Si algo desconcierta al mundo de la política es la manera –diría yo lúdica- de actuación del subcomandante Marcos, Aunque con un tono menos divertido en esta ocasión, los comunicados del EZLN han puesto a girar la ruleta de la especulación y las interpretaciones, ya todos inmersos en el proceso de la sucesión presidencial del 2006. En un primer comunicado el SUP lanza una catilinaria que no deja títere con cabeza, con especial dedicatoria a Andrés Manuel López Obrador, a quien endilga el nada honroso epíteto de neosalinista. El segundo decreta la alerta roja al EZLN y convoca a la concentración de todas sus fuerzas para la reorganización y la reflexión. El tercero sirve para bajar el color rojo de la alerta para dejarlo en un hermoso rosa mexicano, acompañado de un rosario de agradecimientos y declaraciones de pureza propios de una despedida pero que se advierte expresamente que no lo es. En paralelo, los consabidos despropósitos del “gobierno de Fox” (suyo de él) anuncia, a través de la Secretaría de la Defensa la destrucción de plantíos de marihuana en tres municipios chiapanecos “dentro del área de influencia zapatista”, para luego desmentirlo el vocero de la Presidencia quien aclaró que son municipios de la periferia de la región zapatista. Como puede observarse el ludismo como estilo de hacer política ya permeó a las altas esferas de la dirección nacional, y ya que de jugar a la especulación se trata, ahí va mi cuarto de espadas en la ronda de adivinanzas.
1.- Marcos quiso anticiparse a la recontrasabida campaña del miedo que, sexenio tras sexenio, monta el sistema para desalentar el voto por la izquierda. Por lo menos, la diatriba contra Andrés Manuel facilita a este sus coqueteos con el centro y con el empresariado, desdibujando la imagen de violento y agitador con que lo ha querido etiquetar la derecha. Si no fue éste el objetivo, no importa; el resultado ayuda al proyecto.
2.- Marcos quiso hacer gala de purismo de izquierda testimonial, esa que desprecia a los políticos de izquierda que se ensucian las manos en busca del poder. Esta es una alternativa plausible dado el prestigio alcanzado por Marcos en el medio del altermundismo, el cual pudiera verse mermado en caso de que se le ubicara como simpático al proyecto alternativo de López Obrador que es manifiestamente reformista y lejano a cualquier aventura revolucionaria.
3.- No sin adivinar el pitorreo que provocará, mi especulación me lleva a considerar que la consulta a las bases zapatistas se refiere a la incursión en el activismo político formal, incluso con una candidatura que capitalice el carisma del Subcomandante Marcos, con la intención de reagrupar a la izquierda con marca registrada y certificado de origen, en la que no tienen cabida ni Cuauhtémoc ni Andrés Manuel afectados por su pasado priísta y por su afecto a incorporar dentro de las filas de sus partidarios a otros especimenes dotados de manchas similares.
En fin, no estoy seguro de contribuir con mi especulación a la claridad de las cosas, pero si lo estoy de divertirme participando en el juego, especialmente ante el aburrimiento en que cayó el tema de la política después de la frustración del desafuero de López Obrador. Lo único que me preocupa es que en este divertimiento lo que en realidad está en juego es el futuro de México y, en alguna medida, del proyecto latinoamericano.
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