Historia de una esclavitud

De 1811 a 2012: 201 años luchando por la independencia

Una vez avistada la costa del territorio que fue bautizado como Venezuela por la invasión europea del año 1492 y después de que en 1527 se conformara la Capitanía General de Venezuela como colonia del imperio español; una interminable tragedia de esclavitud y tiranía de todas las formas existentes en el significado de ambas palabras han sido el escenario de un territorio que aun lucha por su independencia definitiva.

España, incapaz de administrar tan vasto territorio y para hacer de este un negocio más fácil de llevar le otorga la administración del territorio a la sociedad de los Welser (Alemania) a cambio de fondos financieros. Recordemos que el Reino de España iba en franca decadencia antes del afortunado descubrimiento que luego les llenaría las arcas y les permitiría la expansión de su hegemonía mundial.

En su concesión de administración el Rey Carlos I, prescribe a los Welser la obligación de fundar una cierta cantidad de ciudades y promover y facilitar la inmigración; pero estos se dedican realmente a la esclavización de los indios y a la búsqueda del mítico El Dorado.

Ambrosio Alfinger, primer gobernador, llega a la provincia de Coro en 1529, en su marcha hacia el occidente desmembró a las tribus indígenas en la entrada del Lago y funda a Maracaibo.

A pesar de la prohibición por parte del rey de España de la esclavitud de indios de 1528; entre 1529 y 1538 los welser registran la exportación de unos 1000 indígenas, las expediciones de los welser significaron la casi total destrucción de las sociedades indígenas de la zona del valle de Barquisimeto y el Tocuyo.

Así comenzó  la historia de la esclavitud del territorio llamado América por los invasores europeos; invasión y resistencia que concluyó en un verdadero genocidio jamás reconocido como tal

Como vivimos en un mundo donde la ficción se hace realidad al ser proyectada en las grandes salas de cine, o ser publicadas por las grandes cadenas de desinformación masiva, para contrarrestar ese modelo  hace falta una gran industria cinematográfica que inmortalice la tragedia de la invasión europea y les ponga títulos fílmicos para que puedan ser reconocidos como tales; pudieran hacer, quizás, una nueva versión de “la vida es bella” que comience en el paraíso virginal americano de 1492 con un Guaicaipuro corriendo libre en sus montes persiguiendo algún jabalí para conquistar con su proeza a alguna hermosa indígena y que su guion termine con un Guaicaipuro convertido en pira humana blandiendo su espada a diestra y siniestra pero muriendo a estocadas mientras la bandera española es izada en su aun humeante choza.

Luego con la masacre consumada; así continuó la historia de la esclavitud que después de pasar por el periodo del colonialismo feudal, al feudalismo colonial; pasó, a partir de 1830 del feudalismo político al colonialismo político.

Surgieron los gobiernos conservadores y “liberarles” con sus respectivas oligarquías liberales y conservadores, apropiándose del poder y conculcando las libertades que nunca se lograron.

Con el tiempo vino una nueva esclavitud en la forma de una dictadura vitalicia diferente a la de Páez, los hermanos Monagas y todos los derivados de esa oligarquía; encarnada en Juan Vicente Gómez, quien desde Maracay se convirtió en el jefe supremo de Venezuela y los venezolanos.

Luego vinieron las dictaduras modernas encarnadas en Marcos Pérez Jiménez la personalizada y después la grupal, en el periodo conocido como “democracia representativa” donde los representantes se habían agrupado en un círculo cerrado y prácticamente impenetrable bajo un acuerdo conocido como “Pacto de Punto fijo” cuya esencia estaba en la protección propia y la intención jurada de impedir por cualquier medio el acceso al poder a los partidos de izquierda o de tendencia progresista.

Este último periodo desde 1830 a 1998, fue el de la esclavitud impuesta de manera subliminal a través de los partidos políticos y los medios de comunicación propiedad de los grandes capitales nacionales e internacionales y de manera efectiva a través de la ley, la represión policial y los asesinatos selectivos.

