El Cristo de La Grita no votó

Un reconocido columnista de un semanario nacional se atrevió a señalar que en las pasadas elecciones del 7 Un de octubre, “se presume” que votó hasta el Santo Cristo de La Grita y “como el voto es secreto, por quién sufragó, no se sabe ni se sabrá nunca”.

Para quien la ignorancia supina en el campo religioso, lo llevó a desconocer la fe de un pueblo, es bueno que conozca a profundidad la historia del “Cristo de la Montaña” el cual ha sido propuesto por la Iglesia Católica como el “patrono de Venezuela”.

En los 400 años de la imagen colonial, el abogado tachirense Hilarión Pulido publicó una obra completa con prólogo de Monseñor Raúl Méndez Moncada, párroco de la ciudad del Espíritu Santo de La Grita, por largos años. Igualmente, el cronista Néstor Domingo Melani Orozco destacó lo siguiente:

“Un 3 de febrero de 1610. La Grita del Espíritu Santo sufre uno de sus crueles terremotos. Es destruida. Se abre una boca gigantesca al noreste. El callejón que nombraron los puéblanos el de San Francisco. Los Evangelizadores misioneros, después de sus aportes a los heridos y muertos, migran a la Aldea de Tadea, donde existía una oratoria. Abadía de los misioneros. Entre ellos un Fraile llamado Francisco, escultor y Manierista. En promesa ofrenda al cielo realizar un Crucifijo, para que protegiera a La ciudad de Los antiguos Humogrias. La Grita del Espíritu Santo de los Terremotos.

En aquella abadía de Tadea, entre el olor de los Sorures y los manzanos verdes, en un nogal de la montaña, Fray Francisco inicio la construcción escultórica de un Cristo de tamaño natural. Meditaciones, y rezos. Oraciones eternas. Logrando describir un cuerpo, manos, pies, torso, pero al iniciar el rostro de aquel cristo, sus fuerzas se imposibilitaron para tallarle, días de desesperación. Días de perdón, esfuerzo. Gritos, rezos. Una noche en el taller del artista imaginero, el cansancio lo dominó, y la noche entera se convirtió en mensajeros del cielo. Ángeles. Muy al amanecer cuando la estrella matutina anunciaba el resplandor del nuevo sol. Fray Francisco despertó. Y su asombro fue inmenso, luces del cielo desprendía auras divinas. El Cristo Santo de los Milagros poseía su rostro inmenso. El amor a Dios lo describió 304 años después, un 12 de marzo de 1914, Emilio Constantino Guerrero, en su hermosa Leyenda de la aparición del Santo Cristo de La Grita…”.

Ante la reconocida imagen se hizo presente, como un peregrino, el Presidente de la República Hugo Chávez Frías, para pedirle por su salud, afectado por un cáncer que logró superar con éxito. Otro tanto, hizo al iniciar su campaña electoral. Desconocemos la intimidad de su oración al “Cristo de los milagros”, pero Chávez volvió triunfante a Miraflores, con el voto de los venezolanos.

También lo hizo el candidato de la oposición, Henrique Capriles Radonski, perdedor de las elecciones del pasado 7 de octubre. Desconocemos que le pidió al Cristo de La Grita y no sabemos tampoco si volverá; ahora que aspira nuevamente la gobernación de Miranda. En cosas de dogmas y fe es difícil opinar; pero pensamos que la voz del pueblo es la voz de Dios y este se pronunció en las pasadas elecciones, donde el Cristo de La Grita no votó, pero creemos hizo un milagro.

arellanomt@hotmail.com


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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

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