¿Qué sentiría usted si se entera que después de años confesándose con el cura de confianza, éste no sólo grababa las confesiones, sino que pasaba informes -algo así como “memorias de mis feligreses”- a sus superiores?
Pueden imaginarse el impacto que ello causaría si saliese a la luz pública “memorias de mis feligreses” (pecados: aventuras pecaminosas, maldades, engaños, traiciones, etc.). Y ahora me pregunto: ¿Será por eso que los jerarcas de la Iglesia católica tienen tanto poder político en la oposición?
Bueno, todo este cuento viene porque muchos “dirigentes” de oposición, dueños de periódicos, empresarios, etc., asumieron que la embajada era la Iglesia y los funcionarios los curas y ¡a darle a la lengua pues! A soltar el “yo-yo”. Los traidores y lacayos -¿se les puede llamar de otra forma?- daban todo tipo de información, argucias, y planificaban junto con la embajada todo tipo de acciones contra la patria y el Gobierno.
Pero, ¡sorpresa! la embajada sí grababa y llevaba un registro por escrito (algo así como “memorias de mis feligreses”), y una organización llamada Wikileaks tuvo acceso a los documentos secretos de todas las embajadas de EEUU en el mundo y publicó centenares de miles.
Los documentos filtrados por Wikileaks han descubierto los nombres y apellidos de mucha gente traidora y lacaya en Venezuela, y se ha demostrado cómo EEUU utiliza sus embajadas para desestabilizar y derrocar gobiernos en el mundo; y cómo en Venezuela organiza y financia a la oposición para salir del Gobierno que dirige Hugo Chávez.
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