Sobre el maestro
Abreu no hay confines del mundo donde no sea una referencia tanto personal
como por su tesón y persistencia, el Sistema de Orquesta hasta casi
que es emblema de la política exterior de estas tierras bolivarianas.
La fibra nacionalista
y la hidalguía patria se elevó hasta su máxima expresión, además
por el acompañamiento de todas las máximas autoridades nacionales
la orquesta se presentó en Ginebra para decir que en Venezuela se respetan
los Derechos Humanos por eso es que en Venezuela la Revolución es Humanista,
por eso es una nación libre, democrática, soberana y digna de las
luchas de nuestras Glorias Patrias.
Igual pasa
con la querida Cuba, sus atletas y sus hazañas hablan por lo que es
esa heroína antillana.
El maestro
Abreu y el cineasta Alberto Árvelo tienen pendiente otro documental
seriado en los ambientes naturales de Venezuela, ahora cuando se formalice
lo concerniente al Territorio Insular Miranda, que se presenten en vivo
las notas musicales de las orquestas infantiles y juveniles en ese territorio
azul, además que se eleven por los cielos en Canaima y arrullen también
hacia todo el Amazona aportado por 8 países con sus 8 millones de kilómetros
cuadrados, también al sur del Lago con su rayo del Catatumbo, que los
Medanos de Coro por el tiempo de interpretación rimados de los instrumentos
musicales ceda sus vientos a escuchar, que niños y jóvenes latinoamericanos
se presenten con sus notas musicales en la Base Terrena y eleven al
Satélite Simón Bolívar el susurrar musical de la ternura que es la
solidaridad entre los pueblos, que en la Faja Petrolífera del majestuoso
Orinoco la extracción vibre con los arpegios de manos infantiles y
juveniles que asumen el palpitar de auto sostenibilidad y la sustentabilidad
nacional y la confluencia de muchas banderas nacionales de otras latitudes.
Ah! pero no debe quedar por fuera Lagunillas con su fenómeno de la
subsidencia expresión de la abusadora extracción petrolera que el
suelo está a 9 metros por debajo del nivel del lago, vale decir tanto
petróleo que extrajeron para el exterior que el suelo cedió.
El Pico Bolívar
o en el Teleférico reclaman cada uno que estén presentes las orquestas
del sistema en el menú musical pero eso tienen que solucionarlo por
Mérida.
“Cada
pueblo una orquesta” el lema es conmovedor por lo hermoso, por
el reto de liberar para construir “una sociedad justa y amante
de la paz” por lo que liberar cada palmo de tierra exige asumir
inicialmente consciencia liberadora y de patria.
Desde luego
las orquestas infantiles y juveniles son equipo de conjunto, igual es
la vinotinto, que se da el toupé de contar con dos selecciones.
Recuerdo la
ya desaparecida desde hace muchos años Revista Sport Gráfico, donde
conocíamos a jugadores o luminarias pero también al talento nacional
que descollaba en distintas regiones del país, a través de reportajes
que nutrían la revista aludida, lamentablemente los medios actuales
están dedicados al deporte pero el peso descansa en el deporte rentado
y sobre todo foráneo, dejando de lado a atletas o deportistas que son
potenciales baluartes.
Pudiera asumirse
en paralelo pero hemos avanzado en instalaciones deportivas en todo
el país; pero así como asume el Sistema de Orquesta en cada pueblo
una orquesta, pudiera asumirse en cada pueblo un complejo deportivo
con su respectivo pool de entrenadores y entrenadoras.
Ahora disculpen
la bellaquería: pero imaginemos que por unos minutos hubiéramos perdido
la cordura y planteáramos que quienes dirigen el sistema de orquestas
no cuentan con un plan rector anual y se ignorara la iniciativa para
las regiones, además estuvieran contaminados de ambiciones personales,
grupales, zancadillas, pues se pierde el rumbo ético, organizacional,
no se cumplieran las metas en el tiempo estipulado y así por el estilo,
quedarían algunos de sus integrantes para animar fiestas familiares
y cantarle en la búsqueda al niño Jesús cuando un choro o una chora
se lo ha robado del pesebre.
Creo y me someto al llamado de atención si me equivoco pero creo que el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles y la Vino Tinto, con el profesor César Faría al frente con el aporte valioso de quienes lo antecedieron, se constituyen es una buena experiencia organizacional que hay que tomar en cuenta, algo de interesante y referencial tiene que haber en su acumulado que es necesario observar. Con respecto a la Federación de Fútbol no me pronuncio.
Sobre el deporte
en Venezuela, vale recordarlo es Política de Estado, vaya el reconocimiento
a esos deportistas y atletas desde los más humildes en cualquier parte
del lugar más recóndito de la República como aquellos y aquellas
de reconocida trayectorias que apartan parte de su valioso tiempo -según
su plan de formación- para dictar clínicas en los barrios y en comunidades
rurales, porque “Venezuela es única, soberana e indivisible” y
sin orgullo nacional, qué?.
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