Un diplomático que tiene dualidad de funciones contradictorias y excluyentes

En un artículo aparecido en aporrea, el 20 de agosto, titulado “Julián Conrado: ¿Razón Humanitaria?” Yoel Pérez Marcano, relevantemente dijo que Julián Conrado era un alto miembro de las FARC y que cumplía una función militar en Venezuela y se noto muy preocupado por las incursiones de las FARC en Venezuela.

Este artículo está lleno de imprecisiones y más que todo de manipulaciones, que demuestran, soterradamente una actitud reaccionaria y de odio (Gratuito) hacia las FARC, sobre esto último no me voy a pronunciar, cada quien tiene su por qué para odiar o amar a alguien, pero sobre las imprecisiones, que son fundamentalmente de carácter político jurídico, si me voy a pronunciar.

Pareciera que este señor tiene dualidad de funciones, por un lado es del Comando de las FARC; puesto que él sabe que Julián estaba en el país “..ejercía el mando de una unidad militar y cumplía responsabilidades políticas y militares en un nivel de mando superior….”. Pero al mismo tiempo es Canciller o Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, quien dirige la política exterior del país, cuando, en resumen, dice que el problema no es de Julián Conrado, sino cómo hacer para que el conflicto Colombiano no afecte sensiblemente los intereses del estado, gobierno y el pueblo venezolano y en especial, por parte de las FARC…“…la renuncia a TODA presencia de sus mandos y combatientes en el territorio de otros Estados, especialmente de aquellos ubicados en los límites de la República de Colombia…”.

Veamos primero, en donde están las imprecisiones de este caballero que al parecer es Diplomático; La primera gran imprecisión, que en una persona que es internacionalista no debería existir, es que le adjudica a las FARC-EP, el estatus de fuerza beligerante, resulta que ni el estado Colombiano ni el Venezolano, le reconocen el estatus de fuerza beligerante a las FARC. Por el lado de Colombia, no solo no le reconoce el estatus de fuerza beligerante sino les considera “terroristas”, ese es el único estatus que el estado Colombiano le adjudica a las FARC, es decir que Colombia se ha inscrito en la tesis imperialista bushista de “Lucha Infinita en contra del Terrorismo”; tratándose de un estado que viene de ser gobernado por un presidente narco-paramilitar, no seria para nada extraño esa calificación.

Lo que sí es extraño y contra toda lógica, es que el estado bolivariano revolucionario, mi estado, el cual tiene una constitución de avanzada por la cual nosotros peleamos en contra de los Santaderianos y los Paecistas para aprobarla, le dé el mismo tratamiento de terrorista en los hechos, aunque de derecho no lo diga, lo que es un agravante mas, ya que si dijera que adopta la misma nomenclatura del Pentágono, ya se sabría a qué atenerse y no escribiera tanto sobre estas cosas, que deberían estar claras, pero nada que ver.

Para concluir este primer punto, jurídicamente, cuando estamos hablando de Julián Conrado, estamos hablando de un “terrorista”, que un estado oligárquico y santaderiano (Contrario a lo que es el bolivarianismo) le ha “montado unos cargos por terrorismo” y lo está solicitando, por intermedio de un organismo internacional que representa a las policías del Imperio Atlántico (El enemigo Nº 1 de la Patria y de la humanidad), llamado INTERPOL, el cual ha borrado de la lista con código rojo, a muto propio, a delincuentes banqueros prófugos que le han causado un mal al pueblo venezolano. Es deber de un bolivariano revolucionario, de una forma pedagógica, hacerle ver a terceras personas que las FARC, el ELN y cualquier grupo armado anti-status en Colombia, no son terroristas sino producto de un estado oligárquico que utiliza como arma política predilecta el exterminio físico, la desaparición forzada, las fosas comunes, la herramienta para-militar y los obliga a utilizar la legítima defensa; que un bolivariano revolucionario no puede aceptar este estado de cosas y que debe plantear la paz en la hermana república, y debe reprehender mas a quien tiene la mayor responsabilidad, el estado oligárquico de Bogotá y no a los insurgentes, quienes se arman para defender sus vidas y ejercer la política, única forma de que permanezcan vivos.

La segunda imprecisión de este diplomático, que es consecuencia de la primera, que repite, acríticamente los señalamientos del estado Colombiano, precisamente su verdugo, que Julián Conrado, es jefe de una cuadrilla de guerrilleros que vinieron a hacer una operación importante en suelo venezolano; por ello es que digo que Yoel Pérez Perdomo, es de la jefatura de las FARC-EP, puesto que ni las FARC ni el mismo Conrado ha dicho eso, ni los que han tenido acceso al expediente, y lo han leído varias veces han constatado que eso que dice Yoel.
Tengo entendido y así lo ha reseñado la cadena de TV Colombiana CARACOL, que la principal militancia (Y casi única) de Julián era el canto, la música, que es un frente muy importante cuando se trata de luchar en contra del Imperialismo Yanqui, como lo es el cultural; claro desde ese punto de vista, es un hombre muy peligroso para el imperio, tanto que ha invertido el “Gran Hermano” con su farándula y sus drogas, en tener a los pueblos y sobretodo a las juventudes adormecidas y de espaldas a la realidad social, y un cantor los hace volver en sí, los despierta y con música les hace ver la realidad de su país; ese sujeto, por supuesto es de alta peligrosidad y le causa mucho daño al imperio y a la oligarquía lacaya.

Y por último, voy a obviar la provocación de Yoel cuando dice que; al Julián Conrado no reconocer que es un jefe y combatiente de las FARC que andaba en misión de guerra, entonces es un traidor, ya que esos cuentos suenan a los cursitos que gringos, ingleses e israelíes le daban a nuestros militares en la escuela de las Américas en Panamá, en donde le enseñaban a acusar a los revolucionarios de delatores o traidores, entre ellos mismos, con el fin de crear divisiones y desconfianza en las filas revolucionarias o rebeldes, por aquello de “divides y vencerás”. Repito por último, Yoel Pérez Marcano usurpa la titularidad de la cancillería o la presidencia cuando dice, ni siquiera dice que propone o sugiere, que el problema es que las FARC siga utilizando suelo patrio y exportándonos el conflicto social colombiano.

Precisamente amigo Yoel, ese reclamo de no exportación del conflicto interno colombiano hay que hacérselo al principal responsable de ello, a quien corresponde, al gobierno de Bogotá y hacerlo con la cara arrugada y no pelando los dientes.

A quien se le debe exigir, contundentemente, ya que Venezuela tiene legitimidad, de demandar, a Colombia, ante tribunales internacionales, por ser víctima, de la guerra interna de Colombia, guerra interna que a todas luces el único culpable es al estado Colombiano, so pena de declararse estado fallido para resolver sus asuntos interno y entonces proceder UNASUR, a tomar cartas en el asunto.


franciscosierracorrales@yahoo.com.ar


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Francisco Sierra Corrales


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