Viviendo con plena intensidad esos largos días entre el secuestro y liberación, me fui retro-alimentando de las diversas opiniones y posiciones que daban mis conciudadanos sobre este tema, tanto por las redes sociales, como por los más diversos artículos que se escribían en esos momentos; y al final casi todos se podían resumir en dos vertientes claras y bien definidas. La primera y sustentada por la inmensa mayoría, coincidía en que este era un nuevo caso de nuestra desatada delincuencia, haciendo alusión a los pormenores del caso, pero siempre dejando al culpable cierto de esta delincuencia en un plano abstracto, es decir, la delincuencia existe y ese es el problema, lo demás esta de más.
La segunda vertiente y esta apoyada por una minoría más sesuda, he de acotar, iba más allá, buscaba más profundamente las razones de esta situación que vive, no solo nuestra sociedad, sino que la padece el mundo entero, ya que ni el mismísimo imperio con su enorme aparato de represión policial militar logra tan siquiera un control eficaz de este flagelo. Como les decía, yo me uno a ese grupo de buenos conciudadanos pensantes y sesudos que se toman su tiempo en el análisis de los acontecimientos y que van más allá del común pensador, donde por lo regular priva el espectáculo, los flashes, usar un tema sentido y de moda para que su publicación tenga sus 5 minuticos de fama; como les decía, estos son la inmensa mayoría, que existen pero no importan, los importantes son los otros, los que meditan, piensan y después opinan, porque al final eso es lo que hacemos todos: dar nuestra opinión, nuestro punto de vista, con la única finalidad de generar una pequeña toma de conciencia social dentro de nuestra ciudadanía y traer al debate publico el fondo de los problemas y no quedarnos perennemente en la forma, tan publicista ella, tan de moda ella, pero tan inútil como banal.
Si bien es muy cierto que muchos de los argumentos esgrimidos por estos señores tiene un verdadero asidero en la realidad social venezolana, no es menos cierto que al igual que los primeros, los de la inmensa mayoría, apenas se quedan en los primero prolegómenos del fondo del problema, apenas si dan luz a los aspectos más relevantes y más claros del fondo, pero nuevamente no profundizan, no van al verdadero tuétano, se quedan apenas en el inicio y por ende, hasta aquí también los dejo yo. Yo prefiero unirme al otro grupito, porque ciertamente es un grupito mínimo que no deja de gritarle a la sociedad en donde se encuentra el problema, el meollo del asunto delicuencial.
Ahora veamos a este, el ultimo grupo, el que va más allá, el que no se conforma con curar una meningitis con paños húmedos o con tachipirin; no, estos van al fondo, al diagnostico claro, duro, conciso, con todos los acentos y con todas las consecuencias que esto acarrea, y aquí, ya que este también es mi punto de vista, hablare solo en primera persona, ya que como ser pensante y responsable, se ser ciudadano y hacerme padre de mis opiniones y en este sentido más claro no puede ser mi titulo, aquí solo hay un culpable y es: El Capitalismo.Se que muchos dirán: nuevamente el “comodín” del capitalismo para enmascarar las ineptitudes gubernamentales, y yo le diré: que para nada. Pero para aquellos que así piensan aquí le va esta pequeña realidad: este “Inepto” gobierno resolvió el caso del pelotero en tiempo récord, creo que apenas estuvo tres días secuestrado. Lo recupero sano y salvo y desmantelo plenamente a la banda de secuestradores, y ese mismo día y en igual tiempo récord, libero, creo que a una joven en Barinas, pero claro, esta era hija de Juana y Pedro y a esos nadie en nuestros medios de comunicación les paran bola; y para más datos, busquen y llévense una gran sorpresa de la enorme cantidad de casos de secuestro que son solucionados satisfactoria y prontamente por este “Inepto” gobierno.
Dejémonos de divagaciones y volvamos a lo importante, al verdadero culpable de fondo, al único cierto responsable de este flagelo que azota a nuestra sociedad, y es así de claro y se los vuelvo a repetir: El Capitalismo. Pero ahora analicemos esto un poco más de cerca. Nuevamente tendremos que dividir nuestro análisis en dos, ya que aquí el capitalismo crea a dos victimas, que en este caso fueron victima y victimario, pero que en realidad los dos son victimas claras de este pernicioso sistema social.Empecemos por la victima del hecho noticioso, es decir el pelotero de béisbol. Ahora bien se que lo que viene va a levantar roncha pero es ahí donde reside el meollo del problema. Nuestro sistema socio-económico conocido como Capitalismo entendió muy bien los dos preceptos fundamentales que tan exitoso hicieron en la antigüedad al más famoso y el primero de los emperadores romanos entiéndase: Julio Cesar. Este entendió prontamente que acceder al poder a través de la fuerza y mantenerlo a través de esa misma fuerza era efectivo pero poco durable, no nos olvidemos que el casi fue victima del primer general romano que alzo sus armas en contra del pueblo romano: el nefasto Sula, pero fue su antecesor: Pompeyo, que llego al poder a través del asesinato directo de Sula y la toma del control de sus ejércitos, quien le enseño a Julio Cesar lo que él mismo aplico tan bien en su reinado: “pan y circo”.
