La oposición venezolana desde la calle hasta la Asamblea Nacional, pasando por toda la gama de medios de comunicación nacionales e internacionales de su propiedad y asociados, lanzan como esporas al viento lo que consideran inconveniente y cínico: El presidente Chávez no se quiere tratar su enfermedad (así lo plantean) en Venezuela para hacerlo en Cuba; a esto le han sacado miles de explicaciones, todas malintencionadas, todas falsas.
Entre las versiones que encabezan la larga lista se encuentran la de la incapacidad del gobierno de haber creado centros oncológicos de calidad o haber mejorado los heredados y por otro lado la supuesta paranoia del comandante sobre su seguridad.
La verdad es que en el año 2003, una vez superado el golpe de abril de 2002 y el saboteo petrolero de diciembre de ese mismo año (que dejó sin navidad solo a los que se le sumaron y al resto nos hiso el favor de volvernos a la verdadera celebración en familia); en medio de la eterna crisis de salud que no parecíamos ser capaces de superar el gobierno (léase Hugo Chávez como padre de la idea) se inventó una maravilla: los médicos deben subir a los barrios a ayudar a los mas necesitados, en ese momento nos llegó la bofetada clara de algo que era una verdad solapada: Nuestros médicos no quisieron subir a atender a lo que consideraron la chusma, nuestros médicos no pasaron cinco años de su vida con tanto esfuerzo y sacrificio ni pasaron luego unos tantos mas en especializaciones (dentro y fuera del país, muchos pagados por el estado, es decir, con el dinero de todos) para ir a atender desdentados llenos de parásitos y ronchas, Donde iba a quedar pues, según estos, el titulo de Dr.
La solución a esa actitud fue, como siempre ha hecho el Comandante, la acción inmediata, el problema debía ser resuelto, esa gente necesitaba atención urgente; en alianza con la amada Cuba (muchos por simple egoísmo político ahora pretenden olvidar que desde los albores de nuestra historia ha sido nuestra aliada y amada cuba) y con participación de 53 médicos misioneros cubanos (no como los misioneros norteamericanos que se enquistaron como un tumor en nuestra amazonas, pretendiendo acabar con nuestros indios y su cultura ancestral en nombre de Dios y la medicina), misioneros cubanos que mochila en hombro armados con buena voluntad, inyectadoras y jarabes subieron al barrio hasta convertirse en barrio, misioneros cubanos que al poco tiempo ya eran adorados como verdaderos samaritanos por una poblada que se sintió consentida, querida y valorada como ser humano por primera vez en su larga historia de tragedias.
Así nació la Misión Barrio adentro, que pasó de la I (Consultorios Populares, Puntos de consulta y clínicas odontológicas, Ópticas Populares) a la II (Centros Médicos de Diagnóstico Integral (CDI), Salas de Rehabilitación Integral (SRI), Centros Médicos de Alta Tecnología (CAT); a la III(Clínicas Populares, Hospitales) y a la IV (Centros de Investigación).
Dentro del esquema de las misiones como filosofía surgió la misión milagro, para ser atendidos en Cuba directamente, los pacientes de bajo recurso que necesitaran intervenciones quirúrgicas, quirófanos, médicos e instalaciones cubanas a disposición de los más necesitados.
El éxito de esta noble misión trajo la reacción inmediata de la clase política que no tiene posibilidades de entender que somos un solo pueblo, el éxito trajo todo tipo de ataques, los médicos cubanos que habían sido reconocidos en todo el mundo (incluso aquí en tiempos de la cuarta) ahora eran mediocres (igual pasó con la carne argentina que de estar solo en los anaqueles de los más exclusivos super and hyper markets como algo exquisito, pasó a ser la peor porquería que ser humano pueda comer cuando nuestro hermano pueblo argentino lo empezó a exportar en directo a la red mercal de Venezuela).
Los colegios médicos y propietarios de clínicas privada pusieron el grito al cielo, pseudo-médicos (según su criterio) estaban ejerciendo la medicina de manera ilegal en nuestro país en detrimento de nuestros propios galenos, no les funcionó la campaña porque nuestro pueblo ya no es bobo ni lo será nunca más (las misiones educativas trajeron, también en contra de quienes se suponían los nuevos dueños del valle, la luz que faltaba); luego se inició el plan de formación de médicos integrales comunitarios (nuevos médicos venezolanos con función social) ya están siendo atacados no por extranjeros sino porque no ha sido educados en la medicina que genera dinero, lo cual es muy malo para el negocio de esta clase que al igual que los dinosaurios se extinguirá porque las eras geológicas al igual que las sociales siempre van a sufrir transformaciones y evoluciones. Y el pueblo está claro en que esta revolución es el camino más rápido y directo a nuestra evolución, evolución como seres humanos, como sociedad, como país.
