Si alguien quiere llamarla clase magistral, así será. Lección para una mayoría de venezolanos que cada día se convence del camino escogido. Millones dispuestos a no sucumbir ni doblegarse, como están, a entender y darle respuesta a las campañas sediciosas, calumnias y todo tipo de agresiones que a diario se articulan contra nuestro país y gobierno. Chávez no necesitó decir en su discurso que este pueblo, así como el resto de Latinoamérica, ha madurado políticamente en los últimos años, gracias a los gobiernos revolucionarios electos por ellos mismos, quienes les han dado las herramientas educativas, ideológicas y condiciones de vida que permiten tan significativo avance.
El discurso de Memoria y Cuenta del presidente Chávez, para millones de compatriotas es el quehacer de todos los días. Es la participación del pueblo en el proceso de elaboración y construcción de los fundamentos para cambiar unas condiciones materiales adversas, denigrantes y perversas que todavía subsisten en nuestro modo de producción, capitalista y dependiente. Es la crítica y autocrítica que el mismo presidente pregona para combatir flagelos enquistados en el cuerpo de este proceso revolucionario, tales como la corrupción en sus diversas facetas y la ineficiencia en la función pública, entre otros, que impiden avances más rápidos. Se trata de un discurso para adecentar el papel del político y poner por encima de todas las diferencias la soberanía y dignidad de la patria.
En conclusión, luego de unas nueve horas de un entretenido informe, resaltamos los datos sinceros de realizaciones que están a la vista en educación, salud, vivienda, seguridad social, deporte y recreación, cultura, construcción y relaciones internacionales, entre otras. Errores?, fallas?, limitaciones?...Las hay. Una vez más resaltamos la firmeza y probada entrega del Presidente Chávez a construir junto a todo el voluntariado revolucionario la nueva Venezuela Socialista.
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