Primero que nada, quiero dejar constancia, que lo que digo aquí, es dictado por mi conciencia que me persigue por todas partes y quien es la que me dice: te lo dije Nelson, perro que come manteca, mete la lengua en tapara, morrocoy no sube palo ni cachicamo se afeita.
En anteriores artículos dije con suma franqueza que yo dejé de creer en Chávez, desde hace algún tiempo. Sin embargo, a pesar de todo seguía apoyándolo contra los escuálidos, con la esperanza de que volviera al origen de sus principios. Pero mi espera fue en vano, con lo que vi y escuché ayer de su boca dirigiéndose al enemigo número uno de Venezuela, me bastó para decir: ya esta bueno, hasta aquí mi apoyo al hombre en quien confié alguna vez, con toda mi fe revolucionaria y mi conciencia socialista.
Cuando Chávez, le dice al bufón de los yanquis, que el hará todo lo posible para que Venezuela, no sea utilizada en contra de la paz y la seguridad de Colombia, sin pedirle reciprocidad al mayor asesino de Colombia, está cometiendo un acto de entreguismo. Él presidente Chávez, está en el imperioso deber de éxigirle a ese gran hijo de puta colombiano, que nos de garantías de que sus paracos, narcotraficantes y el ejército asesino de Colombia, jamás traspasarán nuestras fronteras para sembrar el terror y el horror de las drogas en nuestra patria. Exigirle que no siguieran llevándose de contrabando hacia Colombia: nuestra gasolina, nuestro cemento, cabillas, aluminio y nuestros alimentos.
Pero nada que ver. Chávez, solo le dice que lo que le duele a Colombia, le duele a Venezuela. ¿Acaso a los colombianos les duele, lo que nos duele a nosotros? Le dice, que es necesario llevar el comercio bilateral a siete, diez, cien mil millones de dolares, donde la balanza comercial siempre favorece a Colombia. Aunque no estoy de acuerdo con ello, uno puede entender el amor que tiene Chávez por Colombia que es el mismo amor que sintieron otros presidentes por ella. Lo que no puedo entender, es su entrega total a la oligarquía colombiana tal como lo hicieron los adecos y copeyanos en épocas anteriores.
El creador de los falsos positivos y autor de la invasión colombiana al suelo ecuatoriano, se trajo casi completico su gabinete y se llevaron todo lo que vinieron a buscar. En cambio a nosotros no nos dejaron nada. Petróleo, gasolina, seguridad, comercio, turismo, promesas de paz, todo se lo ofreció el presidente al hombre que cuando reciba las ordenes de los yanquis de atacarnos, lo hará sin pensarlo dos veces. Chávez, ya se olvidó de las siete bases militares yanquis en suelo colombiano. Se olvidó de la penetración de las autoridades colombianas en nuestro territorio para secuestrar a quienes consideren ellos sus enemigos. Se olvidó que desde Colombia, se conspira y se seguirá conspirando contra él su gobierno. ¡Coño! el hombre se olvidó de toda la vainas que nos echó Uribe y su ministro de defensa, o sea el inefable santos. ¿Habrán hablado de la suerte de Julián Conrado, a quien Chávez tiene secuestrado?
Por eso digo con dolor, pero con mi conciencia muy limpia que ya no seguiré apoyando a Chávez. Que no volveré a votar por él (en toda mi vida he votado dos veces y siempre fue por él) Y no tan solo por su entreguismo a Colombia, sino, porque traicionó los votos que le di cuando me ofreció llevarme al socialismo y lo único que ha hecho es profundizar el capitalismo, abriendo cada día más la brecha entre ricos y pobres. O sea las diferencias que existen entre el trabajador y el burgués. Chávez, está repartiendo la renta petrolera a su antojo, sin pensar que algún día el petróleo, pueda bajar de precio. El, nos manda a ahorrar y él no ahorra, todo lo contrario despilfarra, sin pensar lo que pueda suceder mañana.
Y eso para mi, no es repartir las riquezas con equidad y mucho menos es socialismo: Eso se llama populismo y nada más. Y yo, no puedo seguir siendo cómplice de un presidente sin rumbo ideológico y de un gobierno y de unos partidos (incluyendo al comunista) que solo le rinden culto a la personalidad de Chávez, que han dejado, que éste administre a Venezuela como si fuera su propiedad privada. Por todas estas cosas y muchas más es que le retiro mi apoyo al presidente. También me retiro de la política y dejaré de enviar mis opiniones a Aporrea. No vale la pena seguir acompañando a un hombre y a un proyecto que están completamente desvirtuados.
A los camaradas de Aporrea, les doy mis más infinitas gracias por haber tenido paciencia conmigo y por haber publicado algunos de mis artículos, espero tengan la amabilidad de publicar este de despedida. También les doy las gracias a los camaradas que me leyeron y a quienes tuvieron la gentileza de enviarme correos comentando algunos de mis escritos. A todos mil gracias.... PATRIA O MUERTE VENCEREMOS...
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