“Vicentico, calladito te ves más decentico “, afirmaron analistas políticos luego de oír el papelón politiquero cometido por el opositor Vicente Díaz. Sucedió minutos antes de la impactante presentación de la candidatura de Hugo Chávez en el CNE, cuando Don Vicente acompañó su acostumbrada cara amarrada con ademanes de rabia desesperación e impotencia frente al acto multitudinario rojo rojito. Sin tomar en cuenta que es uno de los rectores principales de nuestro máximo tribunal electoral, Díaz no aguantó estar frente al Presidente de la República para quejarse porque en su óptica solo ve extralimitaciones en las campañas de apoyo al candidato Chávez, olvidando que ha hecho mutis acerca de las profusas demostraciones de organizaciones opositoras, promociones y bailecitos vidiotizantes, propagandas impresas y teleradiales, publicitando mucho antes del arranque oficial al candidato del majunchismo. Vicente Díaz figuró a destiempo manifestando fuera de lugar que los partidarios de Chávez estaban violando normas electorales, porque de esa manera “Chente el amargado” inició la intención de su periplo por televisoras, periódicos y radios, su parte encomendada en la guerra asimétrica que apunta a salir de Chávez, acudiendo a los medios donde le preguntan y el intenta disimular su gusto por el candidato del chayolate, aduciendo que no tenemos condiciones de igualdad en la promoción de los aspirantes. Vicente logra unos “días” con minutos de fama periodística haciendo oposición, mientras el colectivo continúa esperando pruebas de fraude prometidas por Henry Ramos Allup para “el día siguiente” en el año 2006, después de la paliza que le dió Chávez al candidato Manuel Rosales. Quedó plasmado que el rector del CNE Vicente Díaz anda más perdido que niño extraviado en una procesión, igual que el jefe del Comando de Campaña de Capriles, el “amigui despistado” Armando Briquet, quien dijo que la luz se fue sospechosamente durante un acto electoral en el cual él acompañaba a su hombre de la política y paisano Capriles. Briquet afirmó textualmente “nos quedamos a oscuras en San Felipe, estado Bolívar…”, dejándonos la duda si se refería al San Félix de la región guayanesa, o a San Felipe capital del estado Yaracuy. Así son los aprendices de brujos de la política venezolana, no saben hacer ni decir discursos, no conocen geografía ni leen historia y para complemento hoy dicen que apoyan y les gusta, lo que antes aseguraban que no servía, se apoyan en la Constitución bolivariana pero en 1999 llamaron a votar en contra de su aprobación. ¡¡Que desastre!!!, rompieron el ridiculómetro politiquero y ¡¡¡en que forma!!!.
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