Unidad del Poder popular

Abstención y triunfalismo

Son nuestros mayores problemas de cara al 07 de octubre. Diversas voces de la revolución vienen advirtiendo sobre este tema… Otras han expresado que es un error validar un instrumento propio de la tecnología electoral capitalista como lo son las encuestas. Particularmente cuando son realizadas por empresas privadas que, en el pasado, han estado abiertamente vinculadas con la oposición. Han señalado que es un error político darle tanta validez, al crearse un precedente al respecto. En efecto, no pareciera conveniente creer tan abiertamente en su fiabilidad, cuando hoy nos favorecen, para mañana señalar que son “manipuladas”, si estas empresas deciden hacer “soplar el viento” en dirección contraria.

Sobre esto se ha escrito bastante. Es otro el tema al cual queremos hacer referencia y que suele ser obviado en el análisis. Estos estudios muestran un porcentaje de “intención de voto” por “NINGUNO” extremadamente bajo. La última encuesta de Hinterlaces señala que sólo un 2% indicaron “NINGUNO” y un 11%, “NO SABE o NO CONTESTA”. No es la misma disposición, ni la misma actitud, que asume una persona frente a un encuestador, a la que tendrá cuando tenga que movilizarse para asistir al acto de votación. Un porcentaje de las personas que aceptaron responder la encuesta y manifestaron su intención de participar, engrosaran seguramente la lista de los abstencionistas.

La abstención más baja que hemos tenido en los últimos años se dio en la elección presidencial del año 2006: 25.3%. Las siguientes más bajas, fueron también cuando el Presidente Chávez fue el sujeto de la elección: 30,08% en el referéndum presidencial del 2004 y 29,67% en la enmienda constitucional de 2009. Los procesos electorales de carácter regional tuvieron niveles mayores de abstención: 37% en el 2008 y 35.5% en el 2010. ¿A dónde queremos llegar con esto? Quienes tenemos algún conocimiento del comportamiento electoral del venezolano, sabemos que es muy difícil bajar el umbral de abstención del 25%. Pareciera más probable que pueda aumentar que disminuir. Eso no significa que toda esa abstención será nuestra, sin embargo, al igual que en procesos electorales anteriores, es de esperar que un porcentaje sustancialmente mayor lo sea. Las razones son múltiples: 1) Las propias condiciones de vida de nuestro electorado (barrios o zonas rurales alejados de los centros de votación, precariedad de la vida misma, etc.); 2) Rechazo a los mandatarios regionales o locales que, indirectamente, impacta sobre la elección presidencial; 3) Falta de madurez política para diferenciar lo que es la revolución, de lo que son malas gestiones; 4) El propio triunfalismo.

Hasta ahora, las encuestas de opinión reflejan una ventaja del Presidente Chávez entre 19% y 27%. Esta ventaja pudiera reducirse, por la abstención, en varios puntos porcentuales. Aún así, esa diferencia, a favor de la reelección del Presidente Chávez pareciera ser holgada, como también se percibe en “la calle”, sin embargo debemos estar alerta a todo triunfalismo. No cometamos el error político de ubicarnos en el “mejor escenario”, cuando es preferible ubicarnos en el “peor escenario”, una altísima abstención, y trabajar en función de ello.

inprocoin@gmail.com



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Reinaldo Quijada


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