El
2011 dejó en el recuento de sus 365 días muchísimas satisfacciones en
el campo de la política, en lo negativo y desagradable recuerdo
personalmente varios testimonios de inconformidad inducidos por lo que
considero desinformación perversa, traigo dos de ellos a manera de
reflexión y opinión iniciando un feliz año para todas y todos, salud
mediante y sin ninguna discriminación, ni odio, ni mala intención. Una
amiga octogenaria quien me honra con su amistad, nos contó que acompañó a
uno de sus nietos a un lugar público de recarga de celulares y allí una
dama en voz muy alta, manifestaba su deseo por ganarse un premio grande
en la lotería “para comprar un avión y mandar a Chávez bien lejos…”, mi
amiga en tono jocoso le dijo a tan escandalosa fémina que para salir de
Chávez tendría que esperar hasta el 2021 y la suerte la necesitaba
ahora, pues estaba comprando un juego de los que prometen millonarios de
la noche a la mañana. Airada la dama opositora contestó que era maestra
y le dolía ver niños asistiendo a clases sin medias, porque no tenían
para comprarlas, la respuesta de mi amiga fue que entonces el gobierno
tendría que poner un mercal-pdval de medias…, teniendo en cuenta que la
inflación por los precios especulativos era provocada por empresarios y
comerciantes insensibles, ante la explicación la señora insultó de nuevo
a Chávez y sin dar tiempo a más conversación se fue refunfuñando.
Cuando me echó el cuento -como decimos en criollo-, la amiga quien (es
pensionada del Seguro Social igual que casi dos millones de
compatriotas), me dio oportunidad de relatarle lo que viví el 23 de
Diciembre junto a un familiar en la compra de un juguete que descubrimos
estaban vendiéndolo a cien bolívares más del precio marcado. Advertimos
al señor vendedor que no eran 350 como indicaban en un cartoncito, sino
250 Bs. cifra escrita con marcador igual que en todos los demás
juguetes, con desgano el caballero de la tienda optó por decir que era
equivocación y pagamos el precio menor. Comenté con otro señor lo
ocurrido y esa persona afirmó que así se producía la inflación, pues
aumentaban los precios groseramente como les daba la gana, considerando
que por las abultadas ganancias en cada rubro ya vendrá un descuidado
que pague, o en todo caso las ganancias son excesivas en Venezuela. Otro
comprador quien oía nuestro diálogo se metió en la conversación y con
toda la amargura que caracteriza a los oposicionistas formados a punta
de titulares de noticias, nos dijo que la inflación =era culpa del
gobierno porque Chávez había dividido el país y las carreteras estaban
destruidas…”, dicho esto el “analista opositor” ni siquiera esperó
respuesta sino que después de gritar que era “culpa e´Chávez…” nos dio
la espalda y se largó. El señor del comentario dijo “caramba ese tipo si
es bruto, a mi no me ha hecho nada Chávez y no es para defenderlo, pero
ese es de los que le desean hasta la muerte al Presidente”. Resulta
evidente que tenemos ciudadanas y ciudadanos deformados por la matriz
de opinión del periodismo oposicionista radical, disociado, cruel y para
colmo mentiroso compulsivo. Hablar de niños pasando necesidades en su
asistencia a la escuela, precisamente cuando la atención a toda la
educación tiene muchísimo más presupuesto que el escaso asignado durante
los gobiernos anteriores, es cuando menos una burrada. Por otra parte,
hablar de inflación y decir que Chávez tiene las carreteras destruidas…
es igualmente otra asnada desquiciante, sólo posible debido a campañas
de prensa engañosas que prácticamente obligan a la colectividad a hacer
oposición de cualquier cosa, víctimas de una deliberada desinformación
muchas veces calumniosa, a través de periódicos, televisoras y emisoras
de radio. Lo peor es que provocan un efecto peligroso en gente que vive
con la cara amarrada y en sus expresiones se les nota la necesidad de
desenvenenarse para evitar ese odio practicado hasta en navidad y año
nuevo. Me queda el consuelo de saber que las preferencias mayoritarias
siguen siendo para Hugo Chávez, a pesar del desgaste de los años en el
gobierno, un fenómeno muy raro en materia política en Latinoamérica, el
cual demuestra porque Venezuela ha cambiado y el socialismo es
comprendido, entendido y apoyado, en particular por sectores de la
población antes abandonados, reflejados en el letrero de una pared con
la imagen de un señor mayor y una señora con discapacidad, con el texto
“nosotros no queremos que se vaya Chávez porque no queremos volver a ser
invisibles”. El mismo sentimiento de indígenas, madres del barrio,
pensionados, indigentes, los recién formados miles de médicos
comunitarios, estudiantes desde la más tierna edad hasta alumnos de
universidades, amas de casa, campesinos, pescadores, etc., en líneas
generales población antes excluida, víctima del capitalismo salvaje
durante la mal llamada “democracia representativa” empeñada en volver al
poder mintiendo y cabe recordar que quien engaña para llegar, llega
para engañar.
luissanchezibarra@hotmail.com