En principio al comenzar a escribir el presente, ignoro si va a ser corto o largo, no obstante, es bueno aclarar que semejante travesía obedece a una necesidad inmanente al desarrollo de una política contra la aplicación de otra. Sin embargo lo largo nunca será adjetivizado sobre el curso de los últimos veinte y tres años, por el contrario y conveniente es decirlo que, los pormenores obedecen a dos hechos sumamente puntuales que debemos ubicar en tiempo y espacio. Un día 27 de febrero de 1989 y otro día 27 de febrero de 2012. En el primero una buena parte del pueblo venezolano generalmente de las clases D y E, producto de los rigores de la aplicación de la entrega de soberanía de manera expédita a través del llamado “paquete económico”, se sublevó en contra del orden imperante armado solo con la voluntad de demostrar que no estaba dispuesto a seguir convirtiéndose en cómplices indirectos de sus propios verdugos, irrumpió soberanamente demostrando cansancio de seguir siendo pobres y excluídos. En el segundo, un presidente electo y ratificado por su pueblo, se disponía a ser intervenido quirúrgicamente, a cuyos efectos había llegado a la Habana. Cuba.
El caso es que, en el primer 27, la reacción expóntanea de la gente y su manera de protestar, desnudó una democracia cincoañera en la que el pueblo sembró con su acción y la contravoluntad a las medidas neoliberales, el abono necesario para todo lo que luego ocurrió, sin pueblo y sin razón pretendieron una vorágine de privatizaciones de empresas del Estado y de privaciones de la gente para tener acceso a una vida mejor. Este día primero nombrado, se convirtió en el motor de arranque de lo que parecía imposible, dar al traste con una manera de hacer política alejada de la realidad social y en compatibilidad con la burguesía nacional y los organismos crediticios expoliadores internacionales.
A partir de 1999 la lucha hay que reconocerlo no ha sido nada fácil, ya lo sabemos y por delante vendrán nuevas pruebas de fuego que seguros estamos, superaremos con la voluntad del pueblo y la guía del líder supremo de la Revolución bolivariana y socialista. A 23 años del primer 27, cuya conmemoración se ha unido al viaje a la Habana, está el otro 27, el día que el pueblo junto a su comandante, elevó a lo mas profundo del cielo y de sus corazones el mas álgido contenido de amor que desparramó la esencia del pueblo venezolano en todos los confines, el florecimiento del sentimiento patrio envuelto en un manto de frenesí extendido en la fuerza y el impulso del agradecimiento mas grande que se le puede retornar a un líder político, el deseo de continuar la marcha sin retorno hacia el 2013-2019, escenario de tiempo para profundizar el socialismo venezolano.
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