Doctor Navarrete: me dirijo a usted en la oportunidad que me ofrece este medio llamado Aporrea, para decirle algunas cosas que tengo varios días pensando. Usted dio unas informaciones a varios medios de comunicación sobre la salud del Comandante Presidente; usted dio un diagnostico basado en que usted dice haber atendido al ilustre paciente. Es decir que usted fue su medico o al menos uno de los médicos que atendió al Comandante Chávez.
Lo que me llama la atención es que el propio Comandante Presidente declaro que usted nunca fue su medico tratante. Aquí entre nos le diré que yo le creo más al presidente. Usted no me merece la suficiente confianza como para darle crédito a sus declaraciones.
También ocurre doctor Navarrete que concediéndole el beneficio de la duda, y aceptáramos por ciertas sus declaraciones. De ser así usted rompió el juramento hipocrático, usted violento el secreto profesional, usted arrastro la profesión medica al fangal.
Doctor usted no debía, ni podía hacer publico el supuesto diagnostico. Usted debía mantener ese insisto supuesto diagnostico en secreto hasta que se le autorizara a difundirlo. Usted se presto al juego macabro que se esta fraguando desde el departamento de estado de los estados unidos, si doctor en minúsculas.
Como podrá ver doctor, el imperio gringo esta tratando de tomar posesión de los territorios donde hay los dos bienes más preciados del mundo: el agua y el petróleo. Nuestro país no escapa a la codicia del gran capital imperial. Usted acepto ser un peón del imperio, un sirviente de los yankys, de las transnacionales. Usted vendió o se vendió por un palto de lentejas.
Doctor usted seguirá siendo medico, su titulo no se lo quita nadie, pero gente, lo que se dice gente usted no lo es. Hizo bien en irse del país, aquí no necesitamos a tipejos como usted. Déjeme decirle doctor que usted es un hijo de puta. Con el respeto que me merecen las prostitutas. De usted no acepto ni los buenos días.