Si algo caracteriza a los familiares de los presos de la Planta o de cualquier centro penitenciario de nuestro país es la pobreza, eso nadie se atreve a ponerlo en duda.
Esas mujeres madres, esposas, tías y hermanas que hoy luchan por los derechos humanos de sus parientes y a quienes la canalla mediática y “bandidos” de ONGs, que viven del financiamiento externo, animan contra el Gobierno de Chávez porque “vulnera los DD HH de los reclusos”, se han preguntado ¿cómo resolvería la situación de las cárceles la derecha de este país?.
El drama de las cárceles no es nuevo, ni tiene los 13 años del Gobierno de Chávez, ni se va a resolverse en el corto ni el mediano plazo. Eso no da votos, aunque ese drama está siendo explotado actualmente por la derecha para denunciar la ineficiencia del gobierno, como si resolver un problema estructural de esa magnitud dependiera sólo del deseo y la buena voluntad de Chávez y quienes lo acompañan en el Gobierno.
Sí en las cárceles venezolanas hay drogas, armas, tráfico de influencia, mafias, etc., etc., el asunto es que no es una política del Gobierno avalar ni amparar lo que allí sucede y al contrario el Gobierno se ha ido ocupando progresivamente de la situación y está orientado a desarrollar políticas carcelarias para transformar la realidad de quienes permanecen en una cárcel por la razón que sea.
¿Qué hizo la derecha antes y que haría en un supuesto negado de gobernar en el país de nuevo?. No ponemos en duda de la eficacia de sus métodos al atender la situación carcelaria.
El problema carcelario está asociado, como se dice al principio, a la pobreza, la conclusión para la derecha es que es necesario acabar con los pobres, total a la sociedad en general le importan poco los pobres y sus problemas, ergo es natural que ocurran motines carcelarios donde recurrentemente pierdan la vida reclusos e intentos de fuga donde intervienen las autoridades y dejan como saldo cualquier cantidad de reos asesinados, etc., no es una mera hipótesis, ya en el pasado vimos las respuestas que los gobiernos dieron a los conflictos suscitados en las cárceles. Total para ellos, como también se dijo antes, las cárceles no dan votos.
Lo nuevo de ahora es ver a quienes han detestado y detestan a los pobres ponerse de su lado, mejor dicho mostrarse como si estuvieran de su lado, cuando la verdad verdadera es que a las televisoras y los medios que hoy muestran los hechos noticiosos de la Planta, como antes los del Rodeo, les importa un bledo el dolor y el sufrimiento de las mujeres, madres, hermanas y parientes en general de los reclusos.
Insistimos en la idea central del artículo, pobres madres y mujeres pobres de los reclusos.
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