En
escritos anteriores, este autor, ha señalado parafraseando con quizás
el hombre más grande que tuvo Nuestramérica en el siglo XX,
conjuntamente con Augusto Cesar Sandino; Ernesto Che Guevara, que no se
puede combatir al capitalismo con sus mismas melladas y raídas armas. En
aquella oportunidad dijimos, también, aunque colocábamos aquellos tres
segmentos de la vida, era decenas o centenares o mejor dicho en todos
los aspectos de la vida la “revolución bolivariana” combate (Si es que
se puede hablar, en este caso, de combatir), al capitalismo con sus
mismas melladas armas.
Hoy
vamos a hablar de otro segmento en donde la revolución bolivariana,
combate al capitalismo, y específicamente a la codicia neoliberal, con
sus mismas armas; y me refiero a lo que se entiende en doctrina de
derecho social como “Protección al Consumidor” y en Venezuela
popularmente se le dice “Lucha contra la Especulación”.
La
naturaleza de la lucha anti-especulativa o de protección al consumidor y
usuario, no es socialista en sí misma, son formas de luchas
democráticas en contra del capitalismo o democráticas burguesas de
avanzada (Terminología que ya no tienen un referente real, puesto que
así se denominaban a las democracias liberales Europeas que habían
alcanzado un alto grado de beneficencia social, hoy esa beneficencia ha
sido desmantelada, es inexistente), que ha impulsado la clase obrera y
movimientos progresistas, en contra del atropello de los burgueses hacia
el medio ambiente, la salud pública, la estabilidad de los trabajadores
y de las poblaciones y grupos vulnerables.
LAS CONCEPCIONES BURGUESAS Y LA SOCIALISTA EN LA LUCHA POR LA PROTECCION AL CONSUMIDOR Y USUARIO Y CONTRA LA ESPECULACION.
Primero
que todo, debemos rememorar que el capitalismo del siglo XX, sobretodo
el de principio del siglo y hasta los años 70s y principio de los 80s,
cuando tenía el factor presión política de la URSS, reconoció que era
especulador y explotador y permitió ciertas luchas democráticas del
proletariado, que inclusive se manifestaron en leyes, como la
sindicalización, las leyes protectoras al trabajo, la participación
electoral de ciertos movimientos de izquierda, fueron algunas, en donde
está inscrita esta lucha anti-especulativa, que aquí analizamos al caso
actual, muy someramente. Estas figuras reconocidas, no sin antes haberse
regado mucha sangre y muchos “presos políticos” hasta con penas de
muerte y cadenas perpetua, aun con el factor
contrapeso socialista soviético, por parte del capitalismo. Luego,
estas conquistas, aun reconocidas y legisladas, después había que hacer
muchas otras luchas para que las leyes no se quedasen en letra muerta,
uno de esas “conquistas”, dentro de las democracias burguesas de
avanzada, como las Europeas (En las democracias de las Republicas
bananeras, era más fácil tomar el poder por las armas que lograr una ley
de sindicalización o protección al consumidor), que mas letras muertas
fueron estas de protección al consumidor y al usuario y al medio
ambiente. Digo que fueron porque después, y hasta hoy, vino el
neoliberalismo y acabó con todas estas “conquistas” democráticas, porque
a partir de los 80s vino el barbarazo del neoliberalismo y “acabó con
todo”, con todo el estado de bienestar.
En
estos días Michael Moore, nos rememoró que el 5 de agosto pasado, hace
30 años murió la clase media Norteamericana, y creo que Moore se quedó
muy corto, en ese día murió el mundo, se perdió el siglo XX. Dice Moore (www.rebelion.org/noticia.php?id-133646): “De
tanto en tanto, alguno de los que aún no han cumplido 30 años me
pregunta: “¿Cuándo comenzó todo esto, cuándo empezaron a declinar los
EE.UU?" Me dicen, he oído decir que hubo un tiempo en el que la gente
trabajadora podía mantener una familia, mandar los chicos al colegio
sólo con el sueldo de uno de los progenitores (y que los
colegios en estados como California y Nueva York eran casi gratuitos).
Un tiempo en el que todo el que quería un trabajo pagado decentemente lo
conseguía. En el que la gente trabajaba solo cinco días a la semana,
ocho horas diarias, que disponía libre e íntegramente de su fin de
semana y que tenía vacaciones pagadas todos los veranos. Que en todos
los trabajos había sindicatos, desde los reponedores de los mercados
hasta el muchacho que pintaba tu casa y no importaba cuan modesto fuere
tu trabajo tenías asegurada una jubilación, ascensos ocasionales, seguro
de salud y alguien que te defendiera si te maltrataban…….La gente joven
ha oído hablar de ese mítico tiempo, pero no era un mito, era realidad.
