Mario Silva García: El Presidente, también es culpable

Muy interesante resultó la edición del 15 de septiembre del programa La Hojilla. Rayando la medianoche, su conductor, el señor Mario Silva García, hizo un extraordinario enfoque sobre lo que él da en denominar la “Teoría del Desgaste”. Esta Teoría, consiste en el propósito de la oposición en demoler la imagen del comandante Presidente fundamentándose en la ineficiencia e inoperancia de los organismos públicos, misiones y sus funcionarios, para restarle popularidad y credibilidad. El señor Mario Silva García, acota, con buen criterio, que sí el pueblo aprecia mal servicio, burocratismo y corrupción en los distintos entes de la administración pública, por defecto, lo endosa y lo asocia con la figura presidencial y por ende desgasta su popularidad.

De igual manera, en su reflexión, se hizo una pregunta: ¿Cuál es el vínculo más cercano entre el líder Presidente y el pueblo?

Se auto contestó: Las misiones.

Señaló como responsables a ministros y empleados; en especial, a los viejos empleados enquistados desde tiempos de cuarta república en los ministerios que conspirarían en contra del proceso revolucionario, enlenteciendo los trámites para que la gente se “arreche”-palabras textuales- y se arreche no con ellos; sino con el comandante Presidente.

Finalmente, concluye el señor Mario Silva García diciendo que los únicos culpables somos nosotros mismos, los revolucionarios, los que contribuimos con esta Teoría del Desgaste por no ejercer una eficiente contraloría y no hacer uso del recurso crítico y de supervisión del proceso.

En su reflexión, tomó como ejemplo la Misión Barrio Adentro; herida de muerte. No lo expresó de esa manera. La expresión, “herida de muerte”, es nuestra, como el vivo ejemplo en lo que pudiera contribuir un mal funcionamiento, como de hecho está ocurriendo en la misión Barrio Adentro, en deteriorar la credibilidad del comandante Presidente.

Pero, ¿Hasta dónde llega la responsabilidad del propio comandante Presidente Hugo Chávez?

En reiterados artículos; por ejemplo, hemos fijado posición, como revolucionarios y como profesional de la salud, del error que comete el comandante Presidente en designar a piratas, tal el caso del Coronel, léase bien, Coronel, Carlos Rotondaro; es decir, un militar, como ministro de salud.

Fue precisamente un militar, no profesional de la salud, el responsable del descalabro de la Misión Barrio Adentro y que esta se encuentre, como lo está, en cuatro palos. Y la dejó en cuatro palos por pirata. Pirata designado por el comandante Presidente, como lo fue el inefable Coronel Jesús María Mantilla Oliveros, cuyo paradero, los profesionales de la salud desconocemos y quisiéramos conocer; en especial, quien escribe este artículo.

No fue casualidad la salida del Embajador de Cuba Germán Sánchez Otero, del jefe de la delegación médica cubana de Barrio Adentro y viceministro de salud de Cuba, Aldo Muñoz y el inefable Jesús María Mantilla Oliveros de la palestra pública.

Los que estamos del lado adentro de la salud sí sabemos lo que pasó; sabemos por qué fueron destituidos; léase bien, destituidos. Fueron destituidos, entre otras razones, con motivo de lo mal parada que se encuentra la misión Barrio Adentro; que es igual a decir la salud del pueblo venezolano.

Barrio Adentro, es un nido de corrupción. Así lo aseveramos y podemos demostrarlo. Y cuando hablamos de corrupción no sólo nos referimos a robo. En Barrio Adentro hay desde manipulación de las estadísticas que le presentan al comandante Presidente; manipulación hecha por médicos venezolanos y cubanos; por odontólogos venezolanos y cubanos; médicos y odontólogos cubanos “contaminados” con los vestigios; con la resaca del viejo modelo de salud venezolano; que se han corrompido; que han convertido, en lo que a números se refiere, a la Misión Barrio Adentro, en un mega fraude, hasta desidia y ausentismo laboral a la mampara de quienes deben estar vigilantes de ello. Esto, sin contar con el deterioro de la infraestructura física; desabastecimiento en recurso humano, medicamentos y material quirúrgico y odontológico en módulos primarios y Centros de Diagnósticos Integrales y ni hablar de los hospitales del tercer y cuarto nivel que están en la carraplana.

Por otro lado, existe un colectivo, entre los cuales nos contamos los profesionales de la salud que sí conocemos del problema y de lo que está sucediendo corazón adentro en la misión, a la espera, por parte del Ejecutivo Nacional, para que explique las verdaderas razones de la destitución de Jesús María Mantilla Oliveros del despacho de salud. Estamos esperando y seguiremos esperando por el informe de la Contraloría General de la República sobre sus estados financieros; los de Jesús María Mantilla Oliveros, sobre sus cuentas bancarias personales que exigimos sean investigadas ya que tenemos serias dudas sobre la pulcritud del manejo que este señor hizo de los dineros públicos.

Y eso, para consumo del señor Mario Silva García, el amparar la ineficiencia y la corrupción desde las altas esferas del gobierno; en especial protegiendo a muchachos que el Presidente los considera como hijos suyos, asumiéndolos como tal desde tiempos añejos de la Academia Militar de Venezuela, también desgasta la figura presidencial y el único responsable en este caso es el propio comandante Presidente quien se empecina en nombrar a corsarios y filibusteros, por el simple hecho de considerarlos de su alta estima y confianza; confianza que a la postre se la traicionan, como el caso de Jesús Maria Mantilla Oliveros, como improvisados ministros y no el colectivo revolucionario que cada vez que hacemos críticas sobre una misión, recibimos el descrédito de quienes se auto proclaman defensores del proceso bolivariano.

¡El que tenga oídos, que oiga!


elieceralvarado@hotmail.com


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Eliécer Alvarado

Médico y revolucionario.

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