*
La oposición debe estar esperando con ansias que, ahora, cuando la señora María Machado ya no va a ser la Presidenta que derrotaría a Chávez i le llevaría al norte para presentarle al ex presidente Bush Jr., −el que le elogió su rodillitas− para enseñarlo a ser demócrata al estilo Reagan i de su padre, el hijo del humanista abuelo que negociaba con Hitler, para que dedique todo su talento a escribir un libro sobre El Capitalismo Popular, ya que la ex ministra del Reino Unido Margareth Tatcher todavía la puede asesorar a exponer el disparate, porque entre nosotros, el Teochoro Fracaso Petkoff (que nunca fue verdaderamente hombre de izquierda) no la veía como “candidataza”, i ya no le quedan bríos sino para inventar mentiras con el nombre de Bocanegra, o su equivalente de Bocaletrina, no precisamente por sus letras. Además que aunque usted no lo crea, le tiene el miedo que “hode” a Mario Silva i su Hojilla.
*
Volviendo a lo comentado en artículo anterior respecto a la salud de Chávez, cabe recordar las sanaciones que se han dado en los últimos tiempos entre personajes conocidos, como la presidenta del Brasil, Dilma (democráticamente, nos estamos acostumbrando a tratar con confianza, consideración i amor a nuestros mandatarios latinoamericanos anti imperialistas) como Lugo el de Paraguay, i recientemente Lula o la bella como mujer i personalidad insigne de Cristina Fernández de Kichner que, aunque salió negativa para cáncer, debe hacerse controles periódicos. Además depende de los tipos de naoplasmas, unos más sensibles que otros a tratamientos. Así debemos recordar que, aunque su tumor en el área genital son de los que mejor responden a la terapia, lo tuvo absolutamente grave, en cuidados intensivos, con delgadez extrema, calvicie total, etc., como le sucedió al campeón ciclista Neil Amstrong, quien tratado i recuperado, fue capaz de ganar el Tour de France, por siete veces, la mayoría consecutivos. Así, si nos tomamos la molestia de indagar científicamente, encontraremos muchísimos casos de curación, después de situaciones extremas. Nuestro presidente está perfectamente fuerte físicamente i estamos seguros, todos los venezolanos que le queremos i admiramos, que regresará pronto a seguir cumpliendo con su patria i su pueblo.
*
I aunque el campo de la política, la medicina i otras áreas sociales han tenido su altos i bajos, cabe comentar con dolor i tristeza, la desaparición de hombres como el Dr. Jesús Ángel Paz Galarraga, insigne médico pediatra i político digno, i quizá con Artega Pérez. Ángel Emiro Govea, Belloso Chacín, Borjas Romero i Medina Acosta, formaba un grupo de médicos adecos, honestos, virtuosos e incorruptibles (aunque usted no lo crea) que aquí en el Zulia sembraron ejemplo. Recuerdo también con afecto i respeto, a mi colega i vecino en el Sector Indio Mara, a David Chumaceiro, residente en Caracas, pero olvidado de muchos. También de lamentar, o hasta llorar por ella, como lo hubiese hecho mi hermano Armando Jiménez Ortega, otro del grupo mencionado junto a Silvestre Fuenmayor, por la muerte de la primera doctora médica zuliana, Ana María Rodríguez de Borjas en un tiempo; brillante estudiante Summa Cum Laude en Caracas, gineco- obstetra de primera línea, e hija de un gran zuliano popular i luchador como Chinco Rodríguez, amigo de viajes por la antigua trasandina en ruta de dos días, con Juan José Jiménez, un gran sobrino de mi padre. Ana María i Nora Bustamante Luciani, la segunda médica del Zulia, en sus respectivos campos hicieron historia. Nora se fue a Caracas, i en su labor social, escribió la mejor biografía de Medina Angarita, fue Directora del Archivo Histórico de la Nación, i lamento decir que hace tiempo no sé nada de ella. Esto es la vida.
robertojjm@hotmail.com