Y cuando me preguntan “¿Cuando terminó aquello?” Les contesto: “Terminó
el 5 de agosto de 1981..”…Luego en el mismo artículo, Moore continua: “…El
5 de agosto de 1981, el presidente
Ronald Reagan despidió a todos los afiliados del sindicato de
Controladores del tráfico aéreo (PATCO) que desafiaron su orden de
volver al trabajo y declaró ilegal al sindicato. Habían hecho una huelga
de dos días…. Había sido un movimiento valiente y temerario. Nadie lo
había intentado antes. Lo que lo volvió más valiente fue que PATCO había
sido uno de los tres únicos sindicatos que habían apoyado a Reagan para
presidente. De modo que produjo un shock que se transmitió como una
oleada entre los trabajadores del país. Si podía hacer esto a los
trabajadores que lo apoyaban, ¿qué podría hacernos a nosotros?”. Pero
Michael Moore, agrega, que para Reagan lograr esta felonía, no estuvo
solo, contó con el apoyo de un sector muy importante, sin el cual no
hubiese logrado su cometido, así: “…La organización sindical más
importante de los EE.UU. llamó a sus miembros a romper con los
controladores de tránsito aéreo y volver al trabajo. Y fue lo que
hicieron los sindicalistas. La Unión de Pilotos, los despachantes de
vuelos, los conductores de transporte aeroportuario, los maleteros,
todos rompieron la huelga. Y todos los sindicalistas de todos los
sectores rompieron la huelga y volvieron a volar. Fue la Navidad en
agosto para la Corporación Estadounidense.” Y luego, después de Moore describir lo que paso ese 5-8-1981, concluye acertadamente: “…Y
ese fue el principio del fin. Reagan y los republicanos se dieron
cuenta de que podían seguir adelante con todo, y lo hicieron. Redujeron
los impuestos a los ricos. Le hicieron a usted más difícil organizar un
sindicato en su lugar de trabajo. Eliminaron las reglamentaciones de
seguridad laboral, ignoraron las leyes antimonopolios y permitieron que
cientos de empresas se fusionaran o se
compraran y se cerraran. Se congelaron los salarios y amenazaron con
trasladarse a países de ultramar si los trabajadores no aceptaban
salarios más bajos y menos beneficios. Y cuando los trabajadores
aceptaron trabajar con menores remuneraciones, ellos de todas maneras,
trasladaron sus empleos a ultramar….Y los estadounidenses siguieron paso
a paso este camino. Hubo alguna pequeña oposición o contrataque. Pero
las “masas” no lograron levantarse para proteger sus empleos, sus casas,
sus escuelas (que solían ser las mejores del mundo). Solo aceptaron su
destino y aguantaron los golpes. “. Ese fin, cuyo principio fue
aquel fatídico 5 de agosto de 1981 en USA, terminó con la caída del muro
de Berlín, como ya dijimos arriba.
No
está de más recordar que el neoliberalismo, para nada es una teoría
científica económica-política o social sino que es un instrumento
teórico justificativo, de naturaleza político-militar, para la
dominación del mundo por-guerra fría.
Ahora,
cual es la concepción del mundo neoliberal en materia de protección al
consumidor y usuario. El neoliberalismo, que es una religión de culto al
mercado, que sostiene el dogma que las empresas privadas son las
generadoras de las riquezas y del desarrollo, ellas son intocables, a
ella no se les pueden imponer un precio de coste o recortar sus
ganancias porque entonces el desarrollo se estanca; en otras palabras,
el neoliberalismo elimina la idea de control de precios, para defender
al consumidor y sancionar la especulación.
Aunque
“reconoce” (Reconocimiento que es un saludo a la bandera porque veta la
corrección) que hay especulación burguesa, manifiesta que no se pueden
imponer los precios por parte del estado, sino que estos deben dejarse
al libre juego de la oferta y la demanda. En todo caso, continúan los
neoliberales diciendo al respecto, “lo que más se puede hacer”, es
educar, tanto al consumidor como al empresario para que no exista
especulación. La verdad que la burguesía cuando le conviene se vuelve
bien filosófica. En materia de delito común, quiere acción y ya. Pero en
materia de lucha en contra de la especulación, se transforma en una
filosófica rosa, y una pedagoga empedernida, pero nada de represión;
llámalos pendejo.
