Hay quienes quieren borrar de un plumazo todo lo ocurrido en Venezuela a partir del triunfo del Presidente Chávez en 1998. Quieren hacer lo María Antonia, canción de Luis Mariano que popularizó Gualberto. Resulta que la fulana estaba loca de remate y como tal escribía con una escoba y barría con un papermate. Para colmo se lavaba el moño con agua oxigenada y le decía a su marido: aquí no ha pasado nada. Es posible que a la oposición venezolana le pase lo de la citada, y como ya no tiene remedio hay que decirle: “María Antonia tu estás loca, déjate de tontería, métete en el manicomio y se te quita esa porfía”.
Ahora, cuando hablamos de los locos de remate que a lo mejor celebraron su día a lo grande, hay quienes están peor y sin cura. Me refiero a los medios de comunicación que desde hace buen rato sustituyeron y asumieron la función de partidos opositores. La perversión de éstos ha llegado al colmo de desentenderse de la realidad. Mejor dicho de la verdad. Quedaron para destacar los sucesos, accidentes de tránsitos y lo que a diario hace la delincuencia. Tal es así que hay periódicos nacionales, regionales o locales que cuando en su ámbito no hay muertos, destacan el de otra parte, Refritan un difunto, homicido, robo o choque. Total, hay páginas que son para sucesos, y nada más.
Para esa prensa, por ejemplo, la creación del CELAC, como acontecimiento de suma importancia para Latinoamérica no existió o pasó por debajo de la mesa. Lo minimizaron, partiendo del hecho equivocado que si ellos no lo destacan en sus páginas no es importante para la gente. Se “olvidaron” que durante esos días estuvieron presentes en nuestro país unos 33 países y sus representantes, entre presidentes, primeros ministros y cancilleres. “Creyeron” que la representación de esos 33 países eran chavistas o izquierdistas. Tamaño error. Se volvieron a equivocar. La ética y el periodismo sin brújula. Cualquiera sabe que allí estaba la noticia de esos días.
Así ha ocurrido con otros hechos. Cumplen con el recetario imperialista sin desparpajo ni vergüenza. Satanizan y criminalizan. Desde la lejana Libia hasta nuestros láres. Niegan, ocultan, minimizan, invisibilizan, tergiversan. Para ellos aquí Chávez no está haciendo nada, Es un “tirano” que ya va para la elección 14…y la ganará. Para ellos no existen las Misiones que han redimido y dignificado al pueblo. Para ellos el petróleo se despilfarra. No existe UNASUR, ALBA, Petrocaribe, Mercal, Barrio Adentro, Medicina Integral, CDI, pensiones del seguro social, etc. ¡Que equivocados están! Por eso es que los venezolanos desde hace 12 años cantamos más alegría y emoción el impelable temita navideño de Tony Camargo: “Yo no olvido el año viejo/ porque me ha dejado cosas muy buenas…”
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