ELECTORALISMOS
“Te juro pana que si no fuera por la rabia que le tengo a Chávez, no le paraba b… al muchacho ese…”, le oí decir a un trabajador informal refiriéndose al candidato vacuo del oposicionismo; portaba un periódico que ataca ferozmente al Presidente y en consecuencia el caballero hizo varios comentarios contrarrevolucionarios. Así comprendo aún más el por qué de cierto comportamiento colectivo, producto del diario reseñar de prensa abiertamente en favor del aspirante opositor, medios que lisonjean las barrabasadas verbales del candidato y buscan darle aliento a una campaña que no cala en las masas. Necesitan vigorizar actos tradicionales de los adversarios de la revolución, pero dándoles “cañita” a los manifestantes porque de lo contrario el “flaquito” no pasa del diminutivo escogido por sus asesores gringos, queriendo arrancarle fervor votante a una población mejor representada por Manuel Rosales, a quien el renegado izquierdista Petkoff (otro que funciona por odiocracia), llamó “candidatazo” cuando el “filósofo-burrales” le dio mas motivación a su campaña, que la de este sifrinito metido a populista que confunde Chivacoa con Coquivacoa, dice que los submarinos tienen telescopio pues no recuerda el término periscopio, no celebra el día del padre debido a que no ha tenido tiempo para casarse y no se le conoce descendencia. CAPriles el nuevo “caminante…” afirma que el gobierno bolivariano convive con la guerrilla colombiana, seguramente porque como ha confesado no lee, razón por la cual no se ha enterado de las numerosas veces en que responsablemente Hugo Chávez ha condenado la guerrilla del país vecino, rechazando específicamente los secuestros y cualquier intromisión en nuestro territorio a través de tan larga frontera, acción que incluye captura de numerosos guerrilleros y paramilitares entregados a los gobiernos de Alvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Anda requetemal este aspirante insípido cual pajarito perdido de ojos saltones temerosos, pésimos chistes y escasa inteligencia discursiva, nacido en las faldas del Avila y criado por los amos del valle, oligarquía caraqueña que quiere asaltar el poder y no lo logra por votos, pretendiendo representar los habitantes de la sultana caraqueña alguien incapaz de haber gobernado eficientemente a Miranda, estado número uno en homicidios. En su vacuidad e ignorancia política acude a trampas como las primarias de oposición, encampañado a punta de TV, radiodifusión y periódicos, sin convencer a la mayoría sufragante hoy por hoy persuadida de las bondades del socialismo, frente al fracaso mundial del capitalismo salvaje “representativo”, malformando al colectivo con falsas matrices de opinión periodística, radial y televisiva, empecinados en ocultar irresponsablemente los beneficios de la revolución.
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