¿Si los médicos van a trabajar con el corazón sin pensar en el bolsillo quien va a querer seguir manteniendo los lujos y el modo de vida de los propietarios de clínicas y “especialistas”?.
Esa misma clase política que por negocio está obligado a borrar del mapa a las misiones para seguir con la privatización de la vida (pasando por todos los ámbitos, es decir, educativo, salud, deportivo) es la que en discursos falsos tratan de exponer al comandante Hugo Chávez (ideólogo de las misiones) como un apátrida por tratarse en Cuba y no en Venezuela, pero no redifunden en sus medios que entre el convenio barrio adentro han ido a Cuba una gran cantidad de necesitados para ser tratados allá, no explican que así como los “especialista” hacen que un paciente sea operado o tratado preferiblemente en sus clínicas (por contar con sus equipos personales y de trabajo) así es lógico que los médicos que comenzaron el tratamiento del comandante Chávez y le han hecho el seguimiento lo concluyan hasta que ambos (médicos y pacientes) lo crean necesario. No explican que eso lo haría cualquier ciudadano con cuatro dedos de frente (incluyendo a algunos de ellos que tampoco es que sean tan brutos).
En la Asamblea Nacional de una manera increíblemente asquerosa pretendieron sacarle la cuenta a Chávez sobre sus gastos médicos, ante esto el comandante sabe y el pueblo lo grita no tenemos como pagarle los beneficios que la patria ha recibido, y si tenemos que costearlo nosotros, pues hay de sobra, Chávez no pasará por lo que pasó Bolívar, Chávez tiene a un pueblo despierto y atento para pagarle con amor todo el amor recibido.
Esa misma clase política que está tratando de camuflarse entre el pueblo alabando las misiones y pidiendo de manera manipulada, fraudulenta y engañosa que sea elaborada una ley fue la misma que dijo No, cuando el comandante propuso se le diera rango constitucional, ¿una ley ahora para qué? ¿Para derogarla apenas puedan? Yo propondría como punto de la próxima campaña electoral que se eleven a rango constitucional a ver que van a decir los mentirosos de oficio aglutinados en el comando de los tres colores.
Esa misma clase política que tiene entre sus sueños (porque como plan lo tienen de lejos a imposible) privatizar pdvsa, lanzan campañas engañosas de cuidado a las misiones sin explicar cómo las mantendrían sin pdvsa, esa misma clase política que pretende negarle el derecho a la salud al comandante Chávez es la misma que se lo negó al pueblo y se lo volverá a negar si tuviera la mínima oportunidad (no hace falta ir al futuro para imaginarlo, solo hay que ir al Zulia, a Miranda, a Carabobo, a Lara, a Nueva Esparta).
En cuanto al tema de la seguridad, nuestro pueblo es sabio, ese tema no hace falta ni aclararlo, solo voy a remitir unas declaraciones que se me quedaron incrustadas desde hace mucho tiempo,, ante la muerte súbita de Juan Pablo I, quien al asumir su mandato divino en el reino de los hombres, comenzó una verdadera revolución sobre el manejo de las finanzas de la iglesia (que estaban siendo manejadas por las mafias de todo tipo, ¿estaban?) y cuya cruzada solo duró treinta y tres días; al preguntarle a su hermano sobre si él creía en la posibilidad de que hubiese sido asesinado, este (que también era cura) respondió: “Conociendo como conozco la gran cantidad de demonios que habitan en el vaticano no tengo dudas de que algo como eso pudo haber pasado”.
El poder al que se enfrenta el comandante Chávez no es poca cosa, se trata del poder imperial mas grande que ha tenido la historia de la humanidad, más fuerte que el casi eterno pero hoy extinto imperio romano, más cruento e inhumano que el extinto imperio alemán, más miserable que el también extinto imperio francés…en fin ,el comandante Chávez y el pueblo venezolano junto a él, se enfrenta al imperio norteamericano cuyo destino no será diferente al de los anteriores; la historia de la humanidad así lo ha demostrado, solo que en los estertores de su muerte este al igual que aquellos arrastrará a los abismos todo lo que pueda, nosotros sobreviviremos, viviremos y venceremos, no tenemos la más mínima duda.
IRREVERENCIA EN LA CRITICA LEALTAD EN LA ACCION
POR UNA PATRIA LIBRE Y SOCIALISTA
VIVIREMOS Y VENCEREMOS
SALUD COMANDANTE
VIVA VENEZUELA
VIVA Chávez