La Hojilla Dialéctica y Ética

Consternados aún nos encontramos, los que consideramos que la hojilla era un espacio para la vida, dada esta premisa, me referí en un artículo a que eran los tres mosqueteros y pregunté en el mismo quién era el cuarto, por supuesto que éramos todos los que estuvimos frente al televisor, es decir que la defensa de la revolución ahora está en manos del pueblo y es precisamente ese pueblo quien reclama y clama por un espacio que llene el vacío dejado.

Creo que es hora de cerrar esa página traviesa de lo que ocurrió entre los integrantes de la hojilla, si mal no recuerdo dos de los integrantes en distintas oportunidades se confesaron como marxistas, aunque declaro que no lo soy y confieso, debido a que no he leído lo suficiente, he sentido respeto por quienes lo son y admiración por quienes lo son y mantienen una actitud militante ante la vida, en sus propósitos y vivencias diarias.

Ser marxista reviste una gran postura ideológica y respeto por si mismo y los demás, yo diría, no todo el mundo puede llegar a ser marxista, no se decreta el ser marxista, eso debe venir de dentro de uno mismo. Lo que si estoy seguro que debe tener un marxista es el sentido de la oportunidad, honestidad y sobre todo ética, de ello habló Lenín y de ello habló León Trosky. Que ausencia de sindéresis (Capacidad natural para juzgar rectamente), hubo, al menos, es lo que se deduce de una de las comunicaciones de los hojilleros.

La dialéctica como sinónimo de razonamiento, al parecer estuvo ausente, qué es más grande la revolución venezolana o las debilidades humanas que sucumbieron ante la presión, mezquindad, alto ego, y pare de contar. La dialéctica es parte fundamental de la filosofía marxista y estuvo por debajo de las expectativas dado el confieso manifestado. Tengo por costumbre no juzgar a quien no conozco de manera personal, la equivocación puede que esté a la vuelta de la esquina y eso no ayuda a nadie ni a nada. Pero, si quisiera decir algo, el que se confiesa marxista debe demostrarlo a través del uso de la dialéctica, no hay otro camino, porque la entidad filosófica tiene sus reglas y leyes que rigen la sociedad humana y el pensamiento. Una de ellas, la Ley de la negación de la negación, según la cual el desarrollo de las cosas tiene carácter progresivo, va de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior. Otra, Ley de la Unidad y la lucha de los contrarios, ésta la manejaron en mi concepto bien, cuando descarnaban al enemigo en sus propias trampas, esta Ley pone al descubierto los impulsos internos y constituye la esencia de la dialéctica.

En mi concepto, entonces, se violaron las leyes de la dialéctica, el problema surgido tal como lo han contado, debió tramitarse de otra manera, que no trascendiera, independientemente de los desencuentros personales, esto demuestra el poco sentido de la oportunidad y la orientación política de los directivos del canal.

Ahora hablemos de la ética, según lo contado o confesado, hubo un adolecimiento de ética en lo que se originó y postuló el principio del problema (policias,etc), caso omiso de la palabra empeñada y fatalmente el despeñadero que precipitó la ruptura entre sus integrantes como ellos señalan, insalvables, pero si lo único insalvable es la muerte, señores. Pregunto yo ahora, es que acaso no se puede ser bombero sin dejar de ser filósofo, o lo contrario, no se puede ser filósofo, sin dejar de ser bombero, solo reflexiones para la historia, sí..... esa historia que cuentan los vencedores porque los perdedores no la cuentan, porque estaban muertos, y fueron los que perdieron y por tanto, no tenían la razón.


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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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