Capital financiero vs la vida

El capital financiero es el centro de la crisis mundial y encabeza la guerra contra la humanidad y la naturaleza. Las bombas tienen tan graves efectos que, combinadas con la visión del "hombre" como centro del universo, distraen nuestra atención de la guerra contra la naturaleza.

La economía real depende de la demanda, del nivel de empleo y los ingresos de los trabajadores. En la medida que los bancos se desligan de esa economía, aquellos factores pierden importancia. Una ofensiva totalitaria va violando los derechos humanos y de la tierra, disolviendo el pacto social democrático-burgués, creando gobiernos totalitarios surgidos de golpes de Estado o invasiones militares, que luego se "legitiman" a través de farsas electorales. Cabalgando sobre la globalización neoliberal y el malthusianismo, el capital financiero genera pobreza de la gente y de la tierra y diversas formas de discriminación.

Hay que derrocar al capital financiero y eliminar sus principales actividades como las transacciones financieras que generalmente rayan en el fraude, a las cuales hay que aplicarles un fuerte impuesto; los gastos militares y las guerras; la privatización de la naturaleza y de los servicios ecosistémicos; los proyectos para crear una naturaleza artificial usando la geoingeniería y supuestamente controlar el cambio climático sin reducir las emisiones de gases invernadero; la agricultura transgénica, que intenta destruir los cultivos y las semillas tradicionales para postrarnos mediante el monopolio de la producción de alimentos; la reconstrucción de las naciones destruidas por las guerras; la privatización de los ejércitos y las cárceles; la eliminación de los impuestos a los ricos y del impuesto sobre la renta y su sustitución por impuestos al consumo como el IVA, que suelen acompañarse con devaluaciones.

En los debates sobre la crisis económica y financiera, Objetivos del Milenio, Cambio Climático, Protocolo de Kioto, etc., no podemos permitir que hacia Río+20 se profundice el plan para destruir convenios internacionales y quedar en libertad para agredir a la humanidad y a la naturaleza. No debemos temer a ser minoría. Una minoría activa no se centra en el debate de documentos "balanceados", sino en cómo progresivamente va conquistando la mayoría.

julio.escalona99@yahoo.com


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Julio Escalona


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