Las familias venezolanas viven afectada por la violencia, violencia actual que viene signada por problemas viejos y agregados, que la hace más compleja su interpretación, vale decir, la violencia para el tener bienes materiales en demasía y la ostentación, el enriquecimiento fácil, la violencia del cine, de la televisión y de los videos, desmoralización en cuerpo policiales, desviación de sus funciones institucionales en organismo que deben estar al servicio de la población, gobernadores de estados denunciados por el Ministro de Relaciones Interiores como involucrados en narcolavado y tráfico de drogas, en fin, es multivectorial y como tal hay que tratar el tema, también vale preguntarse, cuál es el papel de las iglesias ante las afectaciones sociales y la educación y la reducación pastoral cristiana en Venezuela, así como preguntarse: cuál es el papel de los medios privados de comunicación para el sosiego social y el establecimiento de la proyección de valores y principios sustentados en alcanzar una nueva Venezuela distante y distinta a como veníamos.
Porque hay que decir con todas las letras que los Pranes que desfalcan bancos, engañan a la justicia, se pueden dar el lujo de escapar a EE.UU. mientras que los hijos e hijas de la panadera, sin apellidos de abolengo y sin alcurnia que hable por ello tienen que pagar cárcel y los medios privados de comunicación no miman ni consienten por el contrario, los y las despellejan, una vez en las cárceles, terminan sirviendo a una red carcelaria que causa tremenda curiosidad porque nos preguntamos, quiénes estarán detrás de ellos y con cuál propósito.
Pues a despecho de quienes instigan a que el gobierno es culpable de todo y por todo, dejamos relatada una dolorosa experiencia que evidencia que si se puede, con valores, principios, con justicia, impactar positivamente con fe en la formación del nuevo ser humano.
Para el protagonista de esta sencilla carta lo llamaremos José, cuántas cartas no circulan en el mundo con ese nombre, verdad? Deben ser muchísimas pero esta que a continuación le extraemos algunos párrafos y que intentamos de interpretar tiene un significado muy especial, especialísimo…fue escrita detrás de unos barrotes, en un recinto donde José estaba privado de la libertad, y antes o después de cada línea que escribía José a mano iban y venían recuerdos con lágrimas que se mecían como columpios.
El por qué está José pagando condena no viene al caso, faltan 5 de 17 años al que fue sentenciado, ingresó a los 20 años y nunca antes había pensado que sus fotos salieran publicadas en esas circunstancias en todos los periódicos con interpretaciones que no fueron las reales de lo que aconteció.
“Mamá espero que estés bien”.
José con este encabezamiento ya tenía sus ojos a desbordarse, él sabía que su mamá no estaba bien, desde que cayó preso, la foto de María también la publicaron en la prensa, lo que trajo como consecuencia, que la botaran de la fábrica donde trabajaba. Las visitas de ella cada vez eran más espaciadas. Ella trabajaba desde que el papá de José un día cuando él apenas tenía 4 añitos se fue y los dejó solos, unos comentan que lo asesinaron en otro lugar, otros dicen que se marchó con otra mujer…lo cierto es que no se tiene certeza de su destino. María se quedó sola e íngrima con tres bebés: dos hembritas y José, el menor, fiel copia física del padre.
“Yo me siento bien mamá”.
De nuevo corrían las lágrimas de José después de suspirar. José tiene algunos cursos en la cárcel pero se siente más atraído por tallar escultóricas figuras y su afición por la música. En varias oportunidades se ha presentado en conciertos con la orquesta sinfónica penitenciaria y en una ocasión fue entrevistado respetuosamente por una joven estudiante de comunicación de la Universidad Bolivariana de Venezuela quien le grabó, le filmó y tomó nota de sus respuestas. Luego ella misma le llevó el periódico comunitario donde publicaron la entrevista y la foto de José. Nunca antes se lo había confesado a nadie pero él se siento derrumbado internamente cuando lo capturaron y esposado lo presentaron en los tribunales ocasión en que un enjambre de periodistas lo cercaron y lo llamaron asesino, asesino, él sintió voces y voces que le preguntaban, por qué lo mataste? Los funcionarios lo llevan a la carrera y a empujones, los fotógrafos hacían gala de intensos flash. Se enteró por la culpabilidad que le imputaban los periodistas que la víctima de José murió, él no quería que muriera y la palabra de asesino retumbó miles de veces en su cabeza y dijo que lloró, lloró esa muerte, él no quería matarlo, pero el ya fallecido y él se pusieron nerviosos y ocurrió lo que ocurrió.
