Tiene nombre propio y el día lunes 11 de junio realizó su inscripción ante el CNE para alcanzar la victoria de pueblo que le corresponde por la Misión 7 de octubre.
La Patria tiene nombre y se llama Hugo Rafael Chávez Frías. Una madrugada de febrero de 1992 insurgió en la palestra pública hecho ya pueblo, uniformado y comandando los rebeldes que se alzaron contra el régimen de oprobio y neoliberalismo que encabezaba, por segunda vez dentro de su dictatorial democracia representativa, Carlos Andrés Pérez.
Chávez Patria se hizo al mismo instante esperanza. Y con su voz de Por ahora, la mirada firme, la frente en alto, los sin nada, explotados, afrodescendientes e indígenas dieron de nuevo su paso al frente. Descubrieron que su tiempo y acciones de 1989 -y otras ancestrales o recientes- pese a lo dolorosas y los caídos, no fueron en vano. Fueron historia y permitieron que apareciera quien ahora las subrayaría.
Chávez Patria, prisión, calle y rebeldía, luego candidato y esperanza subrayada de nuevo, Presidente electo en diciembre de 1998. Gobierno, Constituyente, Constitución y siempre rebeldía, jamás pactaría con las oligarquías. Chávez en gobierno obedeciendo a su pueblo, a su clase.
Toda historia conocida, Chávez perseverancia, Chávez construyendo libertad, misiones, saldando deudas sociales en la salud, en la educación, en la vivienda, en la alimentación, en las pensiones, en el bienestar más mínimo. Chávez enfrentando hasta a la naturaleza misma, que lleva a veces el rostro enemigo de quien por moldearla en beneficio de sus riquezas y acumulación de las mismas, se vuelca contra la humanidad y se hace calentamiento global, cáncer, guerra bacteriológica o química.
Chávez liberación, Chávez liderazgo, Chávez Patria, de nuevo candidato para acompañarnos en la independencia definitiva, en la soberanía, en el moldeamiento del rostro de la Patria socialista.
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