En el caso romano no puede ser más precisa esta idea. Pan: darle de comer justo lo necesario al pueblo y te tendrá como su benefactor. Circo: darle entretenimiento constante al pueblo y no se molestara en indagar que haces con el gobierno. Fue así que Julio Cesar, con sus espectaculares actos de circo en el famoso “Coliseo Romano”, que le costaron la vida a cientos de miles de esclavos y animales, y además, dándole la ración justa de grano para su sustento al pueblo, logro gobernar y además ser tan apreciado por su pueblo, que solo una confabulación oligarca logro asesinarlo y sacarlo del poder.Pues bien, lo anterior ha sido el marco histórico referencial que ha usado el sistema socio-económico llamado: Capitalismo para: no solo establecerse profundamente en nuestras sociedades, sino que ha logrado que nosotros, sus victimas directas, juguemos su juego y hasta lo defendamos. Pero volvamos al caso especifico del pelotero para aclarar mi punto. El pelotero, no lo conozco y no importa y voy a hablar de manera general para todos los “Profesionales del Deporte”, que hace ya un buen tiempo dejaron de ser “deportistas” y se convirtieron en parte de este nuevo circo romano, es así que los peloteros de grandes ligas ganan unas exorbitantes sumas de dinero y aquí cabe la pregunta: ¿es ética esta remuneración?, ciertamente desde el punto de vista capitalista sí, ya que no hacen nada ilícito para obtenerla, son parte funcional del espectáculo de dominación del sistema y por ende no solo son bien vistos, sino que son admirados, pero desde el punto de vista moral y ético profundo de una sociedad NO, y me explico.
Como es posible que siendo el maestro de escuela el mentor inicial de todos nosotros, peloteros, ingenieros, políticos, amas de casa, en fin, de casi todo el mundo, sea esta la profesión más mal paga que existe; como es posible que un policía que arriesga su vida a cada segundo por proteger a gente que ni conoce y que además ni le agradece, tenga en muchos casos, obligado por el pernicioso mecanismo de la vida capitalista misma, caer en ilícitos para poder medio sustentar una vida casi digna; como es posible que el medico, ese que nos salva la vida, y salvando contadas excepciones de mercenarios de la medicina, logran apenas y con un esfuerzo a nivel de estudios muy meritorio y tedioso, un nivel de vida apenas aceptable; y mientras todo esto ocurre un pelotero, que lo único que hace por la sociedad es NADA, porque para entretenernos podemos hacer mejores cosas, así que repito, un pelotero que no hace absolutamente NADA de provecho para la sociedad, gana una cifra de dinero, que todos los profesionales FUNDAMENTALES para la sociedad antes nombrados, ni siquiera logran soñar, y lo más paradójico y triste de esta historia, y aquí se demuestra lo bien que ha hecho su trabajo el Capitalismo, es que estos profesores, médicos, policías y afines, son quienes en el fondo pagan con parte de su misero sueldo los exorbitantes salarios de estos cuasi parias de la sociedad y aun peor “los admiran”, llegando al punto de desear que sus hijos se conviertan en la nueva estrella del béisbol antes que seguir los pasos de la mal paga profesión de su progenitor; así de sembrado tenemos todos los occidentales el maldito amor al dinero.Eses es el primer aspecto del problema, como este sistema premia “enormemente” a aquellos que prestan su inútil labor para mantenernos embobados en esta cíclica rueda de destrucción social, que solo a unos pocos engorda y que a todos los demás somete. Son estas victimas, porque estos peloteros al final son victimas también, los que esta en el pináculo del “Circo” tan necesario para que el sistema capitalista logre que el 90% de los seres humanos nos levantemos a las 5 de la mañana para poder casi llegar a las 8 al trabajo, trabajar como bestias por ocho horas, mal almorzando una vianda fría, salir del trabajo a las 5 para tal vez llegar a las 8 de la noche, encontrar a nuestro hijos acostados y a nuestra mujer cansada, y ante este panorama de frustración que haría pensar a cualquier ser un poco pensante que este hombre en una semana se subleva, pues no, ahí entra a jugar el “Circo” y es tal la perversión que este pobre ser oprimido del sistema, destina una parte de su muy mala paga a mantener ese disfrute, esa mentira, esa “esperanza” de vida intacta, y es que en el caso del pelotero también es muy útil al sistema en el aspecto de la esperanza.
