Con algunos de los nuevos ministros que designó el Presidente Chávez y con
algunos de los candidatos a las gobernaciones que postularon el PSUV y
las demás organizaciones políticas del oficialismo, es evidente que la
influencia del componente militar en el sistema político venezolano tiende
a aumentar cada vez más.
Las designaciones del General Nestor Reverol al frente del Ministerio de
Interior y Justicia, y de la Almiranta Carmen Meléndez para dirigir el
Ministerio del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de
Gobierno, se suman a las de los ministerios (Defensa, Alimentación,
Transporte Terrestre, Salud y Transporte Aéreo y Acuático) que están a
cargo de oficiales activos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
(FANB). De paso, con la designación de Reverol y Meléndez, el Presidente
Chávez aprovechó para desmantelar la estructura de poder que detentaban
los exministros, y ahora candidatos a gobernadores, Elías Jaua, Erika
Farías y Tarek El Aissami. Por cierto, retiene a su lado a Nicolás Maduro,
pero le coloca cerquita a la Almiranta, quien fungirá como una especie de
superministra.
Por otro lado, son nueve los candidatos a gobernadores oficialistas que
tienen un origen militar. Se trata de los aspirantes a las gobernaciones
de Zulia, Táchira, Apure, Guárico, Portuguesa, Bolívar, Vargas, Carabobo y
Nueva Esparta. Esto indica que el sistema político venezolano se encamina
a tener unas características muy particulares, en el que oficiales de la
FANB activos y retirados tendrán un creciente y natural protagonismo al
frente de ministerios, gobernaciones, Asamblea Nacional, Presidencia de la
República, etc. Un caso éste, el venezolano, que sin duda despierta el
interés de propios y extraños.
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