Pero,
eso no se queda allí, la burguesía neoliberal dice que para fijar
precio y costes y hasta salarios, se debe crear una comisión tripartita
macro-económica, integrada por los empresarios, que serian los que
dictarían la pauta, el gobierno (“su” gobierno) y los trabajadores, por
supuestos los sindicatos blancos vendidos, los que le facilitaron el
trabajo a Ronald Reagan el 5-8-89, para que rompiera la huelga y
doblegara a los contralores aéreos y por cascada al mundo.
LA CONCEPCION NEOLIBERAL Y LA SOCIALISTA EN VENEZUELA
Dentro
de la concepción neoliberal de (No) combate a la especulación (Robar al
público es un derecho legitimo de los empresarios, al igual que
explotar a sus trabajadores), dentro de la carta de intención del Fondo
Monetario Internacional, que se le impuso a CAP y luego a Caldera,
estaba la conformación de esta comisión tripartita nacional, ya que no
se podía ni aumentar salarios y ni controlar precios por parte del
estado, ya que eso es un sacrilegio para el dogma neoliberal, sino que
todo debe hacerse por “consenso”, en donde la pauta la marca el
industrial o comerciante. Esta comisión tripartita; se llamó CONACOPRESA
(Comisión Nacional de Costos, Precios y Salarios), aunque fue anterior a
la carta de intención y fue precursora al
neoliberalismo, como la liberación de precios, ambos de LHC (1979-1984)
y Lusinchi (1984-1989) con la creación de la comisión de
marras, se siguieron “liberando” los preciso, que ya estaban liberados y
empezaron a desaparecer el PVMP (Precio máximo de venta al público), el
listado de los productos regulados y hasta desapareció la ineficiente,
parcializada y burocratizada “Protección al Consumidor”, por una ley de
“educación” al consumidor y usuario, vigente en sus lineamientos
ideológicos burgueses aun.
Esto
es lo que ha venido haciendo el gobierno bolivariano en estos 12 años;
para nada eliminó “La Educación del Consumidor y Usuario”, que es una
concepción burguesa neoliberal y es una forma de sustituir la represión
estatal, legitima y legal, a la especulación ya que la ganancia
codiciosa del capitalista es sagrada.
Cuando
hablamos de concepción neoliberal, en el segmento de protección al
consumidor y usuario, estamos hablando de “educación”, una educación muy contemplativa,
un procedimiento nada dialéctico, muy idílico, como la conciliación, el
arbitraje, ahora inventaron la “mediación”, un híbrido entre
conciliación y arbitraje, con fronteras indemarcadas.
Y
después de tantos devaneos, cuando, por fin se logra dictaminar la
culpabilidad del empresario especulador, entonces la sanción es un
reproche moral, por intermedio de un escrito (Amonestación) o una
multica, en donde el comerciante faltón, recurre hasta la máxima
instancia judicial, para quitarse esa multa, es decir, que la viene a
pagar (Si es que la paga), después de 5 años de la fechoría.
Por
supuesto que la concepción socialista revolucionaria y verdaderamente
Bolivariana, no de un bolivarianismo, que uno no se explica de donde
salió ni en qué consiste, es el darle el tratamiento acertado a la
codicia especulativa, de la naturaleza de un crimen, de carácter
delictual, en donde se incluye, cárcel con penas largas, expropiaciones y
confiscaciones e inhabilitaciones de por vida para el ejercicio de la
industria y comercio; esto debe ser así, en honor a la justicia, ya que
el monto especulado y el daño social, en muchas oportunidades supera con
creces al de un mega-atraco millardiano a un banco o varios bancos, con
homicidios incluidos, sobretodo cuando se trata de medicinas o insumos
médicos, que su carencia provoca muchas muertes.
LA NUEVA CONACOPRESA
Aunque
en revolución bolivariana, nuestra carta magna ordena combatir la
especulación, en su artículo 114, llevamos doce (12) años, en materia de
protección al consumidor y usuario, usando las mismas armas melladas y
raídas que nos dejó, el peor de los neoliberalismos, el de la carta de
intención del FMI, el del paquetazo de CAP y la agenda Venezuela de
Caldera; como son la educación, la conciliación, el arbitraje amigable y
otras paparruchas, que para nada funcionan con un criminal de guerra y
del temple de un profesional de oficio, como es la burguesía
especuladora y desestabilizadora, al mismo tiempo, en esto de la
especulación con alimentos y bebidas y bienes y servicios, y aquí
precisa el dicho, “la revolución, se hace con
revolucionarios” y/o “nadie puede dar lo que no tiene”. Quien no tiene
conocimiento, no puede dar conocimiento, quien no es revolucionario, no
puede ser funcionario de un gobierno revolucionario, por más que se
disfrace de rojo, en nuestro caso, quien no es revolucionario rojo de
verdad, no puede ser funcionario de un gobierno bolivariano
revolucionario. Pero aquí, la culpa no es del mono sino de quien le da
la hojilla; y quien le ha venido dando la hojilla a estos pseudo
revolucionarios y altos funcionarios del estado bolivariano, es el mismo
comandante, por lo que impera una dirección colectiva en base un
proyecto bolivariano revolucionario y socialista radical y acabar con el
culto a la personalidad, como requisito para sobrevivir, no solo
nosotros, los revolucionarios, sino la revolución y el país.
