Carta dirigida a un escuálido desconocido

Esta carta, va dirigida a toda esa amalgama de escuálidos desconocidos que se encuentran desparramados por toda la geografía nacional. Para todos ellos va, mi más sentidas condolencias por no haberseles cumplidos sus deseos de la muerte del comandante Chávez. Eso le pasa a todos ustedes, por estar creyéndoles las pendejadas que dicen sus dirigentes de la MUD en los medios privados que ellos manejan, sobre todo en Globovisión. Sabiendo todos ustedes que quien le desea mal a otra persona, ese mal siempre les cae a ellos. De verdad que no entiendo como pueden tener lleno el corazón de ese sucio pecado, si todos ustedes dicen ser buenos cristianos creyentes de Dios. Ustedes, que dicen ser buenas gentes y que desean lo mejor para todos nosotros, no se les ha ocurrido que ese mismo Dios algunas veces puede ser implacable con quienes son implacables con sus semejantes.

Ustedes no se han preguntado: ¿Por que mi mamá está enferma, o por que mi papá se murió de repente? ¿Por que me va tan mal en mi vida personal y en el trabajo? ¿Por que mi pareja me está engañando con otra? ¿Por que mis hijos ya no me obedecen, se drogan, o beben demasiado? ¡Coño! ¿por que, todo me sale mal? ¿Se han preguntado eso? ¿Que respuesta les ha dado su conciencia? Revisen su conducta estimados escuálidos, verán que todos los males que aquejan sus vidas, es por que ustedes, no sienten amor alguno por nadie. Por que ustedes no tienen piedad con la miseria y solo les interesa su bienestar.

Ustedes no se han dado cuenta, que mientras más mal sano sean sus deseos contra Chávez, a él cada día le va mejor. Que mientras más desean su muerte, el presidente, se llena mucho más de salud. Que mientras ustedes, por estar llenos de odio y de rabia hacia nosotros, ustedes cada día se alejan más de la vida, y se acercan más a la muerte. Porque el que está lleno de odio y de rabia, nunca puede vivir en paz. Esos pecados capitales, son exclusivos de quienes jamás en su vida han amado a nadie.

A pesar de que la mayoría de ustedes, se han beneficiado de todo bienestar que ha llevado Chávez a su pueblo, ustedes, son incapaces, de reconocer esta verdad. Sobre todo los de la clase media, quienes son los que más han mejorado su calidad de vida con este gobierno. La mayoría de estos escuálidos desconocidos de esta clase, trabajan en alguna institución del estado. Ganan buen sueldo, tienen buenos carros, buenas casas y gozan de las bondades de este gobierno al cual ellos catalogan de dictadura. Sin embargo, son una pila de mal agradecidos y permanecen en el anonimáto, esperando el momento de clavarle la puñalada traicionera a la institución donde trabajan, solo esperando la orden de los escuálidos fascistas,que si son bien conocido por todos nosotros.

Esta carta, tambien va dirigida, a los escuálidos humildes, quienes son unos perfectos desconocidos para Radonsky y su gente, y muy queridos por nuestro presidente, ya que forman parte del pueblo. Ese pueblo que jamás fue tomado en cuenta por los gobiernos del pasado. Ustedes mis queridos escuálidos, a quienes veo, en las colas de Mercal. Cobrando su pensión de Seguro Social sin haber cotizado nunca en su vida. Recibiendo ayuda médica en Barrio Adentro. Feliz con su casita bien equipada. Poniendo a producir la tierrita que el gobierno le entregó con crédito y todo. Recibiendo su lanchita con su respectivo motor para salir a pescar. Si, mi querido escuálido desconocido. Tú, que jamás fuiste tomado en cuenta por ningun gobierno y que ahora te están otorgando todo para salir adelante, para usted en especial va dirigida esta carta. Si usted, a pesar de todo el bienestar recibido de este gobierno, sigue dejándose manipular por Capriles Radonsky y su gente. Si usted, que ha aprendido a leer y a escribir, que todos sus hijos están estudiando o trabajando en algunas de las misiones, permite que le sigan llenando su corazón de odio por quienes nunca harán nada por usted o su familia, entonces, estimado escuálido, usted, no tiene remedio y solo merece compasión.

A los escuálidos que permanecen en el anonimáto, pero con malas intenciones, para ellos tambien va esta carta. Supongo que todos ustedes, deben de estar maldiciendo a todo el mundo, por que Chávez no se ha muerto y por que cada día es más querido por el pueblo. En esta carta quiero decirles, que no soy de los que ponen la otra mejilla y que antes de recibir otro golpe por parte de ustedes, tengánlo por seguro, que ya habrán recibido, tres o cuatro míos. Ustedes, lo deben saber mejor que nadie: nosotros no somos los mismos del 2002. Nada que ver con eso mis apreciados escuálidos desconocidos, nada que ver. Los golpes enseñan y los de ustedes, ¡vaya! que nos han enseñado. Los hemos digerido muy bien y a eso se debe que nuestros cuerpos se hayan robustecidos, tal como lo está haciendo el de Chávez.

Para concluir, permitanme despedirme con dos extractos que saque de una novela de Paulo Cohelho, titulada: EL ZAHIR, para ver si ustedes entienden lo que es agradecimiento y amor. "Un guerrero de la luz nunca olvida la gratitud. Durante la lucha, fue ayudado por los ángeles; las fuerzas celestiales colocaron cada cosa en esu lugar, y permitieron que él pudiera dar lo mejor de si. Por eso cuando el sol se pone, se arrodilla y agradece al manto protector que lo rodea" Otro: "Pero el entiende que suerte es saber mirar a los lados y ver donde están los amigos, porque fue gracias a los que ellos decían como los ángeles consiguieron oír" Chávez, es un guerrero de la luz y los ángeles estan con él. por eso es mis queridos escuálidos desconocidos, si tú no tienes el alma corrída por dentro y eres agradecido, tienes la oportunidad de salir del anonimáto, haciendo el bien y desechando el mal, de lo contrario te perderá en las más oscuras tinieblas, y jamás podrá ver el sol resplandeciente de la verdad.

aponwuao@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4709 veces.



Nelson Jesús Lanz


Visite el perfil de Nelson Jesús Lanz Fuentes para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Nelson Jesús Lanz Fuentes

Nelson Jesús Lanz Fuentes

Más artículos de este autor