Desde que la actual y recientemente asumida junta directiva del Colegio de Abogados del Estado Carabobo, empezó funciones, hemos visto como, desconociendo o mas bien, contrariando el espíritu de pluralidad y respeto del debate político que debe caracterizar este Foro de profesionales, se afianza en una posición única y partidista, con la más odiosa intención de sectarismo ideológico para favorecer a la vieja y nueva a la vez, que es la misma, derecha carabobeña, cuando permite o entrega la sede gremial de las Clavellinas, en Valencia, para que sea usada como epicentro de las actuaciones, secretas y abiertas sin limitaciones, de la mal llamada Mesa de Unidad Democrática.
La sede del Colegio sirvió de escenario, sin la consulta, mucho menos anuencia de los agremiados carabobeños, para las reuniones y asambleas de promoción y planificación de estrategias de la campaña electoral opositora, desde la inscripción, campaña publicitaria, quema de boletas y cuadernos electorales y proclamación; por allí pasaron los mas conspicuos negadores de la democracia, esta ves en su posición de optantes a ser candidatos presidenciales por la derecha, tales como el Radonski, la Machado, Leopoldo, Pablo P. y los otros fascistas que aquel 12 de abril 2002, derrumbando todas las instituciones democráticas que el pueblo se dio, eyaculaban con vítores al golpista Pedro Carmona.
Esta junta directiva, 1) Es la mas ilegítima en toda la Historia de la institución, por cuanto fue el resultado de unas elecciones llevadas a cabo con un método completamente antidemocrático, que de paso no permitió ni permite, bajo ninguna oportunidad, la representación proporcional de la minorías, donde, además, la participación de los votantes, entiéndase los abogados con derecho a votar y elegir, no superó al 10 % de la data de profesionales del derecho inscritos en el Colegio, ya que de un universo aproximado de 14 mil abogados, solo llegaron a sufragar menos de 2.000, cuando, habiendo obtenido un total de 800 votos, la plancha "ganadora", de cinco participantes, se quedó con todos los puestos.
Los que hoy llevan la investidura de directivos del Colegio de Abogados del Estado Carabobo, 3) Son parte de los mas genuinos voceros de la conspiración cosiática en este estado; están allí porque se plantean mantener la sede como cabeza de playa contra la democracia bolivariana y sus instituciones. 4) A ellos no les interesa para nada el gremio ni los agremiados, por lo tanto jamás los veremos buscando alternativas para los urgentes y necesarios cambios en función colectiva, tampoco ante las dificultades y problemas existentes en la propia sede, que se encuentra en el más completo abandono físico e institucional, así como el deterioro académico en el gremio que se viene presenciando a raíz de la negación a las nuevas tendencias del derecho participativo y protagónico recogido en el ordenamiento jurídico vigente en Venezuela, mucho menos les importa relaciones armoniosas con los distintos sectores de la comunidad, sea Sociedad o Estado para el intercambio de criterios doctrinales y jurídicos que profundicen la democracia como esencia del Poder Popular, lo que viene manteniendo al Colegio en un imperdonable aislamiento, que en definitiva no es otra cosa que la mas profunda debilidad sentida en la mayoría de los abogados litigantes del estado Carabobo, gracias a la vulnerabilidad socio económica en que se encuentran.
Esto para los abogad@s revolucionari@s y comprometidos con el Socialismo, no debe ser más que un reto; tenemos que encontrar el cómo tomar las riendas de este gremio, particularmente pienso y así lo expongo, no debe ser por medio de elecciones deslegitimadas como las de los últimos períodos. Convoquemos y abramos el debate, tomemos como referencia que la junta directiva se encuentra distraída e imbuida en el mas completo descarrilamiento ideológico que la derecha conspiradora les impone, cuando agotará sus esfuerzos tratando impedir la reelección del Comandante Chávez, ante lo cual seguirán manteniendo al Gremio y por ende, a los agremiados, solos ante las mafias con las que alimentan y les permite desvirtuar "el ejercicio de la abogacía como la mas ardua labor al servicio de la justicia, Eduardo Couture", anteponiendo intereses individualistas a los comunes. No permitamos que ese 3% representado en la junta directiva, se imponga sobre el 97% que somos los demás abogados. Analicemos ideas, organicemos la fuerza y tomemos acciones.
(*)Abg.
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