A propósito de la CELAC -Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe- cónclave de países en Caracas los días 2 y 3 de Diciembre 2011, dan vergüenza o pena ajena, comentaristas que viven de criticar la que uno de ellos llama “dictadura electa que lleva doce años…”, se trata del autor de “Runrunes” opinión inserta en el diario ultraderechista El Universal, escrita para satisfacer la amargura rara y desestabilizadora de un veterano de la lides periodísticas, apellidado algo así como Bocagrande… y de nombre de pila Nelson. Las tres cumbres en la cuna de Simón Bolívar: PETROCARIBE, UNASUR y específicamente la CELAC encuentro de Presidentes, Primeros Ministros y Cancilleres de 33 naciones, afortunadamente sin presencia del antiguo tutelaje de Estados Unidos y Canadá, son despachadas por Bocagrande descalificando las medidas lógicas de seguridad en estos eventos internacionales y llamando “chulos de Venezuela” a los visitantes, sin respetar a las damas. Como si su columna fuese dedicada a los chismes cual reportero de vanidades, Bocagrande es despreciativo hacia quienes conforman el entorno que acompaña a Cristina Kirchner, regodeándose en enumerar lo que trae en sus maletas la Presidenta de Argentina, quizá porque a Nelson le escuece que la digna dama fue reelecta ampliamente para la presidencia, con casi 55 % de los votos del pueblo argentino, premiando la política socialista. Los “runrunes” asquerosos de la amargura periodística bajo la perdida responsabilidad de Bocagrande, son algo así como opinión de quien le tiene odio especial al sexo femenino por un irregular deseo extraño de no haber nacido en el sexo contrario, según psicólogos y psiquiatras quienes señalan que tal irregularidad conductual es habitual cuando un ser humano se la dedica a una o varias personas del sexo contrario, como el caso de la Presidenta de Argentina víctima de repetidos comentarios por parte del desesperado analista político de El Universal. A ese estercolero llegan opinadores de oficio, voceros contrapatria de la oposición politiquera, en su odiocracia contrarrevolucionaria y siempre molestos porque el colectivo los castiga con el desprecio a los medios donde escriben o hablan, prefiriendo por encima de la libertad de presión que ejecutan impunemente, apoyar la plena libertad de expresión que se observa en Venezuela, donde jamás habíamos disfrutado tanta diversidad democrática y el colectivo mayoritario continua respaldando la revolución bolivariana y su líder máximo. Venezuela afianza el prestigio internacional del Socialismo Siglo XXI, aplastando a desopinadores que exaltados en sus cálculos políticos desacertados, sólo han atinado a despotricar contra la organización de la histórica reunión fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELAC, como parte de planes politiqueros intentando aprovechar la visita al país de tantos ciudadanos y ciudadanos extranjeros, quienes así libremente podrán presenciar la auténtica democracia revolucionaria y la participación ciudadana que vivimos los venezolanos, aguantando las deformaciones diarias de la realidad, por irredentos grupos de la oposición minoritaria.
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