Unidad, unidad y más unidad
Hugo Chávez Frías (2012)
“¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los “partidos” y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”
Simón Bolívar (1830)
“¡Proletarios de todos los países, uníos!”
Manifiesto comunista. (1847
Estas palabras correspondientes a épocas distintas y a circunstancias dramáticas, pronunciadas por sus protagonistas, marcan la importancia de la unidad, cuando es un bandera empuñada con la legitimidad de los oprimidos y la pertinencia de quienes luchan y han luchado por la libertad, la independencia, la justicia social, contra la explotación del hombre por el hombre, la democracia y el socialismo.
El dramático llamado a la unidad, que hiso Chávez en el Edo Bolívar, aunque tardío, no pudo ser más oportuno frente a la jauría de perros hidrófobos que se disputan Las Empresas Básicas, La Gobernaciones y las alcaldías.
Entre los cogollos internos del PSUV, las cúpulas enchufadas en el gobierno, la contrarrevolución interna, nacional e internacional han logrado dividir a la clase obrera, despojarla de su fuerza, de su conciencia de clase explotada, le han desdibuja su papel como vanguardia social; convirtiendo a los sindicatos en destempladas organizaciones extemporáneas, incapaces de ponerse al frente de la lucha por el socialismo.
Después de la gran concentración del pueblo que, bajo una chaparrón de agua y con sus camisas rojas mojadas que recibió a Chávez en San Félix y del llamado a la unidad que hiso el presidente; Divididos y divisionistas trataron de utilizar la reunión de Chávez, en Caruachi con los trabajadores para repetir incidentes que desmeritaran una de las tantas asambleas del Presidente con los trabajadores, en la cual, con todo derecho, un grupo de trabajadores, reclamo la firma de los Contrato Colectivos en las Empresas Básicas y Chávez, les respondió, dando la orden de iniciar las discusiones del Contrato Colectivo y les recordó que no pueden trancar las vías públicas, porque la fuerza pública está en la obligación de restituir el derecho de todos los venezolanos al libre tránsito, que los trabajadores tercer izados serán todos incorporados de manera progresiva, como ha sido hasta ahora, a la nomina de Sidor y que deben ser conscientes y realistas a la hora de discutir el Contrato Colectivo. Pero quienes paran la producción de las empresas sin razones validas y legitimas, son, consientes o inconscientemente, unos traidores.
Y agrego yo: También quienes, por las razones que sea, la fomentan y promueven la división de la clase obrera, sea quien sea, para lograr sus aspiraciones y ambiciones individuales: Son aun mas traidores…
Hoy, en Venezuela, en el mundo y sobre todo en Guayana, la unidad de los trabajadores y de los revolucionarios es un bien tan preciado e imprescindible para el buen término de la revolución, como el liderazgo del propio Hugo Chávez y al igual que ese liderazgo, la unidad, querido presidente, no se decreta; se construye. Una vez, más Ud. no puede escapar a ese designio del pueblo venezolano.
Aquí en Guayana no existe un liderazgo, aparte de los trabajadores, capaz de construir esa unidad y ya los enemigos de la revolución, que aspiran a ser los nuevos “Zares de Guayana” se encargaron de castrarlos, de cortarles la melena, como le hiso Dalila a Sansón y los dividieron. Les quitaron la fuente de su fuerza, de su conciencia, tal como lo hicieron durante la hegemonía del capitalismo en las Empresas Básicas.
Y por otra parte unos funcionarios públicos que solo se ocupan de mantener una imagen falsa de su gestión sin ocuparse en poner ni una sola piedra en la construcción del socialismo y una corriente Trokista en busca de cargos y cuotas de poder que se hace pasar como revolucionaria cayéndose a dientes con cuanto funcionario público se le atraviesa y que en ocasiones, usurpa la representación de los trabajadores, para torpedear y sabotear a los trabajadores que luchan, a través del Control Obrero, por la construcción de unos Consejos de Trabajadores que estén en capacidad de gerenciar a Sidor, como una empresa dirigida por los trabajadores, productiva y socialista, que beneficie a todos los venezolanos y contribuya con la construcción del socialismo venezolano. Esa visita, la gente que asistió a la concentración en Dalla Costa, la Asamblea con los trabajadores en Caruachi y los llamados a la unidad me dejaron una gran alegría…
La construcción de la unidad pasa por acabar con las peleas fracciona listas, por que cesen las pugnas entre “cogollos” partidistas y las “macollas” de los gobiernos locales. Allí Ud. también puede meter la mano y ayudarnos a reconstruir lo que haya que reconstruir, salvar lo que se pueda salvar. Confiamos en su buen juicio, en su visión política en su capacidad de estadista pero sin unidad esa confianza, y esas cualidades suyas, no servirá de nada.
Y Ud. lo sabe mejor que todos nosotros.
Yo soy como el espinito
que en la sabana florea
le doy aroma al que pasa
y espino al que me menea
ajmachete@gmail.com