Antes de que comenzara el debate,
estábamos asustados en la casa de Margot, porque el dictador estaba
regalando unos reales allí a una gente que supuestamente la habían
robado nuestros banqueros, eso seguro fue un montaje para que la gente
crea que se están haciendo vainas buenas en este gobierno, pero digo
que estábamos asustados porque eran casi las ocho de la noche, y el
dictador en cadena nacional repartiendo real a una gente que seguro
después que termina la cadena tienen que devolverlos, y bueno,
el tirano decidió terminar la cadena faltando segundos para las
ocho, y allí aplaudimos, y cuando comenzó el debate y vimos
a Jesús María Casal dar inicio a la vaina, nos pusimos de pie y Margot
dijo: “Toma tu tomate, dictador, así, así, así es que se debate”.
Es decir, había entusiasmo en la familia de Margot y en el pueblo unido
jamás será vencido, pero cuando comenzaron a dar razones y argumentos
para salir del dictador, toda la familia de Margot estaba tan fastidiada
que el hermanito menor dijo: “Era preferible que el dictador siguiera
en cadena”. Aquella vaina no había por dónde agarrarla.
Lo mejor del debate eran los
comerciales, porque uno tenia tiempo de arrecharse con todos ellos y
decir un montón de vainas allí, como, qué bolas, y dónde están
las ideas, y cuáles son las diferencias, pero nada. Aquello eran lugares
comunes por todas partes: que si el progreso, la paz, la justicia, la
fe, la esperanza, y “váyanse para el carajo”, dijo Margot.
Cuando el papá de Margot,
mi suegro, escuchaba esas cifras de millones de niños abandonados,
de millones de desempleados, preguntaba “de dónde coño sacan esas
cifras que no dicen la fuente, o es que ellos creen que este pueblo
sigue siendo bolsa”. El hombre estaba arrechísimo con ese debate.
Margot y yo nos empezamos a alejar del televisor porque el papá
nos podía tirar una vaina encima. Y cuando terminó el debate
dijo: “El peor de los candidatos fue el mejor”, y nadie se atrevió
a preguntar quién era el peor que ahora era el mejor.
- Déjame que te cuente, limeño._ Me canta Margot.
robertomalaver@gmail.com