El descontento de Chávez

El presidente Chávez ha tenido la valentía de responsabilizar, desde un acto electoral en Anzoátegui, a burócratas públicos como causantes del descontento popular y llamó a recuperar a gente “defraudada de esta lucha, tenemos que ir a convencerlos otra vez a que se sumen a la causa”.

“Me quejo de las fallas, los descuidos, la falta de atención esmerada, con amor a las necesidades plenas, carajo, del pueblo”.

“Ponerle más corazón, más alma a las necesidades del pueblo”, así dijo Chávez. La falta de amor, alma y corazón dibuja certeramente a los “matavotos” y también a los sectarios prepotentes dueños de la verdad.

Chávez ha sido guía de la educación y politización del pueblo venezolano, incluso de la derecha. Jóvenes hoy activos eran miembros de patotas de motorizados o “picadores” de cauchos, mientras AD y Copei les hacían el trabajo. Al tocar sus intereses de clase, Chávez los ha movilizado.

Esa politización probablemente explique un dato que revelan las encuestas: hay un nivel de reconocimiento del Presidente, que ronda 70% de los votantes mientras la intención de voto está en 55-60%. Esa brecha tiene que ver, uno, con la burocracia ineficiente y, dos, con el crecimiento de la politización popular, pues la gente no está indecisa. No votará por la oposición. Chávez lo sabe. La gente está a la espera de señales de cambio, y el emplazamiento que él hizo en Anzoátegui es una buena señal.

Según un dato de la Cepal (no publicado aún y que me proporcionó en la ONU Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal), 90% de los jóvenes venezolanos tiene participación política y creen que ellos son un factor de cambio.

Creo que el pueblo en general y el pueblo chavista saben lo que está en juego. Su espera es un acto de conciencia, que creo señala el rumbo por seguir y Chávez ha sabido interpretar esos mensajes.

No serán los “matavotos” los que cierren la brecha entre el nivel de aceptación y la intención de voto.

Será la profundización de la movilización popular, la denuncia de los matavotos y una acción de gobierno con amor, alma y corazón, la que la cierre e influya en que los revolucionarios que se han alejado se reagrupen y den un paso al frente.

Es también un factor contra la desestabilización y el golpismo. Chávez está en la calle.

julio.escalona@gmail.com


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Julio Escalona


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