El Roble de Samangacho

Murió Alejandro Arzola Parariá Lutier de San José de Guaribe

En la madrugada de este domingo 11, murió en Altagracia de Orituco el lutier Alejandro Arzola Parariá, hacedor de instrumentos típicos del llano venezolano como el arpa, los cuatros y la bandola oriental.

El artista popular, quien además interpretaba la bandola, formó parte de la generación de músicos de los llanos orientales y de los Valles de Altagracia y Guanape, en los linderos del estado Guárico con Anzoátegui; como Juan Esteban García y el popular “Chalino”, intérprete del violín. Alejandro se marchó luego de pasar varios años de convalecencia en su residencia del barrio Samangacho, en San José de Guaribe.

Luego de haber recorrido varias experiencias en el campo de la música y haber dejado un legado de hacedores de la bandola oriental, Alejandro Arzola era reconocido no sólo con respeto por los músicos populares de Venezuela, sino el ámbito internacional por los intérpretes de la bandola.

En el año 1998 sostuvo un encuentro en Barinas con el célebre bandolista Anselmo López de quien dijo - es un “magistral maestro del arpa de las cuatro cuerdas” - refiriéndose a la bandola llanera. Igualmente, el músico Ismael Querales, asiduo visitante de San José de Guaribe expresó: “Alejandro es el que mejor conoce los secretos de la bandola oriental”.

En su familia junto a María Ospino procreó a Carmen, Nélida, Mariana, Ibelis, Magdalena y Miriam y a sus hijos varones Orlando, Pedro y Marcos. Sus discípulos en la construcción de cuatros y bandolas le reconocían sus dones para la enseñanza y le decían: “maestro Alejandrito”.

Entre sus reconocimientos a su labor artística están los otorgados por la Fundación Cultural Bigott de Venezuela, la industria petrolera nacional, la UNESCO y la OEA, con su participación en exposiciones internacionales en la isla de Puerto Rico.

Don Alejandro fue una caja de sorpresas y con el típico humor de los llaneros. Ordenó también que le hicieran su liquilique para cuando llegará la muerte y en "La yesca" - como llama al campo santo de San José de Guaribe - pidió que le hicieran dos tumbas: una al lado del cerro (donde no se inunda cuando llueve) y otra; al lado de un samán, donde descansa María su mujer (donde también se hace una laguna). En cuanto a su velorio, a cada uno de sus hijos, les asigno una tarea y su último deseó fue que le tocaran arpa tramada y música de bandola toda la noche, hasta que lo llevaran a la Iglesia y después al campo santo a descansar... ¡Paz a su alma!

arellanomt@hotmail.com


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Marco Tulio Arellano Labrador

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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