Trincheras de Ideas

Un Primero de Mayo todopoderoso y una LOT justiciera

Me cuento entre los venezolanos que pueden decir que han marchado el 1° de Mayo desde 1958 hasta 2012, no asistí al de los años 1962, 63, 64, 65, 66, 67 porque estaba en armas contra el poder burgués, permanecí 4 años en Cuba, el 67 estaba en la clandestinidad bajo el gobierno criminal y represivo del adeco Raúl Leoni, el que instauró el expediente de los desaparecidos. En 1968 participé en el desfile de aquel año junto a la CUTV del PCV que hacía, con razón, una marcha distinta a la de la CTV de los cabilleros, torturadores y lumpen adecos y copeyanos. Se marchaba desde la plaza de la Maternidad hasta El Silencio, era una marcha de dignidad, de decoro, de sectores de la vanguardia revolucionaria.

Por cierto este año la central de trabajadores UNETE, donde está afiliada la CUTV, no marcharon con la gran y descomunal masa de trabajadores que partió desde el Parque Francisco de Miranda hasta El Silencio, ellos lo hicieron por aquella vieja y digna ruta, pero que este 1° de Mayo no se justificaba. El sectarismo, la soberbia, la prepotencia marcaron esa torpe decisión. Los camaradas del PCV a mi juicio cometieron un absurdo error político al ir en esa marcha sectaria, más cuando se celebraba un primero de mayo muy particular pues una enorme conquista de los trabajadores, motivo de años de luchas y sacrificios, vino a plasmarse en la nueva Ley Orgánica del Trabajo que firmara y promulgó el presidente Hugo Chávez, dándole un golpe demoledor al sempiterno derechismo del ex presidente Rafael Caldera que en 1997 reformó la vetusta ley del trabajo de 1936 y la puso a tono con el neoliberalismo y los dictados del FMI. Ni qué decir que la ley promulgada es una bofetada a Teochoro Petkoff, artífice de la eliminación de la retroactividad, a la vetusta y anacrónica ctv y a la no menos anacrónica fedecámaras.

No hay la menor duda que este fue un 1° de Mayo fuera de serie, no sólo por lo alegre, lo emotivo sino por la fortaleza y la conciencia política que expresaban los miles de trabajadores que marchaban al compás de músicas y cantos revolucionarios, de consignas clasistas, de solidaridad internacionalista, de defensa de la revolución bolivariana y socialista, de solidaridad con el presidente enfermo, de gozo por la promulgación de la LOT y todo cuanto ello ha significado para la clase obrera y trabajadora en general.

No se puede esperar otra cosa del enemigo de clase –como el patrón Capriles Randonski, la cúpula oligoburguesa fedecamarista o la camarilla fascista de la MUD– sino el ataque despiadado y desproporcionado a la novedosa ley –perfectible naturalmente, siempre hacia los intereses del movimiento obrero y trabajador.– La canalla mediática viene enfilando sus ataques ya antes de ser promulgada la Ley, ahora ha recrudecido ese ataque, ¿por qué? La respuesta es sencilla, han sido estremecidos en su brutalidad de clase, explotadora, neoliberal, recibiendo un certero golpe en sus intereses. Nunca admitirán que la ley promueve la justicia social, la equidad, que reduce la brutalidad de la explotación y de la apropiación de la cuota de plusvalía que es donde está el enriquecimiento del burgués; por supuesto no es una ley, en rigor, anti capitalista, sino que regula las relaciones obreros/patronales consagrando beneficios reales al trabajador que en las luchas reivindicativas y economicistas de años pasado habían alcanzado los trabajadores, pero no podemos hablar de una ley socialista si no se desmonta el capitalismo, en ese camino andan las búsquedas de la revolución bolivariana.

El objetivo histórico clase obrera y trabajadora, en el mediano plazo del período de transición de la revolución, es ir construyendo las bases de una auténtica sociedad socialista, potenciar los elementos de los diferentes modelos económicos consagrados como el cooperativismo, la propiedad social, el control y la dirección obrera de las empresas e industrias, fortalecer el trabajo como herramienta de construcción de una país y una sociedad colectiva donde cada trabajador y trabajadora tiene intereses fundamentales en la construcción de la nueva sociedad donde no cabe el capitalismo.

Ya el presidente Hugo Chávez lo dijo, Venezuela no era en rigor, cuando toma el poder, un país sino una mueca de nación, sin soberanía, con su dignidad perdida, con un pueblo diezmado, sojuzgado, oprimido, permanentemente reprimido policial, social, laboral, sicológica e ideológicamente, explotado por el imperialismo norteamericano y su eterna aliada, la vil, entreguista, vende patria burguesía venezolana.

¿Qué ha hecho la revolución sino tratar de reconstruir a una nación en decadencia, descomposición, fragmentación y disolución a la que fue llevada por 40 años de Pacto de Punto Fijo –la gran mentira histórica–, de brutal dominación capitalista/imperialista?

Es en ese contexto que hay que analizar la LOT, una ley de avanzada, revolucionaria en cuanto ubica la categoría histórica trabajo como un derecho fundamental, primero para garantizarle derechos al trabajador, proyectar al ciudadano no como un número o como un Juan, Pedro, María o Francisco invisibilizados sino como eslabones vitales de la construcción o refundación de la República, sobre todo de la Venezuela del futuro. Ejemplo de ello es la posibilidad que se le da a la trabajadora embarazada, un espacio de tiempo para no sólo compartir con su hijo recién nacido sino amamantarlo, alimentarlo para que crezca sano producto de la lactancia, esos niños serán hombres y mujeres vitales para la patria del futuro.

Por supuesto, se habla de transición porque no están dadas todas las condiciones, subjetivas y objetivas para la construcción del socialismo, que no se ve como una entelequia o una utopía irrealizable; las bases para el hundimiento y el fin del capitalismo apenas se están desarrollando con las diversas políticas que se han estado implementando, pero el camino aún es relativamente largo porque la clase obrera y trabajadora no ha completado su ciclo ideológico que le permita asumir su rol histórico de conducir a las otras clases y al resto de la sociedad para su liberación definitiva. Menos poner en primer lugar las luchas económicas y reivindicativas, y más luchas políticas y de conciencia histórica, social y de clase política. El problema no puede ser sólo crematístico, sino que debe ir de la mano con el problema del poder político.

Otro logro de la LOT fue que abrió el electorado trabajador, esa inmensa y millonaria masa que mueve la economía del país, pudiera decirse que en su casi totalidad, hacia el voto por el comandante Chávez. La sola y descomunal marcha del 1° de Mayo, dos o trescientos mil marchistas por lo menos, prácticamente marcó el inicio de la campaña electoral presidencial del bolivarianismo y los socialistas, del chavismo revolucionario. Allí, en esa marcha, está patentizada la mejor encuesta electoral, el mejor estudio de campo, ni qué decir, la escuálida –por darle algún nombre– mini marcha de la ultra derecha, algo que da realmente pena. Por ese camino ni los mismos escuálidos van a sufragar por su autista candidato.

Ahora, a consolidar esa conquista, a no permitir que la burocracia, el capitalismo embozalado, la quinta columna la frenen o desvíen.


(humbertocaracola@gmail.com)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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