Mientras el Señor Presidente no de órdenes de que se recoja todo billete y monedas viejas en circulación, de modo que quede el país con un solo bolívar y una sola denominación de billetes, lo aprobado en enero 1 del 2010, se continuará usando el termino miles y millones que esta haciendo un gran daño psicológico a la población que quedó acostumbrada a expresarse en estas cantidades y ahora considera que un bolívar o cinco, cincuenta, cien no tienen valor importante. Usted no da propinas, ni va al auto mercado, no toma un taxi; el pueblo si y es quién esta sufriendo el maltrato de las dos denominaciones en circulación con la especulación salvaje de precios y hasta el propio robo en las cajeras con el vuelto..
Sobre este particular me he permitido dirigirme al buen amigo y excelente Presidente del Banco Central de Venezuela, NELSON MERENTES, adicionándole que “inunde al país de monedas nuevas, ponga en circulación la moneda de dos bolívares, elimine las monedas de 12.5 céntimos y 20, además de recoger el billete de dos que nadie lo desea en el bolsillo por sucio y deteriorado.
La gente le da poco valor al bolívar nuevo, Sr. Presidente, cuando en la realidad tiene mucho. Los sueldos en el país se pagan en esa denominación y las cajeras le dicen por estacionar Bs. dos mil, en vez de dos bolívares. Se quedan con el vuelto por no tener suficientes monedas nuevas. Esta situación forma parte de ingrediente indirecto, así como las elevadas tarifas portuarias, a la elevada inflación nacional Una prueba evidente, mientras el Gobierno cambia correctamente de la arepa “socialista” a arepa Venezuela y la promueve a Bs.7,50 el propio Ministro dice en los medios a siete mil quinientos. ¿Suena de mejor calidad que decir siete cincuenta?
La gente, amigo Presidente Chavez y amigo de todos, se acostumbró a hablar de precios en miles y millones de bolívares. Le gustó y continúa practicándolo. Es barato, según el efecto psicólogo, hablar de una vivienda en ciento cincuenta mil bolívares; luce de mas alta categoría ciento cincuentas millones. Al final es lo mismo, pero el mensaje al oído suena mejor en esos miles y millones. Las solicitudes a Nelson Merentes han sido en vano. Continúa la grave escasez de monedas nuevas y se da el caso de que las de un céntimo y cinco solo se distinguen por el tamaño y su color cobre. En la realidad la de un céntimo no se necesita. Nadie incrementa el precio en ese valor!
En país alguno en el mundo al cambiarse de monedas y billetes, se deja lo viejo por más de seis meses. Aquí vamos para dos años. Con todo respeto hago publica esta modesta “enseñanza”, gracias a usted, usando el magnifico medio comunicativo de masas, APORREA, considerando, que todo aporte que pueda ayudar a disminuir la inflación y simplificar el uso monetario, es útil al país que se desea construir, como sueño suyo y de todos: una pequeña potencia económica mundial a mediano plazo. Es simplemente darle a nuestro bolívar su justo valor ante el sistema internacional monetario y no que se siga escuchando que un dólar, por ejemplo, cuesta cuatro mil trescientos bolívares y el “bolívar no vale nada”.
Hago votos y deseos por su pronta total recuperación. PA·LANTE.
* Periodista Independiente afiliado al MPN, al Polo Patriótico y a Independientes leales al Proceso Bolivariano.
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