Es natural y muy comprensible que la clase social poderosamente económica y el resto de la ciudadanía mediáticamente manipulada divulgue que la violencia conductual de los venezolanos y las venezolanas en la actualidad; es responsabilidad absoluta del Cmdt. Presidente Hugo Chávez y de los ciudadanos o ciudadanas revolucionarios(as) que los apoyan; lo que no se comprende ni se entiende, es que algunos intelectuales o eruditos comunicacionales, publiquen criterios en el cual planteen que la actual polarización ideológica política es “Por culpa de Chávez” y de los que apoyamos directa o indirectamente al proceso revolucionario, porque sostener públicamente esa “Falacia” o mentira política, es darle la razón o hacerle el juego al enemigo político que supuestamente combatimos.
Quienes hemos vivido y participado en el que acontecer político venezolano y latinoamericano desde hace cincuenta décadas para acá, bien sea como líderes de alta relevancia y muy comprometidos con el desarrollo de la que llaman “las grandes decisiones políticas”, o los que nos hemos mantenido de bajo perfil o “Enconchados”, tanto en la izquierda como en la derecha, sabemos que la violencia y la polarización ideológica en nuestro país y el resto de América Latina, es de vieja y muy larga data; son demasiados los ejemplos que se pueden dar y que de alguna forma han sido publicados por los medios de comunicación en el transcurrir del tiempo; sin caer en especulación, se puede afirmar porque ha sido público notorio y procesado jurídicamente buena parte de los casos de violación a los derechos humanos fundamentales, que “La operación Cóndor” aplicada en Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Venezuela y todos los países de América central y del Caribe, directa o indirectamente, fue planificada por el Pentágono y la CIA de los EE.UU, con el apoyo incondicional del resto de los órganos de seguridad de Estado de los países antes citados, para “Exterminar a la dirigencia de izquierda comunista”; para formar a militares y civiles en actividades criminales de tortura y exterminio, se creó la famosa “Escuela de las Américas” en Panamá. Si a esta política criminal no se le llama “Polarización ideológica política” ¿Qué otro nombre tendrá?; en nuestra Venezuela, desde la época perejimenista hasta los cuarenta años de la mal llamada “Democracia representativa- Guanábana”, los órganos de seguridad: DIGEPOL, DISIP, DIM, PTJ, GN y el resto de las policías tanto regionales como municipales, se dedicaron a: torturar, desaparecer, asesinar, coaccionar, chantajear, perseguir, detener sin causa alguna y coartar el derecho a disentir ideológicamente de la población venezolana, con el apoyo y complicidad de las ONGS que supuestamente han sido garantes del respeto a los derechos humanos; Si a esta política criminal no se le llama “Polarización ideológica política” ¿Qué otro nombre tendrá?; la alta dirigencia política de los partidos Acción Democrática y COPEI, e incluso la de URD, crearon y entrenaron a grupos de choque mejor conocidos como los “Cabilleros o gavilleros”, cuyo único fin era perseguir, golpear, secuestrar y asesinar a quienes se les opusieran a sus prácticas corruptas de hacer lo ellos llamaban “Adecuadas actividades políticas”; e incluso maltrataron y asesinaron a sus propios militantes, que osaron a oponerse a desleales y malsana praxis política; Si a esta política criminal no se le llama “Polarización ideológica política” ¿Qué otro nombre tendrá?.
Buena parte de los llamados “Congresos ideológicos” de los partidos de derecha y algunos de izquierda terminaban con grandes y graves trifulcas grupales, que al final conducían a las divisiones irreconciliables entre las organizaciones políticas; cuando se realizaban marchas o mítines que coincidían en fecha, hora y lugar, se generaban grandes enfrentamientos entre militantes de AD o COPEY, u otras pequeñas organizaciones políticas; el asesinato de dirigentes de los partidos de derecha “Carlos Delgado Chalbaud”, “Leonardo Ruiz Pineda” “Alirio Ugarte Pelayo” y “Renny Ottolina” entre otros; la paliza que le dieron los cabilleros de AD en Ciudad Guayana al “Sr. Andrés Velásquez y que de izquierda”, cuando andaba en campaña para optar por la Gobernación del Estado Bolívar; entre otros actos de intolerancia ideológica; Si a esta política no se le llama “Polarización ideológica política” ¿Qué otro nombre tendrá?; y lo mejor de esta reseña histórica, es que para ese entonces, el Cmdt. Presidente no era dirigente relevante y menos en campaña electoral, lo que refleja que ya intolerancia y la polarización ideológico política ya era conducta común de la dirigencia política derechista y ultra derechista de esa década.
Las discriminaciones sociales, económicas y raciales, siempre han existido en nuestro país; pero se han mantenido hipócritamente camufladas o aparentemente ocultas; en algunos restaurantes, clubes sociales, cines, o fiestas de la clase social llamada “Jet Set.”, no se admitía ni se admiten a los que esa clase social denomina “Bicho de uña”; “Si a esa permanente intolerancia humana no se le llama “Polarización ideológica social” ¿Qué otro nombre tendrá?.
Como se puede ha podido leer respetable lector, esta ha sido una conducta típica, idiosincrática e histórica de la sociedad venezolana y latinoamericana; la polarización ideológico económica es de vieja data, ello significa que el Cmdt. Presidente Chávez y los que apoyamos al proceso revolucionario socialista que el encarna y dirige no somos los creadores de la actual polarización ideológica en nuestro país, pues los verdaderamente agresivos, intolerantes y clasistas son los que hoy continúan con su agenda de violencia el cual lógicamente expresan en su campaña política y comunicacional.
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