En este largo periodo desde 1830 hasta 1998 una nueva y cada vez más especializada forma de esclavitud se apoderó de nuestro territorio, una vez malogrado el proyecto de unión gran colombina, opacada la figura del libertador y guardado en pesados volúmenes sus pensamientos y discursos, el capitalismo a través de las transnacionales de la comunicación hicieron el trabajo de esclavizar al pueblo que no había superado la etapa que profetizó Bolívar en su discurso de angostura por allá por el año1819

“Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad; la traición por el patriotismo; la venganza por la justicia…”. “ «La libertad-dice Rousseau es un alimento suculento, pero de difícil digestión». Nuestros débiles conciudadanos tendrán que enrobustecer su espíritu mucho antes que logren digerir el saludable nutritivo de la libertad. Entumidos sus miembros por las cadenas, debilitada su vista en las sombras de las mazmorras, y aniquilados por las pestilencias serviles, ¿serán capaces de marchar con pasos firmes hacia el augusto templo de la libertad?  ¿Serán capaces de admirar de cerca sus espléndidos rayos y respirar sin opresión el éter puro que allí reina? Meditad  bien vuestra elección, legisladores. No olvidéis qué vais a echar los fundamentos a un pueblo naciente que podrá elevarse a la grandeza que la naturaleza le ha señalado, si vosotros proporcionáis su base al eminente rango que le espera. Si vuestra elección no está presidida por el genio tutelar de Venezuela que debe inspiraros el acierto de escoger la naturaleza y la forma de gobierno que vais a adoptar para la felicidad del pueblo; si no acertáis, repito, la esclavitud será el término de nuestra transformación”.

Los legisladores de de ahí en adelante, pasando por los diferentes momentos de la patria se encargaron justamente de no acertar, se encargaron de vender las leyes y las constituciones al mercado y el imperio que cambió de nombre y de idioma, y se infiltró cambiando voluntades por papeles verdes de tanto valor como aquellas cuentas de vidrio que cambió el primer imperio por oro.

Hoy a 201 años del inicio de aquella lucha seguimos empeñados en lograr lo no logrado, seguimos empeñados en retomar el camino perdido, el camino de la libertad verdadera, sin tutelajes de ningún tipo.

Hoy 201 años después y con una tenebrosa oscurana de 158 años (1830-1988), el camino se extiende ante nosotros más bonito y menos enmarañado, hoy gracias al liderazgo del comandante presidente se empieza a despertar la conciencia patria y retomamos el espíritu que el libertador reclamaba.

Hoy gracias a la expansión de cultura, la lectura, la crítica, la opinión están brotando tallos frescos que cada día se alejan más de la tiranía mediática impuesta por las corporaciones de la comunicación, hoy el pueblo está despertando de su largo letargo y, somnoliento aun, otea en el horizonte el brillo de la libertad y huele en cercanía la verdadera independencia.

Hoy a mas de 200 años del inicio de aquella gesta, una nueva esperanza de emancipación inunda nuestro cielo y cual esporas al viento la nueva esperanza de liberación hace latir con alegría los corazones una vez más; esta vez un elemento nuevo hace más cercana la consolidación del anhelado fin, hoy el pueblo esta ilustrándose y ya no se asusta con espantos de media noche, ni se engatusa con cuentas de vidrio.

Sin embargo la lucha aun esta en embrión, nuestra fuerza se hará mas grande al mismo ritmo que nuestra educación y nuestras luces de hagan más amplias y más brillantes.

El imperio cuenta hoy con la dictadura mediática y la esclavitud del consumismo que alimenta al capitalismo y destruye al planeta, ese es el enemigo inmediato; una cultura que elimine las vanidades y las falsas necesidades que crean más tristezas que alegrías.

Sigamos avanzando hacia una cultura que nos permita tener la mayor suma de felicidad posible.

oscarajimenezr@gmail.com


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Oscar Jiménez


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