El Estado Bolívar en materia de revolución, a pesar de ser de los de adelante, en esta nueva etapa de la vida republicana (En los 70 fue la vanguardia del proletariado venezolano, la primera gobernación distinta al pacto de punto fijo-AD-Copei-Mas-fue en Bolívar, el 4-F y 27-N Guayana dijo presente), algo que no es casual ni fortuito, inclusive partiendo de la era pre-colombina, el movimiento Caribe que luego conquistaría el mar que le dio su nombre, nació por la hoy Ciudad Bolívar, las primeras muestras de resistencia indígena, no solo en contra del saqueo Español sino en contra de la piratería Holandesa, Francesa e Inglesa, quienes quemaron en tres oportunidades a Santo Tome de Guayana, la histórica San Félix, en la búsqueda de “El Dorado”, y ya es harto conocido que la III Republica, la que dio origen a la primera independencia, tuvo su nacimiento en Angostura, aquí nació la Colombia Bolivariana; y si no es por la traición de Andrés Velásquez y la Causa R, el Estado Bolívar, sobre todo su proletariado hubiese sido el sepulturero del pacto de unto Fijo, en 1993.
A pesar del histórico Guayanés, que nos coloca a la vanguardia política y geopolítica del país, no hemos sido muy felices en esta era de fin del puntofijismo y principio de la era bicentenaria bolivariana; ya que desde los 80, no hemos podido arrancar como lo hicimos con Piar y Bolívar, ya que en los 80 y 90, anuló, “la nueva batalla de San Félix y el Congreso de Angostura del siglo XX”, la traición de Andrés Velásquez y la Causa R, cuando vendió la presidencia, por eso Guayana vio en Chavez la salvación, el resurgir de nuestra región, pero resulta que desde 1999, se entronizó lo más rancio de una derecha endógena dentro del bolivarianismo revolucionario. Primero fueron 5 años con Rojas Suarez, 1 año antes de ser gobernador era el jefe máximo del partido MVR, que su función fue aniquilar a la vanguardia primeriza del antiguo MBR-200, y colocar una dirección de tendencia derechista y sobre todo anti-comunista, anti-izquierdistas, una vez traicionado este, van 9 años con Rangel Gómez, que ha sido la continuidad y ampliación de la misma política excluyente con los sectores, verdaderamente progresistas y de avanzada y sobre todo con el liderazgo obrero y civil que venía luchando desde el puntofijismo, pero que en si implica la derechización o socialdemocratización del gobierno regional y de la conducta del PSUV, el “nuevo” elemento de Rangel Gómez con respecto a Rojas Suarez ha sido la “corporitizacion” del bolivarianismo, la introducción de elementos corporativos, que sería, al decir de Teotoño Dos Santos, la vieja “lumpenburguesía” Guayanesa, la que se enriqueció con contratas y proveedurías de bienes y servicios en la CVG, con Leopoldo Sucre Figarella, una burguesía que es hija directa de la globalización, es parasitaria y sustenta sus riquezas en la especulación con el célebre “commodity” (Traduce materia prima barata para gringos, europeos y japoneses, es decir, dependencia, subdesarrollo) y en bienes y servicio, y el “lobbie” en la consecución de contratos con el estado, y la corrupción que es congénita al capitalismo, no obstante esa conducta lesiva a la sociedad es descriminalizada y glorificada con eufemismos como “competitividad”. Debo decir que en este aspecto, la denominada Boliburguesía, es una lumpenburguesía.
Ese corporativismo del rangelgomecismo, que nace en el momento que preside la CVG, cuando renuncia a ella y pide su incorporación al ejército, el componente que estaba dando el golpe de estado el 11 de abril del 2002, y culpa al propio Chavez de los muertos de Puente Llaguno, ese corporativismo, repito, trae aparejado un sindicalerismo amarillo o blanco, corrompido, que es la fuerza de choque de las transnacionales de los comoditys y de esa lumpenburguesía (¿Boliburguesía?), y su máxima expresión es la denominada Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT), hoy devenida en central obrera “socialista”; ella es la oponente eficaz y real al Plan Guayana Socialista (PGS) y al Control Obrero (CO), y eso lo hemos visto en el sabotaje a los presidentes del CO, específicamente en el paro criminal de 35 días y otras acciones de saboteo, en ALCASA que prácticamente hicieron que hasta el sol de hoy no se haya podido recuperar la producción, la renovación de los contratos de comodity de aluminio a las transnacionales GLENCORE y NOBLE; y los paros consecutivos y sabotajes a la producción, permanente y constantes a SIDOR, que forzaron la destitución de los presidentes del control obrero, la cual es una modalidad de producción (Autogestión), contraria al capitalista, es el componente socialista del PGS.
Francisco Rangel Gómez, como conclusión, y en líneas generales, es el operador político de la lumpenburguesía y su fuerza de choque sindicalera, el saboteador eficaz al PGS, plan de independencia e industrialización; apoyarlo a él es incoherente con lo que ha sido todas nuestras luchas en contra de la privatización, por la liberación nacional y el socialismo y la industrialización de Guayana y en contra del sindicalerismo reformista, burocrático y mafioso de estos últimos 30 años, y con más fuerza en los últimos 10 años. Como gobernador y director del PSUV, su gestión ha sido de capitalismo de estado, mediocre y antidemocrática, pero esos son dos temas apartes.
franciscosierracorrales@gmail.com
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