I
Un nuevo año, el tiempo sigue impenitente y a la espera de cómo la Humanidad, principalmente, los que viven únicamente de su trabajo, resuelven la continuidad de su vida y evitan categóricamente la muerte del Planeta. La intranquilidad e incertidumbre es lo que marca el incierto futuro. Hasta ahora, lo alentador son las luchas de los pueblos, cada vez más recurrentes, masivas y heroicas contra las consecuencias del último modelo de explotación que impera y hegemoniza como gobierno mundial. El caos inherente al Capitalismo, hoy como nunca hace evidente su gran estafa y su incapacidad para animar a los pueblos hacia un futuro seguro. Toda su superestructura, montada sobre una supra institucionalidad mundial ha perdido credibilidad: el Poder Constituido internacional y nacional subordinado a la lógica del capital hace crisis y pone a la orden del día las luchas y el debate en Proceso Constituyente sobre las nuevas formas de institucionalidad que habrán de fundarse. Históricos y nuevos métodos de lucha se combinan, generalizan y masifican globalmente para cambiar el mundo. 2012 es la continuidad promisoria y alentadora de pueblos indignados que empiezan a adquirir capacidad constituyente y transformadora en la ruta por hacer visible y decisorio el Poder Originario, en otras palabras, el Ejercicio Soberano de los Pueblos Indignados, con los métodos de luchas que decidan democráticamente, para producir los cambios y construir lo nuevo.
II
El optimismo consciente y la confianza en las luchas de los pueblos, me inclina a compartir una apretada síntesis de las luchas de este año y la aspiración, a tono con este artículo, a la que invita un fraternal amigo con muchos años de lucha y militancia:
“El 2011 comenzó con las revoluciones árabes, continuó con los indignados de Europa y Wall Street, las grandes movilizaciones en Grecia, y aquí en nuestro continente con los estudiantes chilenos y los indígenas defendiendo la madre tierra.
Hasta las publicaciones de los grandes medios, cuando hablan del 2011, reconocen estos acontecimientos como parte de una nueva época, un nuevo período histórico donde la crisis domina y nada será como antes. Y si domina la crisis, -agregamos nosotros-, sin caer en un casuismo, también las revoluciones. Esto es lo que aspiramos.
Decía Lenin que hay que soñar con la condición de “creer en nuestros sueños”, “confrontarlos con la realidad para de esa manera poder realizar escrupulosamente nuestras fantasías”. Deseamos y apostamos a que el 2012 sea la continuación del 2011; que el pueblo egipcio movilizado en la plaza Tharir termine su revolución democrática inconclusa; que los rusos radicalicen sus protestas contra Putín; que haya más indignados, más movilizaciones en el mundo.
Que con la crisis, quede también más de manifiesto la incapacidad y la debacle de las viejas organizaciones que en su momento hablaron de socialismo, y que se fortalezcan nuevas alternativas anticapitalistas apoyadas en el nuevo viento de la “democracia real ya”.
Que avancemos también en la unidad de los internacionalistas. Rosa Luxemburgo decía, “vivimos sobre la ley de la historia por la cual la política socialista solo puede ser ejecutada internacionalmente”. Y hoy, en este 2011 que se acaba y en el 2012 que viene, esa ley histórica es más certera, y la acción internacional común más necesaria.
Un abrazo fraternal: Pedro Fuentes, Comité Ejecutivo del PSOL-Brasil”
III
Hace poco escribí un artículo sobre Grecia dentro de la misma línea constituyente que invito a leer: http://www.aporrea.org/internacionales/a133711.html. Allí escribo desde la experiencia, o más bien, desde las claves del proceso revolucionario venezolano abierto a partir del Caracazo en 1989. Un hecho insurreccional que evidenció una voluntad de cambio revolucionaria en el pueblo y que diez años después, en medio de un proceso constituyente, parió una nueva Constitución, progresiva y que sirvió de orientación a otros procesos constituyentes en Latinoamérica. Desde esta experiencia, también en mayo de este año y debido al proceso que se vivía en los países árabes y de Europa, aborde este tema de la manera siguiente:
“Imposible que la última estafa del gran capital evidenciada en el 2008 quede incólume, menos aún la continuidad del pillaje expresado en la ofensiva de un capitalismo en crisis que pretende seguir asesinando la humanidad y el planeta sobre la base de la impunidad y el robo descarado a los pueblos del mundo. Las respuestas multitudinarias a los verdaderos capos, las mafias corruptas del gran capital, se encadenan y trascienden continentes: movilizaciones, insurrecciones y miles de protestas crean una crisis de gobernabilidad en los poderes constituidos: locales, nacionales, regionales e internacionales. Todas las instituciones creadas por la lógica del capital y su cultura alienante comienzan a ser jaqueadas por su pérdida de credibilidad, se inserta una energía revolucionaria en la cabeza de la gente, de los habitantes de una parte importante de las regiones del mundo y que se convierte en dinamo de todo un proceso movilizador-transformador: la Disposición de Cambio se instala en proceso como hecho objetivo.
