Se siente pena por las demostraciones que en el Estado Aragua y en dos oportunidades en forma notoria, han teñido de violencia las concentraciones opositoras por la esencia del carácter excluyente de quienes se hacen llamar “sociedad civil” de relevo generacional, por cierto con profusa ayuda de conocidos medios de comunicación social, que les dan puntapiés a la información veraz y oportuna, En realidad han quedado como excluyentes clasistas, pero que esconden sus ya tradicionales torpezas, presentándose como gente “sobrada” de esas que miran por encima del hombro a quienes no sean de sus grupos. Integran grupúsculos de revoltosos y gavilleros disimulando bajo una supuesta manera de actuar en “democracia”, presentándose cual salvadores de la patria para sacar del poder a los revolucionarios rojos… Me estoy refiriendo en primer término a la ocasión cuando una periodista del sistema nacional de medios públicos fue irrespetada y golpeada por el aspirante opositor a la gobernación de Aragua. El “dirigente” quedó filmado defendiendo a su candidato presidencial Capriles Radonsky, una comprometedora agresión a la comunicadora social, que no se va a borrar nunca del historial de Richard Mardo. Pero el colmo sucedió unos meses más tarde teniendo como protagonista a un señor de la tercera edad, quien por el delito de subirse a la tarima en una convocatoria de jóvenes contrarrevolucionarios, (asistencia exclusiva de Primero Justicia), lo bajaron a empujones e insultos debido a que se atrevió a mostrar con orgullo una gorra de Acción Democrática. Uno se pregunta, si así se comportancon sus aliados ciertos jóvenes y no tan jóvenes de la “sociedad civll” de la derecha política venezolana, qué se puede esperar para quienes sean adversarios o simplemente tengan argumentos contra la intolerancia demostrada de aquellos que se hacen llamar manitas blancas y el futuro de progreso en la política nacional. El pueblo y sólo el pueblo -que no es tonto como si lo fue en política antes de la llegada de la revolución-, vé, juzga y decidirá el siete de octubre del 2012.
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