrimos medios de incomunicación social.

Contemporáneamente, otros signos positivos se me están manifestando por los caminos que ando, que parecen desdecir la apocalíptica visión (de pozo ciego) propugnada y diseminada (mas que registrada, como debiera ser el caso) por mi -a pesar de ello- amigo Agustín Blanco. El dilecto y admirado Francisco Mieres, en heroica sintonía con estimados y respetados trostquistas y otros universalistas - que aun se siguen diciendo "internacionalistas"- anuncia la plataforma (movimiento) APR - Asamblea Popular Revolucionaria - , a la que, a mi humilde entender, le sobra una de las siglas pues, ignorante de mi, creo que "Popular y Revolucionario" son términos redundantes... (Salvo en una eufemística excepción con imagen de azor de altos vuelos -en realidad raitán rasante sobre los suelos de Iberia-). Y, además, la tan prometida "revolución" anda tan abusada de palabra y maltrecha de obra...

A la vez, en el ámbito de la izquierda libertaria y humanista (novedad relativa en nuestro medio que debemos en gran medida al CRA-AIT y su pertinaz "El Libertario") se está convocando a una gran Asamblea del Progresismo Humanista.

Ambas corrientes (las dos últimas) con las que mantengo amistoso y positivo contacto, por estar estratégicamente en la onda del "ecumenismo humanista y progresista" , tienen posibilidades de integrarse, o al menos, trabajar en cierta sintonía con la UPV, lo que nos abriría una perspectiva (y nos echaría una escala) para salir de este fosco pozo, desde cuyo fondo, como ya indicamos, acabamos de vislumbrar una débil luz que, aunque NO promete..., alumbra nuestra ilusión y mantiene viva la esperanza.



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Paulino Núñez (paulinon@cantv.net)


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