1- Primera Generación: Se inicia con las armas de fuego y la formación de ejércitos profesionales al servicio de los estados en reemplazo de milicias mercenarias al mando de diversos poderes en un mismo país, la busqueda de un mayor poder de fuego llevara a la industrialización de la guerra. Alcanzan su cúspide con las Guerras Napoleónicas.
2- Segunda Generación: Se inicia con la industrialización y la mecanización, su elemento fundamental es la capacidad de movilización de grandes ejércitos y el uso de maquinaria bélica. El desarrollo de un mayor poder de fuego provoco que se usaran trincheras como medio de protección de los soldados, provocando las llamadas guerras de desgaste. La Primera Guerra Mundial sería la cúspide de este tipo de guerra. En esta etapa las bajas cíviles son minoritarias, provocadas como consecuencias secundarias de los combates y el destinar todos los recursos al esfuerzo bélico.
3- Tercera Generación: Se inicia con la guerra relámpago o Blitzkrieg del ejército alemán, durante la segunda guerra mundial. Surgio producto de la mecanización de los ejércitos (particularmente la invención de los tanques en la Gran Guerra) para romper el estancamiento de la guerra de trincheras. Se basa en la velocidad y sorpresa de un ataque, en la base de una superioridad tecnológica sobre el enemigo, impidiendo cualquier ejecución de defensa coordinada del atacado, el ataque se funda en la concentración de fuerzas aéreas y terrestres coordinadas, en la interrupción de comunicaciones del enemigo y en el aislamiento logístico de sus defensas, causando un intencional impacto psicológico aterrador, en esta etapa se ataca masivamente a los cíviles para impedir que estos sostengan la industria bélica que necesita el enemigo para continuar la guerra. La Blitzkrieg fue usada por EE.UU. en la Invasión de Iraq de 2003 y por Israel en la Guerra del Líbano de 2006. Los resultados de dichos conflictos cuestionan la efectividad moderna de este tipo de guerra.
4- Cuarta Generación: Al basarse la generación anterior en la superiodidad tecnológica llega a surgir un gran poder de ataque militar. La única forma sensata de intentar enfrentar es el uso de fuerzas irregulares ocultas que ataquen sorpresivamente al enemigo, tratando de provocar su derrota al desestablizar a su rival, es decir, con el uso de tácticas no convencionales de combate. En estas tácticas las grandes batallas desaparecen casi por completo, solo sucediendo cuando la fuerza irregular se atrinchera en un centro urbano y la fuerza regular impide su escape, produciendose una batalla urbana, como en el caso de Faluya (lo que aumenta el daño a civiles). En esta etapa el ataque a civiles es esencial para ambas partes, el enemigo más débil ataca los civiles para negarle apoyo y debilitar la posición del rival. Para el más fuerte el buscar al enemigo oculto implica encontrar y acabar de cualquier manera con el rival oculto sin importar el coste de vida civiles.
Las batallas ya no se desarrollan en espacios lejanos, sino en su propia cabeza. Ya no se trata de una guerra por conquista de territorios, sino de una guerra por conquista de cerebros, donde Ud. es el blanco principal. El objetivo ya no es matar, sino controlar. Las balas ya no apuntan a su cuerpo, sino a sus contradicciones y vulnerabilidades psicológicas. Su mente y su psicología están siendo sometidas a operaciones extremas de guerra de cuarta generación. Una guerra sin frentes ni retaguardias, una guerra sin tanques ni fusiles, donde Ud., es a la vez, la víctima y el victimario.
Las grandes unidades militares (barcos, aviones, tanques, submarinos) son sustituidas por un gran aparato mediático compuesto por las grandes redacciones y estudios de radio y televisión, apoyados por expertos en comunicación y psicología de masas. (…) Los bombardeos mediáticos no operan sobre su inteligencia, sino sobre su psicología: no manipulan su conciencia sino sus deseos y temores inconscientes.
Los titulares y las imágenes son los misiles de última generación que las grandes cadenas mediáticas disparan con demoledora precisión sobre su cerebro, convertido en teatro de operaciones de la Guerra de Cuarta Generación.
Operativamente, la Guerra Psicológica se desarrolla en tres niveles tácticos-interactivos:
A) Un Plan de Conflicto = Detonante Primario
B) Un Plan de Operación Psicológica = Manipulación y Objetivo
C) Un Plan de Acción Política = Aprovechamiento y Beneficiario.
La guerra predilecta por el imperialismo, es la que emplea esta metodología eficiente, en donde la batalla se libra por los corazones y mentes de la población, y la cual resulta terriblemente eficaz y eficiente, mucho más que una guerra convencional. Es así como en vez de ver en nuestras costas al portaviones USS Lincoln, vemos en nuestras pantallas a Globovisión y oímos múltiples emisoras de radio que bombardean y escupen sus cargas mediáticas que resultan más contaminantes que el uranio empobrecido usado en Irak. En esta lógica, para los artífices y beneficiarios de la guerra de cuarta generación, les resulta más perjudicial un mensaje bien elaborado y con gran contenido, que el derribo de un avión “invisible” en los Balcanes, o la muerte de veinte Rangers en Somalia. De este modo cada vez que hagas un artículo cargado de contenido estarás destruyendo un “bombardero mediático”, o un “helicóptero con artillería de antivalores”. TVES les resulta tan trágico como un Pearl Harbor.
Esta reflexión es un S.O.S. por que la guerra de cuarta generación ya comenzó y tiene como blanco favorito nuestro país. No solo nos la aplican desde el exterior,sino también desde el interior del país, desde integrantes de la Mesa de los United States (MUS) hasta elementos infiltrados dentro del PSUV y filas revolucionarias, cuando tergiversan y desfiguran el verdadero mensaje del Presidente de la República, Comandante Hugo Chávez Frías en función de sus intereses y la conspiración. Venezuela esta siendo hoy tan azotada en la guerra de cuarta generación, como Basora o Bagdad en la guerra convencional. Vayamos al combate.