Lo que le faltaba a la campaña p´a boba que ejecuta el oposicionismo atolondrado, ocurrió el 10 de Junio 2012 en Caracas cuando el aspirante presidencial chayota apeló a su voz inemocionable obligado a caletrearse un discursito de disimulo en auxilio a su carencia mental. Culminando un recorrido de 10 kilómetros destinado a darle show mediático a la inscripción y repartiendo “lupulosa light” para cada quien, el “candidote” habló de si mismo y su candidatura al revés de lo que piensa, mencionando el amor, la paz y presuntas listas de apoyo oficialista obligado para su opositor, prometiendo al estilo de la vieja politiquería ejecutar sus ofrecimientos cuando -según sus sueños arribe a la Presidencia-. No recuerda que los mirandinos y el resto de Venezuela tampoco, no olvidan como en 2002 siendo el Alcaldito de Baruta creyó que asaltando de manera fascista la Embajada de Cuba y reprimiendo altos funcionarios chavistas se haría célebre. El Domingo 10 de junio 2012 habló desfachatadamente de lo que regionalmente no pudo lograr, mencionando consignas para los hijos pese a estar soltero, las esposas pese a no conocérsele cónyuge y pidiendo a sus confundidos seguidores que piensen cada día en una “Venezuela que si tiene futuro…”. El engaño televisado de transitar en ridiculocracia diez kilómetros desde el Parque del Este hasta la sede del CNE en el corazón de la cuna del Libertador Simón Bolívar, quedó filmado, grabado y fotografiado en el desentusiasmo de caminantes víctimas de una impresión más falsa que un billete de quince bolívares, a sabiendas que el colectivo desprecia los disfraces de populismo, antifaces y tatuajes utilizados por quienes pretenden regresarnos al capitalismo salvaje, frente a la revolución liberadora, que hoy sirve de ejemplo socialista desde Venezuela hacia el mundo. “Plantación Adentro Camará…” es el tema de protesta antiesclavista que recordé mientras el candidato burguesito intentaba insuflar optimismo con sabor a pueblo, sabiendo que menos aún pueden calar sus campañas electoreras copia y jingles propagandísticos del Manhattan de New York y la vida truculena cinematográfica y de televisión, imposibilitados de contagiar al colectivo con sus chayotadas de la anarquía, por ser genuino representante de un cogollo al cual no defienden ni los más enconados adversarios de la revolución bolivariana, debido a la escasa personalidad de quien evoca lo peor de los placeres de la adecopeyanquicracia blanquiverde, corrupta y vende patria, resumidos aquellos males en este aspirante insípido de la oligarquía y el reconcomio representativo, pasmado y huérfano de fervor votante.
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