Escribo desde la experiencia revolucionaria que vi, viví y vivo en estos últimos 22 años de movilización en curso en Venezuela. El Caracazo de 1989 reflejó un salto descomunal en la conciencia de nuestro pueblo frente a las medidas de ajustes económicas de carácter neoliberal que hoy reedita el capitalismo en el mundo, en dos días de insurgencia el pueblo selló el acta de defunción de los 40 años de alternancia socialdemócrata y socialcristiana que precedieron la Revolución de Febrero. Allí surgieron las consignas que caracterizaban la situación que se vivía y su continuidad programática: No hay Pueblo Vencido y Refundación de la Republica, Constituyente Ya. Comenzaba un aprendizaje colectivo constituyente que daba forma a otro poder frente al poder constituido, que hoy persiste, que se niega a ser enterrado y cobra fuerza debido a la ignorancia de una dirección política burocrática que desprecia la genialidad intuitiva del pueblo cuando cobra consciencia de su rebeldía transformadora y marca direccionalidad política en los momentos de peligro, eso que se hace carne y hueso como poder originario, soberano… poder y sujeto constituyente revolucionario. Si alguien aprehendió esto fue Chávez, quien supo interpretar las Claves de Febrero y cabalgar el proceso venezolano, de allí la dirección delegada en él por el Pueblo Bolivariano, nombre con el que marcó al pueblo civil y uniformado y cuyo protagonismo como sujeto colectivo nadie puede objetar en este último tramo de la historia de luchas en Venezuela. Retomar el rumbo es su disyuntiva y, también, la de nuestro sujeto constituyente que se ha pretendido invisibilizar.
Disposición de cambio, sistema asambleario constituyente, poder constituyente y nuevo régimen anticapitalista
No sé si pasaran meses, años o décadas para que en los pueblos de Europa y de los Países Árabes se cualifiquen aún más sus movilizaciones y logren coronar cambios constituyentes. La arrogancia del poder imperialista infundirá terror ante su propia debilidad y la necesidad de detener el “gran desorden” que genera la rebeldía de los pueblos. En Venezuela duramos 10 años y con dos insurrecciones militares en el medio para arribar a la Asamblea Constituyente después del Caracazo: produjimos un cambio de régimen insuficiente, en medio de un retroceso de las vanguardias de izquierda que giraban a la derecha por la pérdida de sus referentes y sin la ventaja de hoy donde el capitalismo, como nunca, enseña su esencia corrupta y su codicia cada vez más implacable. El pueblo de Honduras cumplirá en junio dos años en su intento de un Referendo Constituyente que le costó un golpe de estado monitoreado, precisamente, por el Departamento de Estado. Bolivia estuvo al borde de una guerra civil y a Ecuador de vaina no le asesinan al Presidente constituyente.
La instancia más democrática normada por los Estados Capitalistas se convierte ahora en una salida terrorífica para las burguesías nacionales y los imperios. Frente a la falta de credibilidad de las instituciones constituidas que actúan en total impunidad, surge la Democracia Extrema, Directa y de Calle con todo el inmenso protagonismo, participación, radicalización y violencia que le imprimen los pueblos movilizados, se empieza a prefigurar el Sujeto Constituyente Revolucionario, el Poder Soberano o Poder Constituyente Originario que pasa a ser el enemigo más peligroso del Capital y de todas sus instituciones creadas para mantener su dominación. Nace y empieza a madurar un doble poder: el constituyente en aguda oposición al constituido. Todo lo viejo o constituido comienza a ser jaqueado desde la calle, en debate constituyente asambleario, en permanente movilización y articulación masiva, las cuales se adecuarán para responder en cualquier terreno que imponga el poder constituido.
En Venezuela fuimos a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el objetivo era producir una Nueva Constitución (1999). Nos quedamos cortos. En Caracas y otras ciudades importantes del país, previo al Referendo que convocaba a la ANC, confluimos en una instancia de Asamblea Constituyente Popular, un organismo de debate y acción de movimientos sociales y frentes constituyentes, donde apreciábamos la presencia de un doble poder, en confrontación en todo el país y que meses antes garantizó la llegada de Chávez al gobierno. Esta caracterización nos llevó a percatarnos de la necesidad de construir la propuesta de un Sistema Constituyente que superara la sola instancia de la ANC, que nos permitiera ir más allá y contraponer a todo poder local (parroquia-junta y municipio- alcaldía) y regional (estado o gobernación) la correspondiente asamblea y poder constituyente que permitiera Refundar la República desde abajo. Hoy podríamos convencernos de su correcta formulación, porque este sistema nos iba a conducir no solo a un gran debate constituyente en una instancia nacional sino, también, a un inmenso ejercicio de gobernabilidad revolucionaria y constituyente desde las bases, desde abajo, en un proceso de desconstrucción de los poderes constituidos de carácter local y regional del actual Estado Capitalista. La ANC y su objetivo de formular una nueva constitución significó un avance importantísimo, pero lamentablemente decapitó el carácter permanente del proceso constituyente que testarudamente insiste en hacerse presente, de manera débil, en las universidades, en las experiencias embrionarias de control obrero y nuevo modelo de gestión productiva, en los medios de comunicación, en la organización de los trabajadores, etc.” (¿Surge un embrión de Sujeto Constituyente Revolucionario en España, Europa y los Países Árabes?).
Se fue un año de luchas, la crisis de vieja data del Capitalismo y su último rebote en el 2008, de carácter excepcional, hoy hace de las suyas. Como siempre pretenden ajustar el Trabajo y las conquistas sociales para salvar a los dueños del Capital. Apostemos y preparémonos para no perder esta madre de las batallas. Cada quien aporte su lucha para sumarla a la lucha de todos. La clave global para enterrar la lógica explotadora del Capital la dio el propio Marx para dejar atrás la prehistoria humana: “desarrollar la técnica y la combinación del proceso social de producción sin socavar al mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el trabajador”. Tamaña tarea de armonizar por primera vez de manera consciente lo anterior, constituye un reto colectivo que necesita de vanguardias nacionales delegadas por los pueblos en revolución, pero también, de una vanguardia internacional revolucionaria que entierre al Capitalismo y se cerciore de que no descanse en paz.