Creo que fue a principios de 2007, en un “Alo Presidente”, cuando por primera vez escuche a nuestro presidente a hablar sobre León Trotsky, entre otras cosas dijo algo asi como: “hay que leer y estudiar a Leon Trotsky, yo respeto mucho su pensamiento, su legado histórico, hay que leer el programa de transición, la revolución permanente, todas sus obras, aquí nadie esta aprendido”. A lo que seguidamente el presidente pregunta ¿en que año fue que mataron a Trotsky? Nadie de los presentes tuvo respuesta. Inmediatamente el presidente dice: tarea pues, investigar en que año fue asesinado.
El camarada presidente, expresaba su enorme preocupación porque no teníamos una dirigencia a la altura de lo que se estaba viviendo e instaba a la militancia del proceso a construir un partido, repetía que era una necesidad, argumentando una serie de razones con una lógica descomunal. Puedo decir, que ese día, el camarada Hugo Chávez me gano para inscribirme en el posteriormente constituido PSUV. Recuerdo también, que incluso hasta Lenin afloro en el vocablo del presidente en ese programa de reminiscencia sin par.
Note tan sincero y preocupado al presidente ese día inédito totalmente para mi, no solo que era la primera vez que le escuchaba nombrar a Trotsky, era también la primera que yo particularmente escuchaba a presidente alguno nombrar a Lev Davidovich Bronstein, pero lo mas importante me pareció, que el mismísimo Hugo Chávez públicamente señalaba algunos de los peligros o grandes enemigos a los que se enfrentaba el proceso revolucionario que se “había parido” este sabio pueblo. Reconociendo por supuesto que uno de los grandes enemigos (sino el mas) era la burocratización y “los clanes” en las altas esferas del poder. Ante monstruos contrarrevolucionarios como estos, el camarada presidente le estaba presentando una alternativa dialéctica al pueblo militante Chavista: les instaba a leer y estudiar a Leon Trotsky.
Si algún pueblo en el mundo esta ganado para la lucha anti-imperialista es el pueblo Bolivariano, de eso que no haya una esquirla de duda. Hay que confiar ciegamente en su enrome capacidad para movilizarse y auto organizarse, que es a lo que precisamente mas le teme la burocracia pérfida y ponzoñosa. En ese mismo “Alo Presidente” el camarada Chávez señalaba también el riesgo que se corre cuando están dadas las condiciones para una revolución y no se saben aprovechar. Creo que en ese sentido, aquí hubo condiciones específicas para avanzar bárbaramente y no fueron aprovechadas, al contrario fueron minadas y torpedeadas por el aparataje y cuanta estructura de poder constituido se manifiesta. No quiero decir con esto que nuestro proceso fue cerrado o asesinado, lo que quiero decir es que a estas alturas lo que amerita el mismo, es un nuevo rumbo.
La dirección general “oficial” del proceso no ha estado a la altura como bien temía el camarada presidente y lo ha tenido más que claro el pueblo luchador y combativo, pero ese pueblo militante mantiene intacto su reflejo revolucionario. La lucha anti-burocrática es una lucha desigual, pero a la vez permite al fortalecimiento y claridad de los verdaderos cuadros revolucionarios de base. Una dirección colectiva es una necesidad, es una exigencia, que tiene que surgir en medio de una dinámica democrática, seria, de libre participación, de verdadero protagonismo consecuente y revolucionario. Octubre nos espera, y el presidente esta habilitado para convocar el pueblo donde el lo considere conveniente, que ahí estaremos, pero fundamentalmente iremos con propuestas, con programas, con ideas, las cuales queremos discutir, las queremos debatir. Queremos hablar de verdades, porque como lo dijera León Trotsky: “exponer a los oprimidos la verdad sobre la situación, es abrirle el camino hacia la revolución”