Después de
revisar diferentes textos, artículos, así como el discurso de la
oposición venezolana y de sus voceros visibles, me siento en el deber
de expresar estas reflexiones para con ello alimentar la discusión
política con miras a las próximas elecciones del 7 de octubre.
Para ello me
pregunto: ¿porqué una parte de la clase media venezolana no apoya
a Chávez? ¿porqué a pesar de la eliminación del anatocismo,
los créditos indexados, rebajar los intereses para financiamiento de
viviendas, controlar precios desaforados por la especulación, poner
a su disposición alimentos baratos, una red de medicina preventiva
y curativa, financiamiento de vehículos, planes turísticos nacionales
e internacionales accesibles, y pare Ud. de contar miles de otras tantas
medidas, siguen reticentes y no hemos podido penetrar la “costra ideológica”
que los recubre e incluso votan contra sus propios intereses?
Según Lakoff,
especialista en Lingûística cognitiva, sucede que los asuntos políticos
se basan en valores básicos asentados en la mentalidad, “un sistema
conceptual unificado que organiza y da coherencia a sus posiciones políticas
y las vincula con valores y sentimientos morales, con una capacidad
de movilizar emociones como un arma de enorme valor en el contexto de
la mediatización de la política”.
En los actuales
momentos, el discurso de la denominada MUD y de los asesores del candidato
Capriles está utilizando un lenguaje que encaja con la visión
del mundo de este sector de la población venezolana media.
Para muestra
un botón: la visión que estos tienen de los programas sociales y
su lenguaje despreciativo que busca evocar la idea de que es “inmoral”
darle a la gente pobre cosas que no se han ganado: en otras
palabras es malo darle a los pobres lo que no se han trabajado porque
no se lo merecen “no les des el pescado enséñalos a pescar”,
los escucho decir una y otra vez, tratando de justificar su propio egoísmo
y sus complejos.
Estos asesores
están montados en la estrategia de “ocultar las ideas mediante la
utilización de jingles y de un lenguaje no confrontativo que muestre
al contrario como un peleón sin remedio y un loco”.
Entendamos
algo, la gente no vota por sus intereses, vota basándose en la identidad,
votan con base en sus creencias y valores, votan por aquellos con los
cuales se identifican, por ello la estrategia del adversario en este
momento es hablarle a clase media y a los pobres que siguen por
millones a Chávez desde estos marcos mentales y desde esos valores.
Dice Lakoff
“el objetivo es activar tu
modelo entre la gente de “centro” –en el caso venezolano
los ni-ni (ni una vaina ni la otra sino todo lo contrario) debido a
que la gente de centro (ni-ni) tiene dos modelos, que utilizan con frecuencia
en diferentes partes de su vida. Y la estrategia es conseguir que ellos
utilicen su modelo en política activando tu
visión del mundo y tu propia moral en sus decisiones políticas”.
Esa es parte de la estrategia de los asesores de la oposición venezolana,
basándose en manuales de Marketing Político de distintos autores,
incluso muchos de ellos escritos por ellos mismos.
Utilizarán
un lenguaje que sirva para “ablandar” a la gente evocando con ello
valores que están incrustados en el cerebro de éstos utilizando
un lenguaje orwelliano diciendo lo contrario de lo que realmente piensan.
El uso de vocablos
como futuro, progreso, libertad, propiedad privada, éxito, eficacia,
seguridad, capital humano, eficiencia, riqueza, productividad, son necesarias
en esta estrategia pues ellas responden y encajan en los marcos mentales
de los que habla Lakoff, que describirán lo que anhelan estos grupos
utilizando para ello la “disciplina del mensaje” que evidentemente
han estudiado.
Lo que cabe
preguntarnos es si estos sectores de la clase media venezolana y algunos
sectores populares también comprarán esta “oferta engañosa” de
la oposición venezolana quien no dice lo que verdaderamente piensa
y sólo dirá lo que los oídos embelezados quieren escuchar y votarán
por quien los expolió, estigmatizó y excluyó durante más de cuarenta
años en los que duró el régimen “democrático” bajo el cual estos
opositores mandaron en Venezuela.
Entendamos
que estamos ante un adversario que ha sido y es capaz de utilizar CUALQUIER
MEDIO con tal de llegar al poder, si es necesario mentir MENTIRÁN,
con tal de alcanzar el poder y así cumplir con su plan: Privatizar
el país y convertirnos en una anexión de los Estados Unidos.
Si queremos una muestra busquemos la entrevista que le hicieran en días
recientes al jefe de campaña de Capriles el señor Armando Briquett
quien expresaba entre líneas “para nosotros es vital las relaciones
con los Estados Unidos y haremos todo lo necesario para volver a lo
que teníamos antes de que Chávez llegara al poder”.
Esperemos que
podamos y sepamos ver entre estas líneas las intenciones verdaderas
de estos grupos “tecnócratas” y de los yupis que representan a
estos sectores y que esta porción de nuestro pueblo no se deje engatusar
y se convierta en la Clase Boba y que este error signifique
la pérdida del proyecto de vida que está plasmado en la Constitución
y que ha costado tanta sangre, sudor y lágrimas a nuestro pueblo.