“Canciller” en La Habana

Hace cuatro meses Chávez declaró en La Habana que tenía cáncer. Pero que saldría bien de esa emboscada y se integraría de frente al trabajo electoral para ser de nuevo electo Presidente de Venezuela.

Hoy regresa curado y con la fuerza de un titán para seguir ese camino que le trazó Dios, y que no es otro que fabricar una patria digna, soberana, sana, culta y alegre para todo el pueblo venezolano, y contribuir con su ejemplo a señalar ese mismo rumbo a todos los pobres excluidos del mundo. Y ayudar a la preservación del planeta, de su medio ambiente y de la gente.

Los hombres como Chávez que vienen al mundo a cumplir una misión, a transformar la historia, sufren mucho. El viacrucis incluye abandono, traiciones, deslealtades, incomprensión, críticas malsanas, soledad. Nada fácil les resulta su paso por la vida terrenal a hombres como Chávez. Ya ven ustedes, amables y pacientes lectores por lo que ha tenido que pasar este cristiano: paro petrolero, paro cívico, golpe de estados, deslave de Vargas, guerra mediática en contra de manera permanente, golpes mediáticos de la oligarquía internacional y ahora este “canciller”. Pero de todas esas “encerronas” ha salido bien y más fortalecido. Y algo importante. Cada vez que Chávez sale de una emboscada el pueblo vota por él en mayor cantidad.

Este “canciller” le sirvió de mucho al Presidente. Gracias a esa enfermedad pudo darse cuenta quiénes están con él de verdad verdad, quienes le están jugando quiquiriguiqui; con quiénes puede contar; a quiénes tiene que volarles la cabeza; quiénes bailan pegado con su estilo de gobernar y quienes le hacen dos caras. Chávez no se chupa el dedo y no le tiembla el pulso a la hora de llamar la gente a capítulo. Como dicen los chamos “Chávez no se para en artículo”.

TINTERO

Me dijo un taxista en Maracay hace dos meses: “Dios le mando ese cáncer a Chávez para que se pusiera pilas. Para que se sensibilizara más y para que se diera cuenta que el verdadero poderoso es él, que Chávez, es su hijo, y que el único que lo puede joder es él”. Por cierto el taxi de este señor estaba lleno de imágenes de Jesús y de biblias; parecía una iglesia portátil.

TINTERO II

¡Bienvenido Presidente! Que Dios lo proteja y le de más clarividencia y más salud para que puede afrontar todo el mundo de vicisitudes que le aguardan. No es nada fácil vencer al monstruo. Pero ya le hemos ganado varias batallas. El camino es largo y culebrero. Pero Ud. es un caballo de fondo, de largo trecho y talentoso.

americoarcadio@yahoo.com


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Américo Hernández


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