Hace algunos años leí en el número ocho de
"Rocinante", de Pedro Duno lo siguiente: La revolución venezolana
podría tener un sentido anti imperialista sin ser necesariamente anticapitalista.
Algunos camaradas de aquellos tiempos consideraron estas palabras como
una falacia. Pero transportando este concepto a nuestros tiempos, creo
que la revolución comandada por el presidente Chávez, es anti imperialista,
pero sigue siendo totalmente capitalista. Esto se nota claramente en
la política económica del gobierno, y agregar algo más sobre esto,
es llover sobre mojado. Para mi, no hay nada que indique, que vamos
camino al socialismo.
No es que marxistas como yo, queramos que el presidente haga una revolución
marxista. No, el pensamiento marxista no es como la Biblia que tiene
validez en todas las épocas. Tampoco lo tiene el pensamiento de Lenin,
y es que cada época es diferente a otra, como cada país lo es de otro.
Pero si se queremos llegar al socialismo, no podemos desligarnos de
algunos conceptos políticos-económicos del marxismo y mucho menos
tirar por la borda la histórica figura del pensamiento de Lenin. Y
es que el deber de todo revolucionario, es hacer la revolución, pero
no, una revolución burguesa (que también las hay) si no, una auténticamente
socialista.
¿Se está haciendo una revolución en nuestro país? definitivamente,
para mi, esta revolución ni siquiera ha comenzado. En mi concepto,
de acuerdo a las circunstancias en una nación pueden darse tres tipos
de revoluciones: militar, social y cívico militar. En la actualidad,
(Cree usted que estamos en presencia de algunas de estas? Por donde
yo mire, no veo presencia de ninguna de las tres. Los militares (salvo
los de baja graduación) siguen viviendo al estilo burgués. La revolución
social, no existe y la cívico-militar, es al netamente programático.
La verdadera revolución es la social y es la única que verdaderamente
puede lograr las grandes transformaciones de nuestra patria. Para hacer
esa revolución, hay que comenzar por hacer un cambio en la conciencia
social y la ideología en la sociedad, la cual tomará cada vez con
mayor fuerza un papel decisivo en la revolución. En estos momentos,
el pueblo está tomando decisiones a través de los concejos comunales
y las comunas, pero lo está haciendo sin experimental en el un cambio
de conciencia y de ideología. Por eso hoy más que nunca, el deber
de los revolucionarios de verdad, es promover las más amplias condiciones
en sus puesto de trabajo, (bien sea en el campo o en la ciudad), para
la discusión y lucha de opiniones que el calor del combate cotidiano,
nos pueda ir proporcionando algunos conceptos ideológicos, estratégicos,
tácticos y organizativos acerca de como debe ser nuestra revolución.
Cuando, nuestro pueblo se haya formado conscientemente e ideológicamente,
la revolución social emergerá como la forma resolutiva el transito
de una sociedad a otra, como expresión de la división de clases. De
esta manera se da término a la vieja hegemonía y se da paso a la
nueva conformada por la clase trabajadora. En ese preciso momento comenzará
la destrucción del viejo sistema de producción y nacerá un nuevo
sistema social, todo bajo el poder de la clase trabajadora.
Como yo no veo por ningún lado lo anteriormente descrito, es que me
atrevo a decir que el socialismo en Venezuela es una quimera. Estamos
siendo dirigidos por una elite de funcionarios (como siempre hay sus
excepciones) que no quieren para nada traspasarle el poder al pueblo,
ya que con ello perderían todos sus privilegios y negocios que tienen
dentro del estado. El mismo comandante presidente, se ha empeñado en
mantener este híbrido del capitalismo con lo que él llama socialismo.
No hay nada más contradictorio para alguien que quiera hacer una revolución.
Todas las empresas o tierras recuperadas (compradas) por el gobierno,
están bajo el poder absoluto del estado. Todas ellas dirigidas o gerenciadas
por funcionarios que no quieren saber nada de control obrero.
Sin embargo como dije en el artículo anterior: es lo mejor que tenemos.
Por lo menos, mientras la renta petrolera sea dirigida casi en su totalidad
a mejorar las condiciones de vida de los más pobres. Mientras el gobierno
se siga declarando anti imperialista. Mientras Chávez siga manteniendo
la misma política internacional (salvo la de Colombia). Mientras sigamos
siendo solidarios con nuestros hermanos cubanos como lo son ellos
con nosotros, tenemos que seguir apoyándolo, para evitar retroceder
al pasado.
aponwuao@hotmail.com