En los tiempos
del bipartidismo adeco-copeyano alguna gente se consolaba votando
por el mal menor. Otro consuelo de los electores, en su afán de disputa,
era que los adecos robaban y dejaban robar. Mientras que los copeyanos
robaban para ellos solos. También se oyó aquello de que con los adecos
se vivía mejor. Así pasaron cuarenta años de tira y encoje,
dime y diretes entre panas que engañaban al pueblo con lo que
en mundo boxístico se llama guanteo de sombra. Algo así como el modelo
norteamericano en su expresión sureña. Los votantes votaban por uno
o por el otro de manera alternativa, y así se le fue buena parte de
su vida: de frustración en frustración.
Todo eso fue tiempo perdido. Lo que dejaron fue una secuela de vicios,
mañas, decenas de compatriotas desaparecidos y un país entregado a
las transnacionales. Llama la atención que quienes los han venido sucediendo
en lo que queda de aquellos esperpentos de partidos y sus divisiones
es una dirigencia amarrada ideológicamente a ese pasado. Una
caricatura. No se atreven a revisar nada. Hoy viven de la nostalgia,
el despecho y con razón hay que llamarlas las “viudas del puntofijismo”.
Las
pruebas de ese comportamiento las tenemos todos los días. Cada vez
que abren la boca es para meter la pata y seguramente para que sus seguidores
se decepcionen o sientan pena ajena. El promocionado “debate del año”
de la cadena VV es una muestra palpable de quienes lo único que dicen
y repiten es que hay que “acabar” o “salir” de Chávez.
Llegan al colmo de decir que tal o cual pregunta la responderán
cuando “salgamos de Chávez”. Si le preguntan lo que van a
hacer cuando sean gobierno, la respuesta es que primero hay que “salir
de Chávez”.
Ellos se
van a dar cuenta que están perdiendo oportunidades para intentar decir
cosas serias, lo cual no está en sus mentes. Se habrán dado cuenta
que a pesar de lo estrafalario del programa y su promoción, ellos y
el canal perdieron el tiempo. Quedaron bien feos. En vez de sumar, restaron.
Que potenciaron a Chávez. Y como a cada palabra lo que dan es muestra
de desesperación, inestabilidad emocional, falta de seriedad
y odio, bien vale recordar a un caballero que se aparecía en las fiestas
patronales de El Tejero, edo. Monagas, a quien apodaban “Matatigre”.
Ante cualquier guachafitoso, despistado, mamador de gallo, gracioso,
chistoso de mal gusto o que pretendiera burlarse de él, su respuesta
era: “Tu lo que estás es loco, enfermo y mal recetao”. Así está
la oposición venezolana.