El cinismo de Embajada Radonski
no supera el de Diógenes, porque claro, Diógenes era un filósofo
inteligente, el de Embajada es de una nulidad que brinca la cuerda.
Es tan evidente. Primero llama jalabolas a los trabajadores de Venezuela,
después viene el dictador y le dice aquella catarata de majunche jalabola,
que daba pena tanta vaina, pero viene Embajada y se hace la victima
como que él nunca hubiese dicho nada, cuando todos sabemos que él
comenzó ese peo. En fin, que no podemos cambiar de jinete porque ya
las elecciones están aquí, y por eso sabemos que no vamos a llegar
primero pero hay que saber llegar.
Otro peo en el que nos metimos
sin ninguna necesidad, fue que en Maracay bajamos a coñazo limpio a
un adeco que estaba en la tarima al lado de la gente de Primero Justicia.
Aquello bastó para que los chavistas nos jodieran por un tiempo, y
hasta Ramos Allup tuvo que salir a decir que “uno no tiene porque
estar pegado siempre al lechuguino, perdón, al candidato”. Y ahora
los adecos decentes dicen que es la primera vez que AD tiene un candidato
tan mediocre, y además, ni siquiera tienen tarjeta en el tarjetón
electoral, y eso tiene a los adecos llorando, porque el día del simulacro,
la comadre Aleja Gil, cuando fue a votar y no vio la tarjeta blanca
allí, dijo “ni de vaina, este tarjetón es de otro país, porque
aquí no está mi tarjeta blanca”, y se fue sin votar.
Y Fracaso Petkoff, el empleado
de Guillermo Zuloaga y Nelson Mezerhane, declara y escribe cualquier
babosería, y eso nos está hundiendo más porque nadie le cree, y el
papá de Margot dice que “si ese hombre sigue hablando paja, yo mismo
lo voy a buscar al canal para decirle que se calle”.
- Quiero sentarme contigo en la yerbita, en la yerbita.- me canta Margot.
@robertomalaver