Para explicar mi ultima frase, veamos nuevamente a la gran mayoría de peloteros de grandes ligas, repito, la gran mayoría de ellos de broma completaron la educación secundaria o media, y apenas un numero reducido han ido a la universidad y los que fueron (los gringos mayormente) es porque el sistema para mantener el alimento necesario a su maquina de “Circo” establece becas para el sustento y captación de estos jóvenes, que serán a corto plazo uno de los estandartes máximos para el mantenimiento de la dominación del sistema; es así que nuestro pueblo más llano y necesitado ya no ve en el estudio la salida al progreso familiar, ya no piensa que la inversión en la educación del hijo redundara en un beneficio familiar, no; eso es muy largo, tedioso y esforzado y además ¿para qué? si jugando pelota o cantando reggetón en pocos años, aveces meses, pueden guindarse al cuello 14 guayas de oro, pasando, de una vez, a ser piezas apetecibles para la escoria, para el desecho que deja la molienda capitalista de la sociedad sobre la humanidad: los criminales.Es tan grave que esto se haya convertido en la “nueva esperanza” del pobre (no me olvido de la lotería, pero ese es otro tema), que ha dado pie a la aparición de un hecho tristemente paradójico en estas tierras nuestras, y ahora hablare del victimario, y este hecho es que tanto los delincuentes como los peloteros salen casi siempre del mismo sitio: el barrio; y ojo con esto, dije casi, porque los peores delincuentes, los de cuello blanco, nunca salen del barrio, pero no divaguemos; la única diferencia entere uno y otro es un talento natural, no adquirido, mejorado con la practica ciertamente, pero no adquirido, no es necesario un proceso de estudio largo y tedioso pero muy beneficioso, moralmente hablando, para su obtención, de ahí, que los que tengan este don peloteros son, y los que no y a falta, claro esta, de una solida educación en el hogar terminan queriendo tener acceso a los niveles de fortuna del pelotero y en el mismo lapso corto de tiempo, y al no querer entrar en el único sistema cierto de igualación y justicia social como lo es la educación, terminan siendo criminales, ya que esta es la aberración final del sistema, ya que usando la máxima norma del sistema: “hazte lo más rico posible en el menor tiempo posible”, pues bien, la única vía factible que les queda es el crimen, y es así que victima (pelotero) y victimario (delincuente), en el fondo de toda la historia tan solo son victimas de un mismo culpable: El Capitalismo.
Ya para finalizar este un tanto largo articulo, no nos olvidemos del inicio, de la finalidad, de lo importante, del fondo del problema y que es el tema del articulo, aquí el único culpable cierto es el capitalismo y la única cura cierta de la delincuencia es cambiando radicalmente el sistema, porque de poco o nada valdrá la mayor de las represiones, de poco o nada valdrá la más científica de las policías, si se tiene un sistema donde al inútil “socialmente hablando” se le premia hasta la saciedad y a los empleados fundamentales del sistema social se les mal paga y además se les enseña a disfrutar gastando sus pocos reales y admirando hasta la saciedad de la esperanza a estos parias morales de la sociedad, repito, poco o nada haremos en realidad; y si no me creen vean detenidamente al papa del sistema, los United States y solo háganse esta pregunta: ¿por qué, si es el país más seguro y con la mejor policía, son el único país del mundo que tienen una división de “Crímenes Seriales”? y además estos son tan frecuentes, pero tan bien muy bien ocultos por la “mass media”, que hasta tiene una serie de televisión haciendo oda a estos crímenes, por favor señores, es que seguimos siendo indios que nos encantan los espejos y ahora como no tenemos oro damos nuestras almas, por favor.Recuerden que la única vía cierta para la transformación definitiva de nuestra sociedad es la revolución, lo demás son pañitos húmedos, pero eso sí, una verdadera revolución y no una simple meneadita de mata; y ahora si finalizando recuerden lo que decía Stendhal: “Adiós, amigo lector; intenta no ocupar tu vida en odiar y tener miedo".
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