Más allá de que sea Eduardo Saman

Aun se recuerda con mucha simpatía la gestión que realizo Eduardo Saman, tanto en el INDEPABIS, como en el ministerio del comercio. Y digo con simpatía, si, porque durante ese tiempo la gente puntualmente recuerda el trato y disposición de aquel hombre de trato ameno y sincero, que te hacía sentir que no te fingía nada, que era así, que atendía a las personas en su oficina, haciéndoles sentir con una confianza que a la gente se le instalaba en el imaginario inmediatamente: “si, estuve en un espacio de verdadero ejercicio de poder popular”.

 Eduardo Saman no fue el clásico presidente de una institución o el convencional ministro, fue durante su tiempo como funcionario del Estado un tipo que se arrimo con la base, se ubico con el pueblo, supo cómo tratar al buhonero, al estudiante, al trabajador, a la ama de casa, en fin a la gente. Eso por supuesto quedo más que evidenciado cuando se supo que se le había cesanteado de su cargo por allá a comienzos de 2010. Jamás destitución de funcionario alguno causo tanto malestar, inconformidad e incomprensión como sucedió con el caso de Saman, dejando esto bien clarito y referido, que el ex ministro es un hombre de unas condiciones humanas y políticas dignas de resaltar.

 Ahora bien, ante la ya conocida intención de Eduardo, de postularse como candidato a la Alcaldía Mayor de Caracas, hay una serie de razones y motivos que perfectamente concuerdan con una de las claves del proceso. El mismo Eduardo ha dicho que será el candidato, pero si así el pueblo lo quiere, es decir, no será un candidato escogido tras bastidores o en una reunión de pequeños grupitos, no, el compañero está recurriendo al poder originario, se está sometiendo al criterio y disposición de quien ejerce el poder constituyente, en una clara muestra de voluntad revolucionaria y progresiva, esto, no nos puede pasar por alto, porque estamos ante una gesta que si va en consonancia con el proceso revolucionario.

 En el marco de unas discusiones que ya parte del pueblo con Eduardo comenzaron, el compañero ha asumido el hecho que el programa de gobierno sea discutido y debatido con la base, que los trabajadores y en consecuencia el pueblo caraqueño (en este caso) sea el sustrato de una gestión que no sea simplemente la de un Alcalde mas, no, apostamos en conjunto a que sea una gestión que refiera el carácter revolucionario de una base, el cual tristemente se ha venido minando desde instancias burocráticas y desde donde también se nos sigue pretendiendo imponer candidatos a dedos.

Que el pueblo escoja sus candidatos no solo que es una necesidad, sino que es un ejercicio que empalma realmente con el sentido moral, ético, filosófico y político, de aquello que nació en el inolvidable febrero de 1989. Eso es algo que esta mas allá que sea Eduardo Saman, que sea julio, que sea Juana o quien fuere. Lo que Eduardo Saman y el pueblo de Caracas están poniendo en práctica, es un ejemplo democrático y de verdadera participación protagónica, es un ejemplo para todo el país.




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Gustavo Martínez Rubio

Militante de Marea Socialista y de La Liga Internacional Socialista (LIS).

 gmartinez2109@gmail.com      @gmartinezru1978

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