Resulta,
que el Comandante Hugo Chávez, utilizó la ley habilitante para hacer un
decreto-ley, en contra de la especulación, y yo pensaba que iba a venir
duro y curvero, pero nada que ver, más bien despenalizó el delito de
lesa sociedad de la especulación, que en nuestro caso venezolano, está
asociado a la conspiración de derecha, cuya única sanción seria es una
multa.
Pero,
igual de peor que la despenalización de una conducta tan nociva
socialmente, la ley de costos y precios (Injustos), revive la concepción
de la tripartita neoliberal que era la idea de la CONACOPRESA
Lusinchista y después ratificada en el paquetazo de CAP.
Me
explico, la ley-decreto crea, como organismo rector para la fijación de
precios a la superintendencia nacional de precios y costos, quien
fijará los precios en base a la información suministrada por los
administrado (Industriales y comerciantes), ante un ente que se denomina
Registro Nacional de Precios de Bienes y Servicios, regido por aquel;
esta información, es la determinante para que la Superintendencia fije
el precio aparte que crea las “mesas de trabajo” u “otros mecanismos”
para fijar costos y precios justos (La palabra justo, aquí, seria la
“terminología bolivariana” con que decapitaron la ley de patentes de
Samán por otra con terminología bolivariana)) y la participación popular
sin darle carácter vinculante a esta, lo que
la hace un mero saludo a la bandera.
De
hecho, sin estar, constituido el Registro Nacional de Bienes y
Servicios, se han aumentado una serie de bienes como el arroz, el pollo,
la carne, etc., lo que implica que esta “nueva CONACOPRESA, ya entró en
funciones”.
Conclusiones y lo Que se Propone:
Ratificamos,
lo dicho en artículos anteriores que el gobierno bolivariano
revolucionario “combate” al capitalismo con sus mismas melladas y ajadas
armas, y aquí ponemos, como un botón de muestra más, lo que se entiende
como “protección al consumidor y usuario” o lucha en contra de la
especulación, que esta lucha, no es en sí de naturaleza socialista sino
democrática y busca ponerle un freno a la codicia desmesurada de ganar
más por medio de la especulación de los capitalistas, quienes no solo
aumentan arbitrariamente el precio de los productos sino que disminuyen
su calidad que todas estas luchas se agotaron, a principio de los años
80 (5-8-1981), cuando Ronald Reagan con la complicidad del sindicato más
grande de USA, logró romper la
huelga de los controladores aéreos, cosa esta que contribuyó
notablemente a desmantelar el estado de bienestar, primero en los
propios Estados Unidos y luego en el mundo, lo que hizo que el siglo XX
literalmente “se perdiera”, en los 80s, para el socialismo y el
progresismo; esto hizo que se implantara el neoliberalismo global y
todos los derechos fueron mermados; y la lucha en contra de la
especulación se convirtió en una escuelita de “educación al consumidor y
usuario” y mas nunca se ha podido sancionar, como merece a los
industriales y comerciantes. Que el decreto ley de costos y precios
justos, es de corte neoliberal y prácticamente despenaliza una conducta
tan nociva hacia el colectivo social y tanto el Registro Nacional de
Bienes y Servicios, como su órgano rector la Superintendencia Nacional
de Costos y Precios, no son coercitivos y sancionatorios y no tienen un
método científico y verdaderamente justo y equitativo para la
fijación de costos y precios y su único referente seria el criterio de
industriales y comerciantes, es decir los capitalistas explotadores, en
donde la participación popular si no logra imponerse, como un hecho
aislado del gobierno, sería un saludo a la bandera, una especie, con las
especificidades del tiempo, de la CONACOPRESA Lusinchista de corte
neoliberal.
Se
propone; darle carácter delictual a la especulación y crear la
infraestructura inherente a esta naturaleza (Policía, fiscalías,
tribunales, sistema de registro y cárceles especializadas, propias para
estos delitos de cuello blanco), esto impone no solo la vigilancia y
seguimiento permanente de costos y precios sino la fijación
discrecional, por supuesto sobre bases científicas, del estado de costos
y precios.