“Mamá no te preocupes estoy bien. Espero que mis hermanas estén bien. Ya ellas volvieron a parir, ya van 7 sobrinos que son tus nietos, y son nietos y no tienes yernos conocidos. Aún conservo las fotos carnet de Uds., con los sobrinos me confundo todo así como con sus nombres y de cuál de mis hermanas son, pero me muero por jugar con ellos. Me dices en tu carta que vas a recibir la pensión de Chávez y que te inscribiste en la Misión Vivienda Venezuela, Dios quieras que te salga todo rápido y que Chávez se mejore, verdad? lo que yo no te he dado, el presidente sin conocernos te va a dar tu apartamentico y a las muchachas también, ahora con el Consejo Comunal los vecinos te vuelven a tratar, por mi culpa la gente se alejó de la casa…”
De nuevo las lágrimas de José…
“Te cuento que recibí un reconocimiento, hice una escultura inspirado en ti y me gané un diploma que luego que pase todo esto te lo entregaré con un gran abrazo…”
José sufría al saber que su mamá desde hace años lava y plancha ajeno, se decía hacia él mismo:
“-nunca más le dieron trabajo después de aquella foto en la prensa, ella envejeció ante de tiempo y cuando me visita tiene que dar esos “madrugonazos”, hacer trasbordo varias veces, reunir lo que le queda de dinerito para completar los pasajes –yo lo sé aunque a ella no le gusta tocar el tema - además me trae algunos dulces, me encantan las conservitas de plátanos maduros”.
José se cubre el rostro con una almohada y gime desconsoladamente, le viene a la mente cuando su mamá lo visita, él le toma las manos agrietadas y él siente brazas en su pecho cuando le ve marcado en su antebrazo sellos y el número de visita. En una oportunidad le vio inscrito en su antebrazo un número muy alto, a su pregunta ella le respondió: -nada! estoy bien! Luego se enteró que antes de empezar la visita la llevaron de urgencia a la enfermería puesto que haciendo la cola para entrar, se desmayó.
José retomaba la escritura de su carta materna:
“-¿Sabe mamá?, como te he dicho miles de veces, estoy arrepentido de lo que hice pero es un paréntesis en mi vida y todos los días me inspiro en ti para ser mejor, me diste lo mejor de ti, amor, consejos, pero no supe valorarte, pero te prometo y estoy cumpliendo mi juramento de hacerte feliz…”
De nuevo José lloraba a sus adentros y es que era inevitable que sus ojos no se desbordaran puesto que recordaba cuando empezó este calvario, es que la señora María varios días durmió sola afuera de la cárcel, varios días estuvo sin saber de José, algunas veces hay refriegas entre los mismos internos, de nuevo nubes pérfidas de periodistas, fotógrafos, preguntas, juicios, sentencias, castigos, burlas, desprecios, provocaciones, alaridos, humillaciones, tergiversaciones, negaciones, afirmaciones, calumnias, extras de última horas!, avances de último minuto! tanto televisivos, radiales, en los periódicos! pero nada de verdades…!
“Mamá viene tu día –escribía con temblorosa mano José quien se apoyaba en su pierna- y nos presentaremos con la orquesta penitenciaria en un concierto para Uds. me gustaría verte en la primera fila, ya estoy más diestro, soy el más aventajado, ya leo a las perfección esas hormiguitas que tu dices ver cuando te muestro las partituras, además seré solista en el violín, me lo imagino y el corazón no me cabe en el pecho”.
Llegó el día de las madres y José notó la ausencia de su madre en la primera fila y se dio ánimo, es que a lo mejor no llegó temprano y está en los puestos de atrás.
Nunca como ahora José tocó con tanta emoción, tocó con el corazón; es más, confesó después de tantos aplausos que tocó inspirado en su mamá. La buscaba con la mirada entre la gente y se sonrió con resignación: -es que mamá es tan pequeñita…pero se la imaginaba aplaudiéndolo con ganas, admiración y orgullo.
Terminado el concierto, familiares, conocidos y amigos se tomaban fotos con quienes descubrieron que tenían vena musical, ya son modestos músicos, todo era alegría, felicitaciones, José prestaba una sonrisa simulando satisfacción pero él quería ver a su mamá, la buscó sin éxito entre las y los asistentes…no la halló para su desconsuelo y se preguntó en sus adentros:- ¿qué le pasaría?
Le interrumpieron la búsqueda infructuosa, lo llevaron a una oficina con un pretexto cualquiera y allí la noticia demoledora que hay que ser valiente para darla como también para ser testigo sin que se haga un nudo en la garganta y broten las lágrimas: -Su señora madre…no pudo venir…nos informaron…que ella…que ella…falleció ayer en la noche…
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