En la nueva coyuntura que aparece en el panorama electoral, con un objetivo bien claro establecido para el 2012; que es la continuidad del proyecto Bolivariano y con ello la garantía de la prosecución del liderazgo del Presidente Chávez, el Partido de la Revolución no puede repetir los mismos errores acuñados a las viejas prácticas de la partidocracia que han mermado su accionar, por el contrario debe revitalizar su concepción tanto estructural como orgánica.
Una nueva concepción principalmente pasa por darle el rol protagónico a la militancia de base, con claro esfuerzo vemos como un registro de patrulleras y patrulleros de vanguardia se llevó a cabo con el fin de identificar un primer contingente que sea el motor principal de los nuevos objetivos trazados, con elementos de vital importancia tales como la formación política, ideológica y técnica de esa militancia, para que los mismos cuenten de primer plano con los instrumentos políticos estratégicos básicos para desarrollar su rol.
Debemos por tanto tener mucho cuidado de no repetir viejos planteamientos como el “punto rojo”, ya que da la impresión de un partido estático casi absorbido por la lógica inercial de su desgaste en una suerte de burocracia de calle, un nuevo concepto debe visualizarse en un acompañamiento del partido con la gente, sobre la premisa fundamental de la democracia participativa, porque un partido en movimiento no puede ser sólo el casa por casa, ya que ello le da un sentido exclusivamente individualista a la solución de los problemas, por tanto debe ser propulsor y generador de formas de organización así como de asesor de las comunidades en el desarrollo de proyectos que permitan dar en lo concreto alternativas que transformen su realidad actual.
Un partido en movimiento debe ser un espacio para la discusión y la crítica, sobre el fundamento principal del debate del socialismo que queremos, esto implica ir progresivamente formando nuestra vanguardia, para inclusive incorporar a quienes nos adversan. Aún allí en lo pequeño, es probable que hasta puedan ocupar espacios políticos siempre y cuando los mismos ocurran en el marco de la democracia participativa.
Este proceso coyuntural no debe ser por tanto exclusivamente electoral, mucho menos personalista, debe plantearse en los términos de la prosecución del proyecto político que permita hacer un balance de avances y retrocesos, identificando las variables que inciden en la determinación de esas valoraciones, en los términos de ir modificando dichas variables en términos de la construcción del buen vivir.
Surge por tanto un momento ideal para el re-enamoramiento, el re-encuentro y el re-lanzamiento de la revolución Bolivariana, que genere en el ideario pero también en lo concreto la visualización de la transformación definitiva de nuestra sociedad, en los términos de erradicar los principales problemas de nuestros ciudadanos.
"El escalón fundamental de la Revolución Bolivariana se sitúa hoy en lo local (en lo municipal, en lo parroquial y especialmente en cada comunidad). Es allí, en las comunidades urbanas y rurales, donde chocan más directamente los intereses 'apropiadores' y representativos de la vieja 'cultura capitalista' partidista contra los esfuerzos socialistas, participativos y protagónicos populares. Es allí donde se construye el Poder Popular, la toparquía planteada como tesis por el Maestro Simón Rodríguez. Es allí, donde se gana o se pierde la base social de apoyo a la Revolución". Partido en Movimiento. Segunda Línea Estratégica de Acción Política del PSUV.
nortega16232@gmail.com
www.masrevolucion.blogspot.com
Twitter: @nortega16232